ÁREA METROPOLITANA
La Zona de Bajas Emisiones sacará de la circulación a unos 50.000 vehículos contaminantes el primer año
Las restricciones, que se iniciarán el 1 de enero de 2020, provocarán un incremento del 20% de pasajeros en el transporte público, según las previsiones
![[Img #26799]](https://elfar.cat/upload/images/09_2019/5574_b.jpg)
La puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) del ámbito Rondas de Barcelona, prevista para el 1 de enero de 2020, permitirá sacar de la circulación a unos 50.000 vehículos contaminantes durante el primer año, según las previsiones. Una cifra que en cuatro años podría llegar a los 125.000 coches, motos y furgonetas que no tienen la etiqueta ambiental de la Dirección General de Tráfico.
La ZBE implica un área de más de 95 km2 que incluye, total o parcialmente, los municipios de Barcelona (a excepción de la Zona Franca-Industrial, el barrio de Vallvidrera, el Tibidabo y las Planes), L’Hospilatet, Cornellà, Esplugues y Sant Adrià del Besòs. Todos ellos están tramitando las nuevas ordenanzas que regularán el funcionamiento de la medida más importante que hasta ahora se va a poner en marcha para combatir la contaminación atmosférica en la metrópolis barcelonesa. El objetivo, de hecho, es reducir en un 30% las emisiones contaminantes.
“Estamos hablando de una zona que supone 20 veces la extensión de Madrid Central”, enfatizaba esta mañana la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. La máxima edil de la capital catalana presentaba, junto al conseller de Territori i Sostenibilitat, Damià Calvet; el vicepresidente de Movilidad, Transporte y Sostenibilidad del Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB), Antoni Poveda; y representantes de los municipios afectados, la propuesta de ordenanza de la ZBE, que establece que la restricción –que se llevará a cabo mediante lectores de matrícula- se producirá en la franja horaria comprendida entre las 7 y las 20 horas en días laborables. Durante la noche, fines de semana y festivos, la circulación no estará restringida.
“La contaminación está a unos niveles inaceptables y llegamos tarde”, reconocía Colau. “Hemos de actuar de manera urgente, sin excusas, porque la contaminación mata”, aseguraba, tras recordar que más de 350 personas mueren de forma prematura en Barcelona por la alta polución. La alcaldesa calificaba de “histórica” la medida y afirmaba que “se trata de un cambio de paradigma en la movilidad, un punto de inflexión que marca un antes y un despúes, pero sobre todo una voluntad política que ya no tiene marcha atrás”. Colau resaltaba que “no se trata de una medida contra nadie, sino a favor de toda la población, especialmente de las generaciones futuras”.
La norma recoge una serie de excepciones para los vehículos dedicados al transporte de personas con movilidad reducida y de servicios esenciales (médicos, funerarios, protección civil, bomberos, policía…). Asimismo, todos los automóviles afectados dispondrán de diez autorizaciones al año para poder circular por el área restringida. Además, el transporte de mercancías (camiones y furgonetas) y de viajeros de carácter colectivos (autobuses y autocares) dispondrán de un año de moratoria para que puedan adaptar sus flotas.
Para poder gestionar estas exenciones, el AMB creará una plataforma tecnológica, “en la que deberán darse de alta todos los conductores si no quieren ser sancionados”, explicaba el vicepresidente de Movilidad, Transporte y Sostenibilidad del AMB, Antoni Poveda, quien recordaba que los afectados son principalmente los propietarios de vehículos gasolina fabricados antes del año 2000 y de diesel de antes de 2005.
Poveda señalaba que “más de 250 ciudades europeas tienen zonas de bajas emisiones” y aseguraba que se trata de “una medida fundamental, que complementará el trabajo que el AMB lleva haciendo desde hace años para mejorar la calidad del aire en la metrópolis”. En este sentido, destacaba la renovación de la flota de transporte público con vehículos menos contaminantes; la T-Verde metropolitana, que ha permitido que casi 5.000 usuarios ya hayan dado de baja sus vehículos privados a cambio de tres años de transporte público gratuito; la tarifa plana para la ciudadanía de la segunda corona, o la implantación de las líneas de Bus Expres y Metrobús.
El vicepresidente del AMB abogaba por seguir implantando medidas de mejora en este ámbito, puesto que las previsiones apuntan a que las restricciones del tráfico privado en la ZBE supondrán un incremento de la afluencia del transporte público que se estima en el entorno del 20% en los primeros meses, es decir unos 140.000 pasajeros más.
Por su parte, el conseller de Territorio y Sostenibilidad, Damià Calvet, añadía que el Govern apuesta por extender las ZBE a todas las ciudades grandes de Catalunya. “Es una medida estructural y que forma parte de un cambio absolutamente necesario porque estamos en emergencia climática”, apuntaba.
Sanciones a partir del mes de abril
Las sanciones variarán según el tipo de vehículo, la gravedad del incumplimiento y si se produce o no episodio de contaminación. Las de carácter leve irán de 200 a 499 euros; las graves, de 500 a 999, y las muy graves, de 1.000 a 1.803 euros. Todas ellas se podrán incrementar en un 30% en caso de reincidencia de la personas responsable. No obstante, las denuncias no se aplicarán hasta el 1 de abril para que los conductores tengan tiempo de adaptarse a la nueva normativa. Hasta ese mes, los que se salten el veto recibirán solo avisos.
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La puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) del ámbito Rondas de Barcelona, prevista para el 1 de enero de 2020, permitirá sacar de la circulación a unos 50.000 vehículos contaminantes durante el primer año, según las previsiones. Una cifra que en cuatro años podría llegar a los 125.000 coches, motos y furgonetas que no tienen la etiqueta ambiental de la Dirección General de Tráfico.
La ZBE implica un área de más de 95 km2 que incluye, total o parcialmente, los municipios de Barcelona (a excepción de la Zona Franca-Industrial, el barrio de Vallvidrera, el Tibidabo y las Planes), L’Hospilatet, Cornellà, Esplugues y Sant Adrià del Besòs. Todos ellos están tramitando las nuevas ordenanzas que regularán el funcionamiento de la medida más importante que hasta ahora se va a poner en marcha para combatir la contaminación atmosférica en la metrópolis barcelonesa. El objetivo, de hecho, es reducir en un 30% las emisiones contaminantes.
“Estamos hablando de una zona que supone 20 veces la extensión de Madrid Central”, enfatizaba esta mañana la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. La máxima edil de la capital catalana presentaba, junto al conseller de Territori i Sostenibilitat, Damià Calvet; el vicepresidente de Movilidad, Transporte y Sostenibilidad del Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB), Antoni Poveda; y representantes de los municipios afectados, la propuesta de ordenanza de la ZBE, que establece que la restricción –que se llevará a cabo mediante lectores de matrícula- se producirá en la franja horaria comprendida entre las 7 y las 20 horas en días laborables. Durante la noche, fines de semana y festivos, la circulación no estará restringida.
“La contaminación está a unos niveles inaceptables y llegamos tarde”, reconocía Colau. “Hemos de actuar de manera urgente, sin excusas, porque la contaminación mata”, aseguraba, tras recordar que más de 350 personas mueren de forma prematura en Barcelona por la alta polución. La alcaldesa calificaba de “histórica” la medida y afirmaba que “se trata de un cambio de paradigma en la movilidad, un punto de inflexión que marca un antes y un despúes, pero sobre todo una voluntad política que ya no tiene marcha atrás”. Colau resaltaba que “no se trata de una medida contra nadie, sino a favor de toda la población, especialmente de las generaciones futuras”.
La norma recoge una serie de excepciones para los vehículos dedicados al transporte de personas con movilidad reducida y de servicios esenciales (médicos, funerarios, protección civil, bomberos, policía…). Asimismo, todos los automóviles afectados dispondrán de diez autorizaciones al año para poder circular por el área restringida. Además, el transporte de mercancías (camiones y furgonetas) y de viajeros de carácter colectivos (autobuses y autocares) dispondrán de un año de moratoria para que puedan adaptar sus flotas.
Para poder gestionar estas exenciones, el AMB creará una plataforma tecnológica, “en la que deberán darse de alta todos los conductores si no quieren ser sancionados”, explicaba el vicepresidente de Movilidad, Transporte y Sostenibilidad del AMB, Antoni Poveda, quien recordaba que los afectados son principalmente los propietarios de vehículos gasolina fabricados antes del año 2000 y de diesel de antes de 2005.
Poveda señalaba que “más de 250 ciudades europeas tienen zonas de bajas emisiones” y aseguraba que se trata de “una medida fundamental, que complementará el trabajo que el AMB lleva haciendo desde hace años para mejorar la calidad del aire en la metrópolis”. En este sentido, destacaba la renovación de la flota de transporte público con vehículos menos contaminantes; la T-Verde metropolitana, que ha permitido que casi 5.000 usuarios ya hayan dado de baja sus vehículos privados a cambio de tres años de transporte público gratuito; la tarifa plana para la ciudadanía de la segunda corona, o la implantación de las líneas de Bus Expres y Metrobús.
El vicepresidente del AMB abogaba por seguir implantando medidas de mejora en este ámbito, puesto que las previsiones apuntan a que las restricciones del tráfico privado en la ZBE supondrán un incremento de la afluencia del transporte público que se estima en el entorno del 20% en los primeros meses, es decir unos 140.000 pasajeros más.
Por su parte, el conseller de Territorio y Sostenibilidad, Damià Calvet, añadía que el Govern apuesta por extender las ZBE a todas las ciudades grandes de Catalunya. “Es una medida estructural y que forma parte de un cambio absolutamente necesario porque estamos en emergencia climática”, apuntaba.
Sanciones a partir del mes de abril
Las sanciones variarán según el tipo de vehículo, la gravedad del incumplimiento y si se produce o no episodio de contaminación. Las de carácter leve irán de 200 a 499 euros; las graves, de 500 a 999, y las muy graves, de 1.000 a 1.803 euros. Todas ellas se podrán incrementar en un 30% en caso de reincidencia de la personas responsable. No obstante, las denuncias no se aplicarán hasta el 1 de abril para que los conductores tengan tiempo de adaptarse a la nueva normativa. Hasta ese mes, los que se salten el veto recibirán solo avisos.
José Luis | Martes, 17 de Septiembre de 2019 a las 02:11:42 horas
Otra propuesta que ya se hizo por parte de algunos Ayuntamientos de la comarca, junto la PTP en el ya lejano 2001 y que en el año 2007, coincidiendo con la Semana Europea de la Movilidad, a iniciativa de la misma PTP, demostró que era posible hacer un carril Bus-VAO en la B-23 en los 2 sentidos de entrada y salida por la Diagonal, desde Molins de Rei como se puede ver en este enlace:
**** s: **** transportpublic **** /carril-bus-ara-a-la-b23/
Con muy bajo coste, sin modificar el ancho de las vías, estrechando los 4 carriles por sentido existentes (calculado cuando esta vía era una autopista con límite de velocidad a 120 Km/h) ahora el límite sería 80 Km/h por lo que sin empeorar la seguridad se podrían estrechar y sin suprimir ninguno sería posible hacer un 5º carril reservado para autobuses y Vehículos de Alta Ocupació VAO con 3 o más personas, que ayudaría a poner nuevos servicios de Bus Exprés y Bus Metro, sobre todo en horas punta, competitivos en tiempo y en sostenibilidad ambiental con el coche privado (1.18 ocupantes/vehículo de promedio). esta medida a medio plazo permitiría que más personas dejaran de usar el vehículo privado para ir y volver al trabajo o a estudiar, sobre todo se hiciera un intercambiador modal subterráneo (como hay en muchas ciudades europeas) donde permitiera el enlace con la L3, L9 y el Tranvia y además permitiría que muchos de los autobuses que ahora entran hasta el ensanche lo dejaran de hacer.
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