El ocio en verano, más necesario que nunca

Después de un año muy complicado marcado por la crisis sanitaria y social provocada por la pandemia, las entidades especializadas en el ocio infantil y juvenil destacan la necesidad, más urgente que nunca, de poner en valor los beneficios de las actividades de verano y en facilitar el acceso a las familias más vulnerables, que van en aumento debido a la situación económica actual. De hecho, un reciente estudio llevado a cabo por la Fundació Pere Tarrés, que gestiona diversos centros en L’Hospitalet y el Baix Llobregat, asegura que el 30% de las familias becadas para poder participar en las actividades no habían pedido anteriormente ayudas.

Con el objetivo de garantizar el acceso al ocio de niños en situación de vulnerabilidad, se ha puesto en marcha un año más la campaña Cap infant sense colònies. “La fatiga pandémica ha provocado un sufrimiento social y emocional de las familias y el ocio ofrece a los niños y niñas la oportunidad de generar experiencias positivas que los ayudarán a gestionar los conflictos presentes y futuros”, explican desde la entidad.

La Fundació Pere Tarrés coordina cinco centros socioeducativos que atienden a infancia vulnerable en L’Hospitalet: Associació Centre Educatiu Esclat, Associació Educativa Itaca, Associació Educativa Nou Quitxalles, Casal Al Vent-Fundació La Vinya y Centre Obert i d’Esplai Bocins-Fundació la Vinya. Además de otros tres en el Baix Llobregat: Centre d’Esplai Infantil i Juvenil Gavina (Cornellà), Espai Infantil i Familiar La Semilla de Trigo (Sant Boi) y Centre Diari Sant Josep (Sant Vicenç dels Horts).

En estos ocho centros, en 2020 se dieron becas para actividades de verano por un importe de más de 44.000 euros. Así, de los 4.174 menores que participaron en los casales becados por la entidad, 138 eran de L’Hospitalet y 53 del Baix Llobregat.

Por otro lado, en la casa de colonias Josep Manyanet de Begues se montaron tres turnos de colonias becadas para menores de centros abiertos municipales gestionados por la entidad con un total de 132 participantes de diferentes localidades.

Ante la alerta de que la pobreza seguirá aumentando, la entidad se ha propuesto incrementar el número de becas. La finallidad es llegar a 5.000 niños becados en Catalunya y poder invertir 1.200.000 euros (el año pasado, se destinaron más de un millón de euros). Un objetivo que pretenden lograr a través de donativos de empresas y entidades colaboradoras y a través de iniciativas solidarias.

La campaña Cap infant sense colònies cuenta con el apoyo económico, entre otras instituciones, de la Generalitat de Catalunya, la Diputación de Barcelona, ​la Obra social de La Caixa y donantes particulares y empresas.

A parte de las actividades becadas, la Fundació Pere Tarrés también organiza en la comarca casales municipales (este verano serán cinco en Esplugues y dos en Sant Boi) y casales organizados por los mismos esplais del Moviment de Centres d’Esplai Cristians Catalans (MCECC) de la Fundació, unos 23 en el Baix Llobregat y L’Hospitalet según las previsiones para este año, que calculan una participación en total de 1.800 menores en el conjunto de actividades no becadas.

Además, este año la entidad participa en la organización del primer Camp de Treball que se hace en Sant Feliu, para jóvenes de 14 a 17 años, y que se llevará a cabo durante 10 días del mes de julio. Una iniciativa que impulsan conjuntamente con el departamento de Joventut de la Generalitat y el Ayuntamiento de Sant Feliu.

Para Fundesplai (Fundació Catalana del Esplai), con sede en El Prat y que gestiona una cuarentena de centros en el Baix Llobregat y L’Hospitalet, las actividades de verano también suponen el mejor antídoto contra los efectos de la pandemia en la infancia.

La campaña 2020 representó la primera experiencia de resocialización para muchos niños y niñas después de mucho tiempo de confinamiento. En la de este año se han doblado el número de inscripciones en las actividades respecto al año pasado por estas fechas, lo que demuestra "el gran interés de las familias para que los menores puedan disfrutar de las propuestas de ocio en contacto con la naturaleza", explican desde la entidad. Este año se organizarán 1.300 actividades (colonias, casales, campamentos, campos de trabajo y colonias en familias) con la previsión de superar los 68.000 participantes de 2019.

La campaña de este año de Fundesplai tiene como lema Fem possible un món  millor, que pretende que los menores se conciencien sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y como novedad, se celebrará la primera edición de un campus científico marino, organizado conjuntamente con la Fundación CRAM, con sede en El Prat, para jóvenes de entre 12 y 17 años que se convertirán en ‘científicos’ orientados a la investigación, conocimiento y conservación del medio marino mediterráneo.

Por otro lado, la entidad prevé un fuerte incremento en la petición de becas para participar en las actividades. Desde hace una década Fundesplai organiza la campaña solidaria Un estiu per a tothom, a través de la cual se hace captación de fondos y se otorgan becas a las familias que se encuentran en situación de vulnerabilidad. En 2019 se otorgaron 5.275 becas y, en 2020 fueron 4.667, pero teniendo en cuenta que el año pasado la participación se redujo a la mitad, respecto al número de participantes, el verano pasado aumentó un 57% el número de familias becadas.

La entidad también destaca el hecho de que en 2020 se otorgaron un 39% más de becas a familias en situación de paro por parte de uno o ambos progenitores (o en situación de ERTE) respecto a 2019.

Estos datos hacen pensar a los responsables de Fundesplai que este año las necesidades pueden ser mucho mayores que el año pasado como efecto de la crisis por la pandemia, por lo que han hecho un llamamiento a particulares, entidades, empresas y administraciones a colaborar en la campaña solidaria. Un 30% aproximadamente de las becas que dispensa Fundesplai son para participantes del Baix Llobregat y L’Hospitalet.

Atención socioeducativa municipal

Pendientes del cierre de las inscripciones, los ayuntamientos, con la implicación de las entidades sociales, también hacen un esfuerzo para cubrir las necesidades socioeducativas y alimentarias de los menores en época estival, ya sea a través de casales sociales específicos o con becas y subvenciones.

El objetivo es la atención socioeducativa de los niños en situación de vulnerabilidad o de riesgo social a través de su inclusión en las actividades de ocio que ofrecen las entidades colaboradoras en cada municipio, contemplando que dentro de estas actividades también se garantice las comidas de los niños.

En L’Hospitalet, el año pasado el gasto global del Ayuntamiento en ayudas para becar las actividades de ocio en verano en alguna de las 11 las entidades de la ciudad que forman parte de la red de Lleure fue de 368.632 euros, beneficiando a 2.271 niños de la ciudad. Estas cifras estuvieron algo por debajo en comparación con 2019, año prepandémico, donde la inversión fue de 415.000 euros para atender a 2.611 niños. “La tendencia fue del mantenimiento a nivel presupuestario, a pesar de la limitación de las plazas por las restricciones del PROCICAT, la falta de oferta para la educación especial y los confinamientos, aislamientos y cuarentenas”, aseguran fuentes municipales.

“Durante estos días se están llevando a cabo las valoraciones con los equipos de servicios sociales, infancia y educadores de las diferentes entidades, así como comisiones educativas con las escuelas, para determinar las necesidades de las familias y ponderar la intervención socioeducativa municipal para este verano”, explican desde el consistorio.

El Ayuntamiento de Cornellà, a parte del sistema de becas, cuenta con la colaboración de entidades de la ciudad para poner en marcha, un año más, los centros sociales de verano. La iniciativa estará dirigida esta fez a unos 270 menores en situación de vulnerabilidad para que durante los meses de julio y agosto tengan acceso a actividades de ocio y una alimentación saludable y equilibrada, servicios a los que normalmente no podrían acceder por razones económicas. Durante el mes de julio, este servicio social se incluye en la oferta de los centros y campus de la ciudad.

En agosto y hasta el inicio de curso, habrá dos propuestas inclusivas: las colonias de Can Padró y el Casal de Sant Ildefons.

Las colonias de Can Padró, organizadas por miembros de diferentes entidades del barrio y gestionadas por el Esplai Mowgli con el apoyo económico del Ayuntamiento, tiene previsto acoger alrededor de 80 niños y adolescentes para ir de colonias. El Casal Sant Ildefons, gestionado por el Club Infantil y Juvenil Sant Feliu-Sant Ildefons con el apoyo de otras entidades, ofertará unas 190 plazas para actividades socio-educativas y de ocio. En estos dos centros también se da cobertura a las necesidades diarias alimenticias de los niños para cumplir los objetivos de prevención y trabajo socio-educativo.

Este año se pondrá también en marcha en el municipio un proyecto piloto de casal social de verano Experimentalab, dirigido a adolescentes, que se llevará a cabo en el Citilab con un número de plazas aún por concretar.

En Sant Boi, las cuotas de los casals d’estiu municipales cuentan con reducciones en función del nivel de la renta familiar y en los casos de inscripciones de más de un niño de la misma familia. Asimismo, diferentes entidades que ofrecen actividades de ocio infantil en la ciudad obtienen apoyo por parte del Ayuntamiento para que puedan acoger a niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad. El consistorio destina a la actividad de centros de verano de julio y agosto más de 160.000 euros.

El Ayuntamiento de Esplugues invirtió el año pasado 28.122 euros en la concesión de 134 becas para financiar las actividades de ocio en verano. Fueron bastantes menos que el año anterior, cuando se otorgaron 332, debido a que la pandemia hizo que hubiera menos participantes. Así, del 27,5% de menores becados en 2019 se pasó el año pasado a un 22%. De cara a la nueva campaña, la intención es cubrir el 100% de las solicitudes que cumplan los requisitos.

Viladecans dispondrá un verano más de las instalaciones del Centre Obert para ofrecer actividades y acceso a un menú diario con 30 plazas en julio y 40 en agosto. El año pasado la inversión en estos servicios fue cercana a los 38.500 euros. Para este año, la intención del Ayuntamiento es “ofrecer apoyo a todas aquellas familias que nos lo soliciten a nivel individual y estén en situación de vulnerabilidad”.

El consistorio también establece un sistema de becas para facilitar a niños y jóvenes el acceso a las actividades, mientras que las entidades organizadoras reciben una subvención del 10% por cada menor inscrito por semana.

El Ayuntamiento de El Prat, este año se han reforzado las ayudas para facilitar el acceso en igualdad de oportunidades a las actividades de verano y cubrir la totalidad de las solicitudes recibidas por parte de la ciudadanía, teniendo en cuenta la repercusión social de la pandemia sobre las rentas familiares. Estas ayudas están dirigidas al conjunto de la ciudadanía y este año suman un total de 207.325 €, un 31% más que en 2020 y un 40% más que en 2019 en un contexto previo a la pandemia sanitaria.

Al gestionar las solicitudes de ayudas y valorar la situación social y económica de cada familia, se decide el porcentaje del coste de la actividad que se cubre en cada caso que, en el caso de aquellas familias en situación de mayor vulnerabilidad, puede llegar hasta el 100%.

“En esta ocasión no se opta por la reserva de plazas específicas para niños en riesgo de exclusión, sino por un modelo de acceso universal a las ayudas, que a la vez tiene en cuenta la diversidad y heterogeneidad de las situaciones socioeconómicas de las familias”, aseguran fuentes municipales. “Con este nuevo modelo, en el que el Ayuntamiento de El Prat ya trabajaba desde hacía tiempo, se pretende propiciar la convivencia en las mismas actividades de niños y niñas de situaciones, procedencias y perfiles diversos”, explican.

En Gavà se pondrá en marcha un año más en el mes de agosto el casal social en la escuela Jacme March, con 120 plazas y una aportación de 35.500 euros que serán financiados por la Generalitat en un 95% a través de un contrato programa. Por otro lado, el Ayuntamiento otorgará becas a las familias para las actividades de verano en función del nivel de renta y de las necesidades de conciliación. El verano pasado, con el descenso de las actividades por la pandemia, se concedieron solo cerca de una veintena. Un año antes, en 2019, fueron 96 las que se otorgaron, con un desembolso municipal cercano a los 30.000 euros.

Y en Sant Joan Despí la previsión es que este año se destinen alrededor de 45.000 euros para atender a unas 220 familias. “En función de las necesidades que se detecten después de la matrícula, la partida destinada se puede incrementar para atender las necesidades de las personas más vulnerables si fuera el caso", señalan desde el consistorio.