ÁREA METROPOLITANA
El AMB acondiciona las playas de la comarca para el inicio de la nueva temporada
Los trabajos de labrado en los más de 15 kilómetros del litoral del Baix Llobregat comenzaron el lunes en Castelldefels
![[Img #24577]](https://elfar.cat/upload/images/03_2019/7558_a.jpg)
El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) inició el lunes los trabajos de labrado de los 32 kilómetros de playas metropolitanas. La actuación, que se realiza cada año, tiene como objetivo alcanzar un grado óptimo de salubridad de las playas de cara a la próxima temporada de baño, que comenzará durante las vacaciones de Semana Santa.
Los trabajos han comenzado por las playas de Castelldefels (del 25 al 30 de marzo), y continuarán por las de Gavà (del 28 de marzo al 2 de abril), Viladecans (del 1 al 4 de abril) y El Prat (del 2 al 5 de abril). El proceso de labrado consiste en voltear toda la arena de la playa hasta 50 centímetros de profundidad para que el aire y el sol hagan una acción de limpieza natural de la arena, aprovechando la acción desinfectante de los rayos solares. También se retiran los restos enterrados aportados por los temporales de invierno, por lo que se logra así un grado óptimo de salubridad de las playas de cara al inicio de la temporada.
Antes de la arada se hace un cribado previo para retirar los residuos que pueda haber en los 10 centímetros superficiales para no mezclarlos con la arena. Estos trabajos se hacen durante todo el año pero es a partir de este momento cuando se intensifican, y pasan a ser diarios durante la temporada alta (del 1 de junio al 30 de septiembre).
A posteriori, también se pasarán por todas las playas las máquinas electroimán con el objetivo de separar los elementos metálicos de la arena. Se prevé retirar cientos de elementos peligrosos, como clavos, anzuelos y restos de hierro oxidado.
El litoral metropolitano del Llobregat se extiende a lo largo de 15,3 kilómetros y lo conforman las playas de Castelldefels, Gavà, Viladecans y El Prat. Todas ellas ocupan una superficie de arena de 1,3 millones de metros cuadrados, convirtiéndose en uno de los escenarios públicos más utilizados y frecuentados por los ciudadanos metropolitanos.
Desde hace unos años, y debido a las variaciones climáticas, los temporales marítimos de invierno han aumentado, tanto en frecuencia como en intensidad. "Este hecho demuestra que la playa es un espacio vivo, con sus propias dinámicas, y que la gestión que hay para preservarlas también debe evolucionar", dicen desde el AMB. Por este motivo, actualmente es necesario, en muchos casos, no sólo limpiar la arena, sino también nivelarla y redistribuirla, así como sustituir el mobiliario que queda dañado, como las pasarelas. Durante este invierno, varios episodios de temporal han hecho necesario sustituir unas 40 pasarelas, que supone unos 132 metros lineales de este equipamiento, así como 10 papeleras. También han quedado dañadas 6 duchas y algunos palos de bandera y elementos de señalización.
Novedades de la temporada
Los trabajos de labrado y cribado de la arena también permiten dejar las playas en perfectas condiciones para empezar a colocar los diferentes elementos de mobiliario de temporada con los que el AMB equipa el litoral cada año, como las pasarelas de acceso o los módulos de aseo, primeros auxilios, policía y almacén.
Este año se colocarán 298 pasarelas, que suponen cerca de 980 metros y que estarán adaptados a las personas con movilidad reducida. En segundo lugar, se sustituirá una parte de las bases de madera de las duchas, se renovarán las plataformas de acceso y se mejorarán los juegos infantiles. También se instalarán seis nuevas duchas y lavapiés. Finalmente, se irán implantando nuevos aparcabicicletas con el objetivo de llegar progresivamente a todos los accesos.
En cuanto a la mejora de las zonas dunares, se han llevado a cabo diferentes tareas en las playas del delta del Llobregat, como el refuerzo y creación de nuevas dunas; la renovación e incremento de los cierres con palo y cuerda de las zonas dunares; una nueva señalización en el perímetro de protección de cierre dunar, con 1.000 elementos informativos; la eliminación de cubiertas densas de plantas invasoras en zonas dunares protegidas para favorecer la cría del chorlitejo patinegro (más de 5.000 metros cuadrados); o la plantación de especies psamófilas, que son las propias de los sistemas dunares (más de 7.000 unidades).
El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) inició el lunes los trabajos de labrado de los 32 kilómetros de playas metropolitanas. La actuación, que se realiza cada año, tiene como objetivo alcanzar un grado óptimo de salubridad de las playas de cara a la próxima temporada de baño, que comenzará durante las vacaciones de Semana Santa.
Los trabajos han comenzado por las playas de Castelldefels (del 25 al 30 de marzo), y continuarán por las de Gavà (del 28 de marzo al 2 de abril), Viladecans (del 1 al 4 de abril) y El Prat (del 2 al 5 de abril). El proceso de labrado consiste en voltear toda la arena de la playa hasta 50 centímetros de profundidad para que el aire y el sol hagan una acción de limpieza natural de la arena, aprovechando la acción desinfectante de los rayos solares. También se retiran los restos enterrados aportados por los temporales de invierno, por lo que se logra así un grado óptimo de salubridad de las playas de cara al inicio de la temporada.
Antes de la arada se hace un cribado previo para retirar los residuos que pueda haber en los 10 centímetros superficiales para no mezclarlos con la arena. Estos trabajos se hacen durante todo el año pero es a partir de este momento cuando se intensifican, y pasan a ser diarios durante la temporada alta (del 1 de junio al 30 de septiembre).
A posteriori, también se pasarán por todas las playas las máquinas electroimán con el objetivo de separar los elementos metálicos de la arena. Se prevé retirar cientos de elementos peligrosos, como clavos, anzuelos y restos de hierro oxidado.
El litoral metropolitano del Llobregat se extiende a lo largo de 15,3 kilómetros y lo conforman las playas de Castelldefels, Gavà, Viladecans y El Prat. Todas ellas ocupan una superficie de arena de 1,3 millones de metros cuadrados, convirtiéndose en uno de los escenarios públicos más utilizados y frecuentados por los ciudadanos metropolitanos.
Desde hace unos años, y debido a las variaciones climáticas, los temporales marítimos de invierno han aumentado, tanto en frecuencia como en intensidad. "Este hecho demuestra que la playa es un espacio vivo, con sus propias dinámicas, y que la gestión que hay para preservarlas también debe evolucionar", dicen desde el AMB. Por este motivo, actualmente es necesario, en muchos casos, no sólo limpiar la arena, sino también nivelarla y redistribuirla, así como sustituir el mobiliario que queda dañado, como las pasarelas. Durante este invierno, varios episodios de temporal han hecho necesario sustituir unas 40 pasarelas, que supone unos 132 metros lineales de este equipamiento, así como 10 papeleras. También han quedado dañadas 6 duchas y algunos palos de bandera y elementos de señalización.
Novedades de la temporada
Los trabajos de labrado y cribado de la arena también permiten dejar las playas en perfectas condiciones para empezar a colocar los diferentes elementos de mobiliario de temporada con los que el AMB equipa el litoral cada año, como las pasarelas de acceso o los módulos de aseo, primeros auxilios, policía y almacén.
Este año se colocarán 298 pasarelas, que suponen cerca de 980 metros y que estarán adaptados a las personas con movilidad reducida. En segundo lugar, se sustituirá una parte de las bases de madera de las duchas, se renovarán las plataformas de acceso y se mejorarán los juegos infantiles. También se instalarán seis nuevas duchas y lavapiés. Finalmente, se irán implantando nuevos aparcabicicletas con el objetivo de llegar progresivamente a todos los accesos.
En cuanto a la mejora de las zonas dunares, se han llevado a cabo diferentes tareas en las playas del delta del Llobregat, como el refuerzo y creación de nuevas dunas; la renovación e incremento de los cierres con palo y cuerda de las zonas dunares; una nueva señalización en el perímetro de protección de cierre dunar, con 1.000 elementos informativos; la eliminación de cubiertas densas de plantas invasoras en zonas dunares protegidas para favorecer la cría del chorlitejo patinegro (más de 5.000 metros cuadrados); o la plantación de especies psamófilas, que son las propias de los sistemas dunares (más de 7.000 unidades).
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