El Trambaix cumple 15 años con más de 227 millones de validaciones

Un estudio ponía en evidencia en 1990 el gran déficit de transporte público en el Baix Llobregat. Y fue entonces cuando los ayuntamientos de Sant Joan Despí, Esplu­gues, Cornellà y Sant Just Desvern solicitaron la lle­gada del metro a sus po­blaciones. Sin embargo, ante el gran coste económico que ello suponía se propuso la idea de construir un tranvía, un proyecto considerado más “factible” por la ya desaparecida Entitat Metro­politana del Transport.

Pero el proceso no fue tan fácil y los alcaldes tuvieron que batallar mucho hasta ver cómo el tranvía comenzaba a circular por sus municipios. Tras amenazar con emprender movilizaciones, en 1997 consiguieron arrancar el compromiso de la Genera­li­tat para invertir en el metro ligero de la co­marca. Tres años después, la ATM y Tramvia Metropolità firmaban un convenio según el cual la compañía se encargaría de la construcción y la gestión del tranvía por un periodo de 25 años. La obra se inició en 2001 y el 3 de abril de 2004, ahora hace justo 15 años, entraba finalmente en servicio la primera fase del Trambaix. El último tramo se inauguró en abril de 2007, cuando la línea T3 llegó hasta Sant Feliu. Con esta última ampliación, la red quedó constituida por 29 paradas repartidas en más de 15 kilómetros de longitud. La construcción de las líneas de la red Trambaix comportaron una inversión de 300 millones de euros.

Más de 227 millones de viajes

Tras 15 años recorriendo las ciudades de Esplugues, Cornellà, Sant Joan Despí, Sant Just Des­vern, Sant Feliu, L’Hospi­talet y Barcelona, el Tram­baix se ha convertido en un medio de transporte de referencia para la conectividad del territorio. Y pese a que tuvo unos inicios algo titubeantes, en los que no ayudaron episodios como el del alquitrán pegajoso en las vías, rápidamente se fue consolidando. El balance global así lo refleja: más de 227 millones de viajes en estos 15 de vida. Una cifra que asciende a los 334,7 millones si sumamos las validaciones efectuadas en la red Trambesòs, que se puso en marcha en mayo de 2004.

El tranvía se ha postulado como una alternativa, y de calidad, que da respuesta a las necesidades de movilidad de muchos ciudadanos, que lo utilizan como medio de transporte habitual. Así lo demuestra la última encuesta de satisfacción, realizada por TRAM el año pasado. De ella se desprende que los desplazamientos se reparten entre movilidad ocupacional (65,3% en el Trambaix) y movilidad personal (34,7%). Las paradas de Cornellà Centre, Can Rigal (L'Hospitalet) y La Sardana (Esplugues), son las que registran un mayor número de viajeros en un día laborable.

Los ciudadanos que han ido apostando por el Tram­baix para realizar sus desplazamientos le otorgan un notable al servicio. Los aspectos más valorados son la fidelidad, la facilidad de acceso al andén, la seguridad personal, la puntualidad, la rapidez del trayecto, la información del servicio, la limpieza y mantenimiento y la conducción suave y segura, con puntuaciones todas ellas por encima del 7,9.

Por contra, entre los aspectos que reciben una calificación más baja (aunque siempre por encima del 7,1) se encuentran la facilidad para adquirir el billete en las paradas, la frecuencia de paso de los convoyes y la atención o amabilidad del personal.

El Trambaix llegará al centro de Sant Feliu en 2024

El conseller de Territorio y Sostenibilidad, Damià Calvet, y el alcalde de Sant Feliu, Jordi San José, firmaron a finales de diciembre un protocolo que detalla las actuaciones necesarias para prolongar el tranvía hasta el núcleo urbano, aprovechando el espacio que se prevé liberar con el soterramiento de las vías del tren y las obras que se lleven a cabo en la superficie.

El acuerdo alcanzado dotará a la capital del Baix Llobre­gat de dos nuevas estaciones del Trambaix, correspondientes a la L3, previstas junto a la futura estación de Rodalies y el barrio de la Salut-Can Maginàs. El protocolo determina la redacción de los documentos técnicos necesarios para iniciar estas obras que comenzarán como muy tarde en diciembre del año 2023. El presupuesto de la actuación será de aproximadamente 18 millones de euros, y se prevé que tenga una duración de 12 meses, por lo que la infraestructura entraría en fun­cionamiento en 2024. Calvet valoraba el acuerdo como “la culminación de una historia de tenacidad por parte de Sant Feliu para conseguir una actuación largamente reivindicada, en la que va asociada una proyección de futuro para la ciudad resultante de la firma de este protocolo”.

El documento recoge la redacción de un estudio informativo del proyecto constructivo y de explotación de la red tranviaria resultante, y del proyecto constructivo de urbanización asociado. Así mismo, el protocolo incluye también una actualización del estudio informativo y de impacto ambiental, que pondrá al día el anterior informe de 2011 para adaptarlo al resultado del concurso de ideas sobre la superficie liberada por el soterramiento del tren.