OPINIÓN
La supervivencia de empresas y autónomos es prioritaria
CARLES RUIZ. Alcalde de Viladecans.
La pandemia del COVID-19 nos deja una grave crisis económica y social. El cese repentino de la inmensa mayoría de la actividad ha provocado que muchos sectores de la economía estén pasándolo mal; desde los trabajadores sometidos a expedientes de regulación temporal de empleo hasta el pequeño comercio que no ha podido abrir sus puertas durante mucho tiempo, sin olvidarnos de los autónomos, cuya actividad se ha frenado por la falta de demanda.
Para salir de esta situación, Europa tendrá que establecer políticas económicas globales solidarias y los estados deberán replantearse nuevas estrategias de desarrollo. A España le va a tocar apoyarse en políticas de reindustrialización basadas en la innovación. No hay otra.
Pero, en el corto plazo y en la proximidad a las personas, que es donde nos movemos los Ayuntamientos, las estrategias deben basarse en acciones concretas. En el pleno municipal de Viladecans de abril, los grupos municipales aprobaron por unanimidad la creación de un Plan de Reactivación Local, de elaboración urgente para ser aprobado en el pleno de mayo. En los trabajos del plan participan todas las áreas municipales, todos los partidos políticos del pleno, y los principales agentes sociales de la ciudad. Creo que es destacable la unanimidad política lograda, resultante de una capacidad política ejemplar: todos los partidos remando en la misma dirección, en favor de la ciudadanía. No en todas partes pasa.
El Plan de Reactivación Local tendrá que contextualizarse en el marco de las competencias locales y deberá tener en cuenta las medidas que adopten las administraciones del Estado y la Generalitat de Catalunya. Sin duplicar las medidas que tomen las administraciones superiores, el plan local se centrará en el fomento de la actividad económica, en el refuerzo inmediato de la atención de las situaciones de vulnerabilidad, y el apoyo a la comunidad educativa y a las entidades ciudadanas. El plan contará con todos los recursos municipales a disposición para garantizar los bienes comunes.
Una de las prioridades va a ser la supervivencia de las empresas. De hecho, las primeras medidas que el Ayuntamiento tomó, nada más comenzar el estado de alarma, fue el aplazamiento de tasas e impuestos. Se trataba de minimizar el impacto del parón de la actividad, sobre todo de los 3.700 autónomos de Viladecans, de los que el 76% trabajan en el sector más afectado: el de los servicios. El Plan de Local de Reactivación trazará más medidas a favor de empresas y autónomos, en función de sus necesidades y de las capacidades municipales.
Tanto en las próximas fases de desescalada del confinamiento como después de la pandemia, las empresas, los autónomos y el Ayuntamiento deberemos crear una red de colaboración para establecer relaciones que ayuden a mejorar procesos. Tenemos que crear mecanismos en los que los autónomos, pequeñas empresas o comercios encuentren soluciones cercanas y rápidas a los problemas que se vayan planteando. La supervivencia de todas las empresas, sea cual sea su tamaño, es prioritaria.
Con la desescalada, los diferentes sectores de la actividad tendrán que ir recuperando músculo. Las necesarias medidas de prevención y seguridad dificultarán el trabajo cotidiano y somos conscientes de que habrá sectores, como la restauración, que seguirán sufriendo. El Ayuntamiento estará a su lado, ayudando en la medida de lo posible, respondiendo a nuevas necesidades cotidianas que, seguramente, entre todos iremos descubriendo, enmarcadas en una situación excepcional. No va a ser fácil garantizar la distancia social, realizar la continua limpieza desinfectante de espacios públicos y privados y acostumbrarse a mascarillas, guantes, pantallas… Pero, desde el Ayuntamiento, seguiremos trabajando para colaborar estrechamente y la comunicación entre todos será esencial.
Por otra parte, a pesar de las enormes dificultades, las principales inversiones del municipio continuarán en marcha. Más que nunca, las administraciones han de estimular la actividad económica y no deben frenar las inversiones previstas. Pronto comenzarán, por ejemplo, las obras del barrio de Llevant, apadrinadas por el Ayuntamiento y el Incasol, y esperemos que no tarde mucho la reforma de la carretera C-245, en la que participamos ayuntamientos, Área Metropolitana y Generalitat.
Salir de esta crisis va a ser un reto, pero ya tenemos la experiencia de haber luchado contra al crisis de 2008. Si en Viladecans logramos remontar un paro que en el año 2012 había llegado a sobrepasar el 20%, para que a principios de 2020 estuviera en el 9,5%, tendremos que volver a hacerlo. Va a ser necesaria la colaboración de todos y todas. En Viladecans, en nuestra comarca y en todo el país.
La pandemia del COVID-19 nos deja una grave crisis económica y social. El cese repentino de la inmensa mayoría de la actividad ha provocado que muchos sectores de la economía estén pasándolo mal; desde los trabajadores sometidos a expedientes de regulación temporal de empleo hasta el pequeño comercio que no ha podido abrir sus puertas durante mucho tiempo, sin olvidarnos de los autónomos, cuya actividad se ha frenado por la falta de demanda.
Para salir de esta situación, Europa tendrá que establecer políticas económicas globales solidarias y los estados deberán replantearse nuevas estrategias de desarrollo. A España le va a tocar apoyarse en políticas de reindustrialización basadas en la innovación. No hay otra.
Pero, en el corto plazo y en la proximidad a las personas, que es donde nos movemos los Ayuntamientos, las estrategias deben basarse en acciones concretas. En el pleno municipal de Viladecans de abril, los grupos municipales aprobaron por unanimidad la creación de un Plan de Reactivación Local, de elaboración urgente para ser aprobado en el pleno de mayo. En los trabajos del plan participan todas las áreas municipales, todos los partidos políticos del pleno, y los principales agentes sociales de la ciudad. Creo que es destacable la unanimidad política lograda, resultante de una capacidad política ejemplar: todos los partidos remando en la misma dirección, en favor de la ciudadanía. No en todas partes pasa.
El Plan de Reactivación Local tendrá que contextualizarse en el marco de las competencias locales y deberá tener en cuenta las medidas que adopten las administraciones del Estado y la Generalitat de Catalunya. Sin duplicar las medidas que tomen las administraciones superiores, el plan local se centrará en el fomento de la actividad económica, en el refuerzo inmediato de la atención de las situaciones de vulnerabilidad, y el apoyo a la comunidad educativa y a las entidades ciudadanas. El plan contará con todos los recursos municipales a disposición para garantizar los bienes comunes.
Una de las prioridades va a ser la supervivencia de las empresas. De hecho, las primeras medidas que el Ayuntamiento tomó, nada más comenzar el estado de alarma, fue el aplazamiento de tasas e impuestos. Se trataba de minimizar el impacto del parón de la actividad, sobre todo de los 3.700 autónomos de Viladecans, de los que el 76% trabajan en el sector más afectado: el de los servicios. El Plan de Local de Reactivación trazará más medidas a favor de empresas y autónomos, en función de sus necesidades y de las capacidades municipales.
Tanto en las próximas fases de desescalada del confinamiento como después de la pandemia, las empresas, los autónomos y el Ayuntamiento deberemos crear una red de colaboración para establecer relaciones que ayuden a mejorar procesos. Tenemos que crear mecanismos en los que los autónomos, pequeñas empresas o comercios encuentren soluciones cercanas y rápidas a los problemas que se vayan planteando. La supervivencia de todas las empresas, sea cual sea su tamaño, es prioritaria.
Con la desescalada, los diferentes sectores de la actividad tendrán que ir recuperando músculo. Las necesarias medidas de prevención y seguridad dificultarán el trabajo cotidiano y somos conscientes de que habrá sectores, como la restauración, que seguirán sufriendo. El Ayuntamiento estará a su lado, ayudando en la medida de lo posible, respondiendo a nuevas necesidades cotidianas que, seguramente, entre todos iremos descubriendo, enmarcadas en una situación excepcional. No va a ser fácil garantizar la distancia social, realizar la continua limpieza desinfectante de espacios públicos y privados y acostumbrarse a mascarillas, guantes, pantallas… Pero, desde el Ayuntamiento, seguiremos trabajando para colaborar estrechamente y la comunicación entre todos será esencial.
Por otra parte, a pesar de las enormes dificultades, las principales inversiones del municipio continuarán en marcha. Más que nunca, las administraciones han de estimular la actividad económica y no deben frenar las inversiones previstas. Pronto comenzarán, por ejemplo, las obras del barrio de Llevant, apadrinadas por el Ayuntamiento y el Incasol, y esperemos que no tarde mucho la reforma de la carretera C-245, en la que participamos ayuntamientos, Área Metropolitana y Generalitat.
Salir de esta crisis va a ser un reto, pero ya tenemos la experiencia de haber luchado contra al crisis de 2008. Si en Viladecans logramos remontar un paro que en el año 2012 había llegado a sobrepasar el 20%, para que a principios de 2020 estuviera en el 9,5%, tendremos que volver a hacerlo. Va a ser necesaria la colaboración de todos y todas. En Viladecans, en nuestra comarca y en todo el país.











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