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Miércoles, 15 de Julio de 2020
VILADECANS

El nuevo barrio de Llevant completará la fisonomía del núcleo urbano de la ciudad

La urbanización del sector, que se iniciará este mes, comportará mejoras en la movilidad, así como la construcción de vivienda asequible, equipamientos y zonas verdes

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El nuevo barrio de Llevant, cuya planificación está hecha desde hace más de una década, comenzará a coger forma este mes de julio. La urbanización de este sector, que ocupará 55 hectáreas en la zona conocida como Torrent Fondo, completará la fisonomía urbana del núcleo urbano de Viladecans y conllevará mejoras importantes para toda la ciudad, como la creación de un vial de ronda que reducirá el tráfico interno, la construcción de 1.371 pisos de protección oficial y la extensión del parque de Torre-roja para convertirlo en el parque más grande metropolitano, así como la dotación de equipamientos educativos, culturales, deportivos y lúdicos.

 

Los terrenos, de los cuales el Incasòl es uno de los propietarios prioritarios, están situados entre la carretera comarcal C-245, los barrios de Torre-roja y Campreciós, el espacio forestal de la montaña de Sant Ramon y el término municipal de Sant Boi. Desde el consistorio aseguran que el 35% del suelo del nuevo barrio de Llevant será zonas verdes y espacios libres, mientras que el 25% se destinará a calles, el 18% a equipamientos, el 15% a viviendas, el 6% a sistemas y servicios y el 1% a espacios comerciales. “La edificación residencial se concentrará en la zona cercana a la C-245 y el barrio de Torre-roja, donde ahora hay básicamente espacios en desuso de actividades económicas abandonadas y terrenos descampados privados”, señalan fuentes municipales. “Así, con la creación del nuevo barrio, el 84% del suelo pasará a ser público”, apuntan.

 

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Este predominio del verde en el barrio se materializará sobre todo en la ampliación del parque de Torre-roja, que triplicará su superficie, pasando de 11,5 a 34,2 hectáreas. “Crecerá hacia la falda de la montaña de Sant Ramon y se convertirá en el parque urbano más grande de toda el área metropolitana”, remarcan desde el Ayuntamiento. Se plantea hacer una intervención mínima de adecuación de los terrenos actuales, incorporando el mínimo mobiliario urbano necesario, pero plantando 1.474 nuevos árboles. Una parte de ellos contribuirán a crear un bosque urbano, con un 90% del suelo con cobertura vegetal de árboles y arbustos, “que se convertirá no únicamente en espacio de ocio en la naturaleza y de captación del CO2 para luchar contra el cambio climático, sino también en una área educativo y de ciencia al aire libre a modo de aula ambiental”, explican las mismas fuentes. Además, en el parque se ubicarán unos huertos lúdicos, para dar respuesta a la demanda ciudadana.

 

Vial para reducir el tráfico interno

 

La creación de un vial de cornisa en el nuevo barrio permitirá reducir la circulación de vehículos por el interior de la ciudad, ya sea tanto de los residentes locales como de aquellos que se desplazan al municipio vecino de Sant Climent, “contribuyendo a una reducción de la contaminación atmosférica y acústica y a una mayor seguridad vial”, resaltan desde el Ayuntamiento. Se calcula que dejarán de pasar cada día 3.000 coches por el eje de la riera de Sant Climent y el barrio de Torre-roja, acercando el acceso 50 de la autopista C-32 y ayudando a repartir mejor el tráfico entre los dos accesos de la ciudad en la autopista, descongestionando así la salida 52.

 

Por otra parte, el nuevo barrio incrementará un 30% la red ciclable local, ya que todas las calles principales tendrán carril bici; mientras que las vías secundarias serán ciclocalles con la velocidad limitada a 30 km/h para dar más seguridad al uso de la bicicleta por la calzada. Además, habrá una zona de prioridad peatonal en el espacio residencial. “De este modo, el nivel de emisiones de CO2 dentro del barrio puede ser hasta un 60% inferior al de la media local”, afirman fuentes municipales.

 

El nacimiento del nuevo barrio, que podría acoger hasta 8.000 personas, también conllevará la creación de una tercera línea de autobús local que permitirá enlazar rápidamente con la estación de tren.

 

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Nuevos equipamientos de ciudad

 

La urbanización de Llevant permitirá seguir ampliando los equipamientos de ciudad. Algunos eran tan necesarios que ya se avanzaron en las zonas fronterizas con el resto del municipio, como el tanatorio, el tercer ambulatorio (CAP Montbaig) o el polideportivo Joan Mas Grau-Podium.

 

Por ejemplo, cerca del estadio de béisbol está prevista la construcción de la piscina de verano, “un equipamiento muy reivindicado por la ciudadanía pero que no tenía una ubicación idónea en ningún otro lugar del municipio hasta ahora por las condiciones y dimensiones del espacio necesario”, reconocen desde el consistorio. Este año se prevé el inicio de la redacción del proyecto y en 2023 podría estar construida. También el futuro estadio de atletismo tendrá el 50% de su emplazamiento en el nuevo barrio y se potenciarán los elementos y espacios deportivos al aire libre en el parque de Torre-roja.

 

Otro equipamiento de primer nivel será el Ateneu de la Història, que albergará un centro cívico, una biblioteca especializada en patrimonio histórico, la nueva sede del Archivo Municipal y un espacio museístico. Estará ubicado frente a la plaza central del barrio donde se integrará en su estructura la chimenea y el horno de la antigua Bòbila de Sales, una de las fábricas más emblemáticas de Viladecans que se encuentra en estado de abandono desde que cesara su actividad a mediados de los 80. Otra mejora para el patrimonio histórico será la eliminación de las líneas eléctricas aéreas delante de la ermita de Salas, el edificio más antiguo de la ciudad y un elemento de interés histórico y atractivo turístico por las singulares pinturas medievales que se encontraron en su interior.

 

También se construirán un instituto-escuela, para dar una sede definitiva a la actual Escola Mediterrània y al Instituto Olímpia, ubicados en el parque de Torre-roja, y la nueva comisaría de la Policía Local.

 

La mitad de los pisos serán de protección

 

Casi la mitad de la gente de Viladecans tiene menos de 35 años. Ante la dificultad de acceso a la vivienda, sobre todo de los jóvenes, “el nuevo barrio se convierte en una herramienta para potenciar el acceso a una vivienda asequible y la emancipación en la propia ciudad”,  avalan desde el Ayuntamiento. De hecho, de las 2.996 viviendas previstas en el nuevo barrio, que estarán repartidas en 52 edificios residenciales, 1.371 serán de protección oficial (VPO), lo que supone el 47% del total, por encima de lo que marca la ley catalana.

 

El Incasòl dispone de un total de ocho parcelas destinadas a viviendas de protección oficial, y ya ha vendido seis de ellas a cooperativas, que levantarán un total de 474 pisos en régimen especial, general y concertado de protección oficial. En las dos parcelas restantes destinadas a vivienda social será el organismo dependiente de la Generalitat quien promoverá directamente otros 163 pisos protegidos de alquiler. Desde el Ayuntamiento de Viladecans aseguran que Llevant será “un barrio diverso, equilibrado y compacto”, con los edificios de viviendas concentrados junto a los barrios de Torre-roja y Sales. Éstos tendrán diferentes alturas, de entre tres y diez plantas, “con una concentración de edificabilidad que permitirá mejorar notablemente la sostenibilidad ambiental y la viabilidad funcional, además de ofrecer el máximo de espacios públicos”, garantizan.

 

38 millones de euros de inversión

 

El coste de las obras para dar forma a las infraestructuras y el espacio público será de 38 millones de euros, sin contar la construcción de edificaciones residenciales o de equipamientos. Una inversión que se reparte entre los titulares del suelo, sobre todo en manos de privados y del Incasòl. “Éstos urbanizarán los terrenos para construir viviendas ellos mismos o para incorporar a otros promotores”,  confirman desde el Ayuntamiento.

 

En la licitación pública para hacer las obras se presentaron diez propuestas. La adjudicataria, con la puntuación más alta, fue la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Sacyr, Scrinser y Excavaciones y Construcciones Benjumea.

 

El perímetro del nuevo barrio estará cerrado durante los dos años de obras por motivos de seguridad y para agilizar la actuación, pero se podrá acceder al espacio forestal de la montaña de Sant Ramon desde la avenida de la Fraternitat.

 

Aunque la mayoría de obras se harán fuera del núcleo urbano actual, se informará en cada momento de aquellas afectaciones imprescindibles, básicamente sobre la movilidad del entorno o el acceso a la montaña. Las únicas obras en el actual núcleo urbano serán la renovación de colectores de agua en la avenida de la Fraternitat y en la calle Torrent Fondo, para conectar el nuevo barrio a la red de recogida de las aguas pluviales.

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