Es necesario pasar página

La continuidad del actual gobierno catalán solo supone la parálisis de la administración de la Generalitat. La tardanza del president Torra por convocar elecciones, después de que él mismo haya anunciado que la legislatura estaba acabada, responde exclusivamente a intereses partidistas y tacticistas.

El enfrentamiento entre los partidos independentistas en el poder es evidente y parece inevitable que la relación entre ERC y la posconvergencia irá empeorando conforme pasen los días sin calendario electoral. Es la absurda situación a la que nos ha llevado el procés: un presidente sustituto, que no fue ni siquiera en los primeros puestos de su lista electoral, lleva las riendas de un país dividido, dirigido por un gobierno dividido.

La sociedad catalana necesita salir del bucle del procés. Los catalanes merecemos gobernantes que se enfrenten a los problemas de las personas y que tengan una mirada estratégica del futuro económico del país. Los últimos años de exacerbación independentista han sido un error, han provocado una crisis institucional, la huida de bancos y empresas y el enfrentamiento sentimental entre catalanes. Han desestabilizado, incluso, la política española.

Pasarán los años y la historia juzgará el procés como aquel período que no sirvió para nada y del que nadie recordará nada positivo. Ya hay muchos catalanes que así lo piensan y son tan catalanes como cualquier independentista. Los responsables de la alocada carrera hacia la secesión deberían reconocer y explicar públicamente que el procés fue una irresponsabilidad y, sobre todo, una gran mentira.

Es preocupante la inacción institucional de la Generalitat. Necesitamos pasar página, que se celebren elecciones que nadie considere plebiscitarias. Unas elecciones normales celebradas en un país normal, de las que salgan escogidos gobernantes que piensen en las personas y no en las banderas. Unas elecciones que, por favor, se convoquen lo antes posible.