Sant Joan de Déu lanza un nuevo programa para implicar a las empresas en las actividades de humanización

Cada año el Hospital Sant Joan de Déu de Esplugues ingresa a una media de 23.000 pacientes. Una de las mayores preocupaciones del centro es hacer que la experiencia de la hospitalización sea lo más humanizada posible. Por este motivo, desde la implantación del programa Hospital Amic en el año 2004, las donaciones permiten al centro financiar actividades como la música, el arte, las intervenciones asistidas con perros o los payasos de hospital, entre otras muchas. "Todo ello con el objetivo de hacer que los pequeños pacientes no vivan su ingreso como un hecho traumático y estén distraídos el mayor tiempo posible", remarcan desde el hospital.

 

Conscientes de que son muchas las empresas preocupadas por la salud de los niños más vulnerables, así como activas en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, Sant Joan de Déu ha puesto en marcha el programa Myroom, con la finalidad de ofrecerles la oportunidad de ser las promotoras de las actividades de entretenimiento de una de las habitaciones del centro durante todo un año. A través de una donación de 5.000 euros, deducibles en el Impuesto de Sociedades según la Ley de Mecenazgo 49/2002, las empresas podrán hacer realidad las actividades que el hospital financie dentro de la habitación reservada para la compañía, en la cual además, estará presente su logo durante 365 días. 

 

Añadido a la presencia del logo en la habitación, Myroom contempla otra serie de contraprestaciones como, por ejemplo, el envío de un sello de colaborador para poder utilizar en las comunicaciones de la empresa a clientes y colaboradores, la mención en redes sociales y en la memoria solidaria anual del Hospital Sant Joan de Déu, o la posibilidad de hacer voluntariado corporativo en formato online con los pequeños pacientes.

 

El Hospital Sant Joan de Déu está concertado con la sanidad pública, pero gracias a las donaciones, lleva a cabo un gran número de proyectos que serían inviables de otra forma como, por ejemplo, la investigación de enfermedades pediátricas, la construcción o reforma de nuevos espacios, los programas de ayudas a las familias con menos recursos, la adquisición de equipos de vanguardia o las actividades de humanización.