El Servei Local d'Ocupació se dota de nuevas herramientas de búsqueda y orientación laboral

El Servei Local d'Ocupació (SLO) del Centre de Promoció Econòmica del Ayuntamiento de El Prat, el espacio que atiende tanto personas que buscan trabajo como empresas que requieren de personal, se renueva con el objetivo de adaptarse a una nueva situación del mercado de trabajo. "Actualmente, a pesar de la mejora global de la tasa de paro, se detecta un desempleo cronificado en determinados colectivos, como las personas mayores de 45 años, con baja calificación o en situación de vulnerabilidad, además de mayor temporalidad y número de contratos a tiempo parcial entre la población ocupada", recuerdan desde el consistorio.
 
Según los últimos datos disponibles, correspondientes al año 2018, la tasa de desempleo local ha mejorado situándose en un 11,1%, un 3,4% menos que el año anterior. Este porcentaje se traduce en un total de 3.473 personas en paro en la población. Entre determinados colectivos, como las personas mayores de 55 años, este porcentaje asciende al 18,7%, según datos de 2018. Entre las mujeres y las personas jóvenes, con edades comprendidas entre los 16 y los 24 años, este porcentaje también es superior a la media y alcanza el 13,5% y el 13,8%, respectivamente.
 

Un nuevo modelo adaptado a las necesidades de las personas

Para hacer frente a esta realidad, el SLO ha revisado sus circuitos y métodos de orientación laboral, así como de intermediación en el mercado de trabajo, a fin de hacerlos más efectivos, basándose en un modelo de referencia compartido por gran parte de los dispositivos de orientación e inserción laboral de Catalunya.
 
El modelo se basa en el protagonismo de la persona y pone la mirada en la toma de conciencia, la autonomía y la responsabilidad de cada uno hacia el propio proceso. Establece itinerarios diferenciados y específicos en función de cada colectivo, "partiendo de la base de que cada uno dispone de un capital competencial que hay que identificar y poner en valor con tal de desarrollar estrategias para transferirlo al mercado de trabajo formal", explican desde el Ayuntamiento. "Este capital competencial lo conforman los conocimientos, habilidades y destrezas alcanzados en todos los ámbitos de la vida de las personas y no únicamente los desarrollados en un entorno laboral y que se clasifican en tres categorías: técnicas, básicas y transversales", apuntan las mismas fuentes.

El nuevo modelo permite a las personas definir proyectos profesionales propios a corto, medio y largo plazo y que éstos sean realistas y tengan elevadas posibilidades de éxito. Se estructura en cuatro fases: acogida, en la que se ajustan expectativas y se promueve la motivación y el compromiso; definición del proyecto profesional, cuando se define un plan de inserción operativo, viable y ajustado a cada situación; ejecución de proyecto, donde se ofrece un banco de recursos: formación profesionalizadora, búsqueda activa, bolsa de trabajo o desarrollo de competencias; y cierre, en el que se valora la consecución de los objetivos fijados.