Lidl revive los Tres Molinos convirtiéndolos en su supermercado más grande de España

Después de ocho años, la actividad económica vuelve a los Tres Molinos, el icónico conjunto arquitectónico de Esplugues construido en 1961 y que durante mucho tiempo acogió un restaurante famoso por las celebraciones familiares, como bodas y comuniones. Y lo hace de la mano de la cadena de supermercados Lidl, que este jueves abrirá una tienda de más 1.800 metros cuadrados, la más grande de la firma en España, y para la que ha invertido 15 millones de euros.

La nueva edificación mantiene la fachada que da a la Ronda de Dalt y parte de la arquitectura original, los molinos que fueron declarados Bien de Interés Cultural por el Ayuntamiento en 1984. El Lidl Tres Molinos también es, según afirma la propia firma alemana, el más sostenible de la cadena, ya que tiene innovadores sistemas de climatización y de alumbrado que favorecen la eficiencia energética.

Responsables de Lidl en Catalunya y la alcaldesa de Esplugues, Pilar Díaz, han inaugurado este martes las instalaciones, 48 ​​horas antes de su apertura al público. La alcaldesa ha subrayado que la nueva actividad "contribuirá a impulsar nuestra economía y la creación de puestos de trabajo", ya que en el supermercado trabajarán 45 personas. Así mismo, la edil ha puesto de manifiesto los beneficios urbanísticos de la operación, ya que Lidl está financiando la construcción de un gran espacio verde, de 6.400 metros cuadrados, en el barrio del Gall que estaba ocupado por naves industriales abandonadas. Por otra parte, la empresa también ha construido un mirador público de 1.300 metros cuadrados, con acceso desde la avenida Ahrensburg.

Por parte de Lidl, su director de Expansión en Catalunya, Jordi Massó, ha recordado que ésta es la primera actividad que abren en Esplugues, pero que no será la única, ya que en breve comenzarán a construir los nuevos mercados municipales de La Plana y Can Vidalet, que tendrán supermercados de esta firma.

Icono arquitectónico histórico

La historia de este emblemático espacio se remonta al año 1961, cuando se construyeron los tres molinos en unos terrenos que, durante los años 50, se habían destinado a la celebración de fiestas. Poco tiempo después, la empresa Explotaciones Gastronómicas S.A. decidió abrir un restaurante con un aire especial, encargando el proyecto al arquitecto Climent Maynés que convirtió en cilíndrica la única torre que había, y que hasta entonces, era cuadrada.

Maynés fue quien decidió dar forma de molino a la ya cilíndrica torre y construir dos molinos idénticos más, siguiendo el mismo estilo de los de Castilla la Mancha, con aspas de madera y cubiera de paja. Fue entonces cuando el restaurante pasó a llamarse los Tres Molinos y a especializarse en celebraciones y banquetes.

En el año 1984, el Ayuntamiento de Esplugues decidía declarar los molinos como Bien Cultural al considerarlos un elemento “atípico y singular del perfil de la ciudad”, según se recoge en el inventario de patrimonio arquitectónico, elaborado por la Diputación de Barcelona, donde también son definidos como “un punto de referencia visual que señaliza el acceso de Esplugues desde Barcelona”. El restaurante cerró sus puertas hace ocho años y tras un fracasado intento de convertirlo en una discoteca, el edificio quedó sin actividad, deteriorándose con el paso del tiempo.