La Diputación incrementa los fondos destinados al Servei de Control de Mosquits del Baix Llobregat

La Diputación de Barcelona y el Consell Comarcal del Baix Llobregat han renovado, un año más, el convenio que permite dar soporte técnico a los ayuntamientos en la prevención y control de mosquitos y otras plagas. El organismo provincial aporta, a través de este convenio, 300.000 euros para el desarrollo de las actividades necesarias, un 33% más que en 2021.

El acuerdo prevé la realización de diagnosis municipales en cuanto a los mosquitos, la ejecución de urgencia de las inspecciones entomológicas a causa de arbovirosis, la redacción de textos, vídeos y materiales técnicos y divulgativos, la capacidad de prestar servicios de experiencia en los ayuntamientos sobre plagas no habituales, y la participación y revisión de acciones formativas programadas por la Diputación de Barcelona.

Como novedad, el convenio incluye este año el estudio temático de la mosca negra en los entornos del río Anoia de los municipios de Abrera y Martorell, que en los últimos años se ha hecho muy presente en la zona. El estudio tiene por objetivo localizar los puntos de cría larvaria y proponer medidas correctoras, tales como tratamientos larvicidas biológicos. Asimismo, también pretende determinar las especies y su distribución en el tiempo.

“Llevamos 25 años ofreciendo apoyo a los ayuntamientos, que están en la primera línea en la detección y necesitan resolverlo eficazmente, facilitándoles la experiencia técnica para ello”, remarcaba el diputado delegado de Salud Pública y Consumo de la Diputación de Barcelona, ​​Jesús Naharro, durante la firma del convenio que tuvo lugar ayer en la Masía Can Comas.

Por su parte, la presidenta del Consell Comarcal del Baix Llobregat, Eva Martínez, celebraba la renovación del convenio con la Diputación de Barcelona y la ampliación presupuestaria, “que evidencia el compromiso mutuo para seguir trabajando en el control y vigilancia de los mosquitos en beneficio de las personas”. Martínez recordaba que desde el Servei de Control de Mosquits se da cobertura a una población de más de 1 millón de personas en un territorio de 425 km2.

El paso del río y la proximidad de zonas húmedas y del mar, hacen del Baix Llobregat uno de los lugares de Catalunya donde ha habido tradicionalmente mayor incidencia de mosquitos, con las consiguientes molestias y afectaciones en la salud de las personas. Por este motivo, desde la década de los años 80 del siglo pasado las administraciones públicas llevan a cabo acciones de control en los municipios.

Durante el verano de 2004, mediante la colaboración entre la Diputación y el Consell Comarcal del Baix Llobregat, se detectó por primera vez en Catalunya la presencia del mosquito tigre (Aedes albopictus), y desde entonces se han ido desarrollando intervenciones para su prevención y control.

Sin embargo, el alcance de la dispersión de la especie ha ido creciendo a lo largo de estos años, de modo que hoy en día en más de 232 municipios de la demarcación de Barcelona ya ha sido confirmada su presencia.

“El actual contexto climatológico y de emergencia climática y el incremento de los flujos de viajeros procedentes de países donde las enfermedades causadas por picaduras están presentes, hacen evidente la necesaria colaboración institucional entre todas las administraciones públicas con competencia en la materia”, apuntan desde la corporación.

El Servei de Control de Mosquits está financiado por la Diputación de Barcelona, la Generalitat de Catalunya, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y los 24 municipios de la comarca del Baix Llobregat y L’Hospitalet, a los que da cobertura. Proporciona servicios regulares a 27 entidades de la demarcación: 24 municipios, aeropuerto y puerto.