OPINIÓN
Vamos a ganar esta guerra
ENRIC LLORCA. Diputado de Salud Pública de la Diputación de Barcelona y alcalde de Sant Andreu de la Barca
No os voy a hablar ni de las características del Coronavirus, ni de que es extremadamente contagioso, ni de todos los efectos que produce ni de nuestros heridos y de nuestras bajas en esta guerra.
Porque a nadie le debe quedar la menor duda que esto es una guerra del siglo XXI: sin balas, sin explosiones atómicas y mucho más sofisticada. Una guerra contra un virus.
Quiero deciros directamente que vamos a ganar. Porque contamos con el mejor arsenal contra nuestro enemigo. Tenemos la inteligencia en nuestros científicos luchando contrarreloj para que tengamos vacunas y fármacos para defendernos mejor; tenemos capacidad con millones de personas poniendo medios para detener al enemigo y con millares de administraciones y gobiernos organizando servicios mínimos, proveyendo de material, atendiendo a los más vulnerables, protegiéndonos a todos y a todas, garantizando nuestra seguridad.
Gobiernos en primera línea movilizando todos los medios humanos y materiales y sumando a los de las administraciones supramunicipales para asegurar la salud de nuestra ciudadanía.
Estamos en tiempos de generosidad. Es magnífico comprobar las muestras de solidaridad y generosidad de los unos hacia los otros. También de disciplina. Somos un pueblo un tanto indisciplinado por naturaleza pero cuando las circunstancias lo requieren, somos tan activos y responsables como el que más.
Inteligencia, capacidad, generosidad y disciplina: nuestras armas para ganar esta guerra. Pero también quiero expresaros las armas de nuestro enemigo el virus: el egoísmo, la cobardía y la indisciplina. Cuando acaparamos facilitamos armas a nuestro enemigo, cuando eludimos nuestras responsabilidades nos constituimos en arma de nuestro adversario y cuando no seguimos las directrices que nos marcan las instituciones proporcionamos la diseminación de nuestro enemigo.
Insisto. Podemos estar seguros de la victoria. Cada día vemos a millones de héroes anónimos que aportan elementos imprescindibles para nuestra victoria. Todos aquellos y aquellas que, con su trabajo y poniendo en riesgo su integridad, nos aseguran los servicios mínimos, el abastecimiento del agua, la luz, el teléfono, las comunicaciones…
Héroes anónimos a los que quiero rendir mi más sincero homenaje. Gracias a todos y a todas por vuestro coraje, generosidad y valentía.
Quiero terminar asegurándoos que desde todos los gobiernos locales estaremos a la altura del ejemplo que nos dais para reducir al máximo las consecuencias de esta guerra. Ciudadanos y ciudadanas, compañeros y compañeras, estando todos juntos, la victoria es nuestra.
No os voy a hablar ni de las características del Coronavirus, ni de que es extremadamente contagioso, ni de todos los efectos que produce ni de nuestros heridos y de nuestras bajas en esta guerra.
Porque a nadie le debe quedar la menor duda que esto es una guerra del siglo XXI: sin balas, sin explosiones atómicas y mucho más sofisticada. Una guerra contra un virus.
Quiero deciros directamente que vamos a ganar. Porque contamos con el mejor arsenal contra nuestro enemigo. Tenemos la inteligencia en nuestros científicos luchando contrarreloj para que tengamos vacunas y fármacos para defendernos mejor; tenemos capacidad con millones de personas poniendo medios para detener al enemigo y con millares de administraciones y gobiernos organizando servicios mínimos, proveyendo de material, atendiendo a los más vulnerables, protegiéndonos a todos y a todas, garantizando nuestra seguridad.
Gobiernos en primera línea movilizando todos los medios humanos y materiales y sumando a los de las administraciones supramunicipales para asegurar la salud de nuestra ciudadanía.
Estamos en tiempos de generosidad. Es magnífico comprobar las muestras de solidaridad y generosidad de los unos hacia los otros. También de disciplina. Somos un pueblo un tanto indisciplinado por naturaleza pero cuando las circunstancias lo requieren, somos tan activos y responsables como el que más.
Inteligencia, capacidad, generosidad y disciplina: nuestras armas para ganar esta guerra. Pero también quiero expresaros las armas de nuestro enemigo el virus: el egoísmo, la cobardía y la indisciplina. Cuando acaparamos facilitamos armas a nuestro enemigo, cuando eludimos nuestras responsabilidades nos constituimos en arma de nuestro adversario y cuando no seguimos las directrices que nos marcan las instituciones proporcionamos la diseminación de nuestro enemigo.
Insisto. Podemos estar seguros de la victoria. Cada día vemos a millones de héroes anónimos que aportan elementos imprescindibles para nuestra victoria. Todos aquellos y aquellas que, con su trabajo y poniendo en riesgo su integridad, nos aseguran los servicios mínimos, el abastecimiento del agua, la luz, el teléfono, las comunicaciones…
Héroes anónimos a los que quiero rendir mi más sincero homenaje. Gracias a todos y a todas por vuestro coraje, generosidad y valentía.
Quiero terminar asegurándoos que desde todos los gobiernos locales estaremos a la altura del ejemplo que nos dais para reducir al máximo las consecuencias de esta guerra. Ciudadanos y ciudadanas, compañeros y compañeras, estando todos juntos, la victoria es nuestra.











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