OPINIÓN
¿Qué país quieres y para quién? Estas elecciones tú decidirás
NOELIA BAIL. Candidata del Baix Llobregat por En Comú Podem al Senado y secretaria general de Podem Catalunya
Algunos piensan que la política debe hacerla una minoría. Los demás, la mayoría, nos debemos conformar con que la política te la hagan. Para gente como yo, que sufre las listas de espera, que gran parte de su salario lo destina a la vivienda, que tuvo que irse del país porque aquí no encontraba una salida profesional después de trabajos precarios y el paro, que estudió en barracones o en institutos donde la falta de inversión educativa dejaba obsoletos los ordenadores, la calefacción o con déficit de profesorado, que nos hagan política nunca fue buena idea.
Para gente como yo, que debe cuidar a sus mayores porque la Ley de Dependencia no funciona, las ayudas no llegan y las instituciones no se responsabilizan del cuidado de su gente, traspasando esa responsabilidad a las familias y a las mujeres, que hagan política por ti nunca fue bueno, más bien te causa dolor, indignación y frustración.
Nosotros, los que vivimos los recortes sociales y las desigualdades en primera persona, que aún encontrando futuro fuera de nuestro país, decidimos volver porque queremos un país para su gente, que la cuide y que la proteja. Una vida que valga la pena vivirla. Un país que lo gobierne gente decente, que cuando piense en su país, su patria, la imagine no a través de las banderas, sino con una educación y sanidad pública de calidad. Donde la gente no muera esperando ser operada o una ayuda de la Ley de Dependencia, donde puedas tener un techo digno en el que vivir y un trabajo que te permita llegar a final de mes. Esa gente corriente y decente que a partir del 15M decidió hacer política porque sabe lo que nos jugamos.
Estas elecciones son cruciales y con nuestro voto se decidirá si volvemos a la España del blanco y negro, de las cloacas del Estado, en un claro retroceso a lo rancio, a lo autoritario de la mano del PP, Vox y C's; si dejamos que España sea gobernada por políticas neoliberales que continuarán con los recortes sociales, desarmando el Estado de Bienestar de la mano de Cs y PSOE o le damos una oportunidad a nuestro país, que piense en su gente y no en los intereses de los poderosos, que luche por la conquista y la mejora de los derechos, que consiga subir más el SMI, que ponga límite a los precios del alquiler, que obligue a la banca a devolver los 60.000 millones del rescate, que prohíba las puertas giratorias y sea implacable contra los casos de corrupción. Un gobierno que no traicione a su ciudadanía con la venta de las pensiones fondos buitre ni acuse a las mujeres de ser responsables de la violencia que sufren. Eso solo puede hacerlo gente corriente y decente haciendo política.
No solo será crucial el Congreso. También lo será el Senado. Un Senado que debía servir para ser la cámara de representación territorial para tratar allí los problemas, necesidades y aspiraciones de los territorios. Un Senado que el PP ha convertido en su propio cementerio de elefantes, que lo utiliza como chiringuito de prejubilación. Y que se ha hecho famoso por aprobar la aplicación del 155. Y es que el futuro de Catalunya pasará por el Senado y solo Podemos puede asegurar que no se vuelva a repetir. Porque el 155 no es el camino. Las banderas en los balcones están ya descoloridas pero el problema persiste. Necesitamos otro camino. El del diálogo, el reconocimiento mutuo, la reconciliación. Será el Senado quien abra la puerta a poder debatir sobre la Monarquía o los privilegios de los y las diputadas. Será el Senado quien abra la puerta a la reforma constitucional. Si la gente decente, corriente que ha decidido hacer política no tiene la fuerza suficiente en el Congreso y el Senado, no podremos hacer de este país, un país para su gente. Y solo Unidas Podemos-En Comú Podem puede conseguirlo.
Algunos piensan que la política debe hacerla una minoría. Los demás, la mayoría, nos debemos conformar con que la política te la hagan. Para gente como yo, que sufre las listas de espera, que gran parte de su salario lo destina a la vivienda, que tuvo que irse del país porque aquí no encontraba una salida profesional después de trabajos precarios y el paro, que estudió en barracones o en institutos donde la falta de inversión educativa dejaba obsoletos los ordenadores, la calefacción o con déficit de profesorado, que nos hagan política nunca fue buena idea.
Para gente como yo, que debe cuidar a sus mayores porque la Ley de Dependencia no funciona, las ayudas no llegan y las instituciones no se responsabilizan del cuidado de su gente, traspasando esa responsabilidad a las familias y a las mujeres, que hagan política por ti nunca fue bueno, más bien te causa dolor, indignación y frustración.
Nosotros, los que vivimos los recortes sociales y las desigualdades en primera persona, que aún encontrando futuro fuera de nuestro país, decidimos volver porque queremos un país para su gente, que la cuide y que la proteja. Una vida que valga la pena vivirla. Un país que lo gobierne gente decente, que cuando piense en su país, su patria, la imagine no a través de las banderas, sino con una educación y sanidad pública de calidad. Donde la gente no muera esperando ser operada o una ayuda de la Ley de Dependencia, donde puedas tener un techo digno en el que vivir y un trabajo que te permita llegar a final de mes. Esa gente corriente y decente que a partir del 15M decidió hacer política porque sabe lo que nos jugamos.
Estas elecciones son cruciales y con nuestro voto se decidirá si volvemos a la España del blanco y negro, de las cloacas del Estado, en un claro retroceso a lo rancio, a lo autoritario de la mano del PP, Vox y C's; si dejamos que España sea gobernada por políticas neoliberales que continuarán con los recortes sociales, desarmando el Estado de Bienestar de la mano de Cs y PSOE o le damos una oportunidad a nuestro país, que piense en su gente y no en los intereses de los poderosos, que luche por la conquista y la mejora de los derechos, que consiga subir más el SMI, que ponga límite a los precios del alquiler, que obligue a la banca a devolver los 60.000 millones del rescate, que prohíba las puertas giratorias y sea implacable contra los casos de corrupción. Un gobierno que no traicione a su ciudadanía con la venta de las pensiones fondos buitre ni acuse a las mujeres de ser responsables de la violencia que sufren. Eso solo puede hacerlo gente corriente y decente haciendo política.
No solo será crucial el Congreso. También lo será el Senado. Un Senado que debía servir para ser la cámara de representación territorial para tratar allí los problemas, necesidades y aspiraciones de los territorios. Un Senado que el PP ha convertido en su propio cementerio de elefantes, que lo utiliza como chiringuito de prejubilación. Y que se ha hecho famoso por aprobar la aplicación del 155. Y es que el futuro de Catalunya pasará por el Senado y solo Podemos puede asegurar que no se vuelva a repetir. Porque el 155 no es el camino. Las banderas en los balcones están ya descoloridas pero el problema persiste. Necesitamos otro camino. El del diálogo, el reconocimiento mutuo, la reconciliación. Será el Senado quien abra la puerta a poder debatir sobre la Monarquía o los privilegios de los y las diputadas. Será el Senado quien abra la puerta a la reforma constitucional. Si la gente decente, corriente que ha decidido hacer política no tiene la fuerza suficiente en el Congreso y el Senado, no podremos hacer de este país, un país para su gente. Y solo Unidas Podemos-En Comú Podem puede conseguirlo.
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