VILADECANS
El renacer de los cines, más cerca
El Ayuntamiento alcanza un acuerdo con el Institut Català de Finances para conseguir la mayoría de los derechos de superficie del equipamiento que cerró sus puertas en 2013
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Viladecans está más cerca de recuperar su relación, casi ininterrumpida desde 1923, con el mundo del cine. En la ciudad llegaron a convivir hasta cuatro salas de proyección cinematográfica. La primera sala fue el llamado Cine Viladecans, también conocido como cine de las columnas, que tuvo una proyección estable hasta mediados de los setenta.
El segundo abrió en 1939. Se denominó Cine Moderno o cine nuevo. Fue una realidad hasta mediados de la década de los años setenta. Entre 1950 y mediados de la década de los años setenta también funcionó como sala de proyecciones el cine del Centro Parroquial de la iglesia de Sant Joan Baptista. Y en 1957 fue el turno del Cine Avenida, que cerró a finales de los ochenta.
Poco más de una década después abrían sus puertas, en el año 2000, los cines Lauren de Viladecans, una de las primeras multisalas llegadas al sur del Baix Llobregat. Constaba de un total de diez salas de exhibición con una capacidad para 2.200 espectadores, que disponían de las tecnologías más avanzadas en imagen y sonido del momento.
La crisis económica, las deudas que había contraído la empresa y la bajada de público a causa de la dura competencia de otras multisalas, como las del Ànec Blau de Castelldefels o del Splau! de Cornellà, provocaron el cierre del equipamiento en abril del año 2013. Fue una víctima más de la crisis, que ya se había llevado por delante otros míticos cines como el Pisa de Cornellà o el Rambla de L’Hospitalet.
Desde entonces, y conscientes de que además de generar actividad, el cine tiene un gran valor cultural y de ocio, el Ayuntamiento está trabajando para conseguir volver a abrir el equipamiento. Y parece que va por buen camino, ya que ha alcanzado un acuerdo con el Institut Català de Finances (ICF) para conseguir la titularidad del 30% de los derechos de superficie de los Cines de Viladecans. “Este acuerdo hace que el consistorio ya supere las dos terceras partes de la propiedad y se acerque el momento de densecallar la situación de parálisis”, aseguran fuentes municipales.
El pleno celebrado en marzo de 2016 ya había acordado, por unanimidad de todos los grupos políticos, pedir la colaboración de este organismo de la Generalitat. Y ahora, tras numerosas conversaciones entre ambas administraciones, la propiedad del solar situado en la calle Prat de la Riba es ya municipal y su licencia de usos ha de ser relativa a la exhibición cinematográfica, con la intención de garantizar, en un futuro próximo, el acceso de los vecinos a una oferta cultura diversa y de calidad.
La situación se remonta al año 2011, cuando el Grupo Lauren Exhibición S.L. entró en quiebra económica. Fue entonces, y como consecuencia de diferentes procesos judiciales y mercantiles, que los derechos que la empresa tenía sobre las salas de exhibición se adjudicaron al ICF y a otras entidades bancarias.
Desde el Ayuntamiento señalan en que la fragmentación de los titulares de los derechos de la deuda ha sido la “principal dificultad” para llevar a cabo un proyecto empresarial. El ICF era el ente con la parte más grande de participación en la titularidad del cine. El resto, en el momento de la quiebra, eran el Commerzbank Aktiengesellschaft, la Caja de Ahorros de Valencia, Castellón y Alicante (Bancaja-Bankia), el Banco Sabadell, el BBVA, la Caixa d'Estalvis Comarcal de Manlleu (Unim- Grupo BBVA) y el Banco Santander.
Viladecans está más cerca de recuperar su relación, casi ininterrumpida desde 1923, con el mundo del cine. En la ciudad llegaron a convivir hasta cuatro salas de proyección cinematográfica. La primera sala fue el llamado Cine Viladecans, también conocido como cine de las columnas, que tuvo una proyección estable hasta mediados de los setenta.
El segundo abrió en 1939. Se denominó Cine Moderno o cine nuevo. Fue una realidad hasta mediados de la década de los años setenta. Entre 1950 y mediados de la década de los años setenta también funcionó como sala de proyecciones el cine del Centro Parroquial de la iglesia de Sant Joan Baptista. Y en 1957 fue el turno del Cine Avenida, que cerró a finales de los ochenta.
Poco más de una década después abrían sus puertas, en el año 2000, los cines Lauren de Viladecans, una de las primeras multisalas llegadas al sur del Baix Llobregat. Constaba de un total de diez salas de exhibición con una capacidad para 2.200 espectadores, que disponían de las tecnologías más avanzadas en imagen y sonido del momento.
La crisis económica, las deudas que había contraído la empresa y la bajada de público a causa de la dura competencia de otras multisalas, como las del Ànec Blau de Castelldefels o del Splau! de Cornellà, provocaron el cierre del equipamiento en abril del año 2013. Fue una víctima más de la crisis, que ya se había llevado por delante otros míticos cines como el Pisa de Cornellà o el Rambla de L’Hospitalet.
Desde entonces, y conscientes de que además de generar actividad, el cine tiene un gran valor cultural y de ocio, el Ayuntamiento está trabajando para conseguir volver a abrir el equipamiento. Y parece que va por buen camino, ya que ha alcanzado un acuerdo con el Institut Català de Finances (ICF) para conseguir la titularidad del 30% de los derechos de superficie de los Cines de Viladecans. “Este acuerdo hace que el consistorio ya supere las dos terceras partes de la propiedad y se acerque el momento de densecallar la situación de parálisis”, aseguran fuentes municipales.
El pleno celebrado en marzo de 2016 ya había acordado, por unanimidad de todos los grupos políticos, pedir la colaboración de este organismo de la Generalitat. Y ahora, tras numerosas conversaciones entre ambas administraciones, la propiedad del solar situado en la calle Prat de la Riba es ya municipal y su licencia de usos ha de ser relativa a la exhibición cinematográfica, con la intención de garantizar, en un futuro próximo, el acceso de los vecinos a una oferta cultura diversa y de calidad.
La situación se remonta al año 2011, cuando el Grupo Lauren Exhibición S.L. entró en quiebra económica. Fue entonces, y como consecuencia de diferentes procesos judiciales y mercantiles, que los derechos que la empresa tenía sobre las salas de exhibición se adjudicaron al ICF y a otras entidades bancarias.
Desde el Ayuntamiento señalan en que la fragmentación de los titulares de los derechos de la deuda ha sido la “principal dificultad” para llevar a cabo un proyecto empresarial. El ICF era el ente con la parte más grande de participación en la titularidad del cine. El resto, en el momento de la quiebra, eran el Commerzbank Aktiengesellschaft, la Caja de Ahorros de Valencia, Castellón y Alicante (Bancaja-Bankia), el Banco Sabadell, el BBVA, la Caixa d'Estalvis Comarcal de Manlleu (Unim- Grupo BBVA) y el Banco Santander.
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