OPINIÓN
La reivindicación debe continuar
MARI CARMEN GALLEGO. Periodista
Las mujeres no tendríamos que reivindicarnos constantemente. Recordar el trabajo que hacemos en casa y fuera de ella, que a menudo nuestro salario es inferior al de nuestro compañero de trabajo, varón, que en ocasiones tenemos que sacrificar nuestra carrera profesional para conciliarla con nuestra vida personal... Pero lo hacemos. Lo tenemos que hacer porque la sociedad en la que vivimos, que entre todos hemos creado, nos ha relegado a este papel. “Detrás de un hombre siempre hay una gran mujer”, lo hemos oído cientos de veces. Confiamos que los cambios que se viven en la sociedad nos lleven a decir en un futuro que al lado de una gran persona siempre hay otra gran persona.
Cambiar roles, compartir tareas y responsabilidades, hacer una sociedad igualitaria. Son todos ellos síntomas de una sociedad moderna. Una sociedad que mira hacia el futuro con optimismo. Un cambio en el que todos tenemos que involucrarnos. Y debemos hacerlo enseñando a los más pequeños que no hay juegos de niños y juegos de niñas, que no hay estudios de chicos y estudios de chicas y que no hay empleos de mujeres y empleos de hombres.
Los que somos de la llamada generación boomer, los cuarentones y los cincuentones, aún recordamos la manida canción de Los Payasos de la Tele, que sugería que una niña no podía jugar como sus compañeros chicos porque debía dedicarse a las tareas de la casa. Nos parece impensable que actualmente una canción con ese mensaje pudiera ser popular, ¿verdad? ¡Y encima la cantábamos tan contentas! Igual de contentas que nos poníamos cuando los Reyes nos traían una tabla de planchar. Pero desgraciadamente la cosa no ha cambiado tanto si escuchamos ahora canciones de reggaeton que limitan el papel de la mujer a un objeto. Y las chicas las cantan contentas y orgullosas, igual que nosotras con la tabla de planchar.
Las mujeres no tendríamos que reivindicarnos constantemente. Recordar el trabajo que hacemos en casa y fuera de ella, que a menudo nuestro salario es inferior al de nuestro compañero de trabajo, varón, que en ocasiones tenemos que sacrificar nuestra carrera profesional para conciliarla con nuestra vida personal... Pero lo hacemos. Lo tenemos que hacer porque la sociedad en la que vivimos, que entre todos hemos creado, nos ha relegado a este papel. “Detrás de un hombre siempre hay una gran mujer”, lo hemos oído cientos de veces. Confiamos que los cambios que se viven en la sociedad nos lleven a decir en un futuro que al lado de una gran persona siempre hay otra gran persona.
Cambiar roles, compartir tareas y responsabilidades, hacer una sociedad igualitaria. Son todos ellos síntomas de una sociedad moderna. Una sociedad que mira hacia el futuro con optimismo. Un cambio en el que todos tenemos que involucrarnos. Y debemos hacerlo enseñando a los más pequeños que no hay juegos de niños y juegos de niñas, que no hay estudios de chicos y estudios de chicas y que no hay empleos de mujeres y empleos de hombres.
Los que somos de la llamada generación boomer, los cuarentones y los cincuentones, aún recordamos la manida canción de Los Payasos de la Tele, que sugería que una niña no podía jugar como sus compañeros chicos porque debía dedicarse a las tareas de la casa. Nos parece impensable que actualmente una canción con ese mensaje pudiera ser popular, ¿verdad? ¡Y encima la cantábamos tan contentas! Igual de contentas que nos poníamos cuando los Reyes nos traían una tabla de planchar. Pero desgraciadamente la cosa no ha cambiado tanto si escuchamos ahora canciones de reggaeton que limitan el papel de la mujer a un objeto. Y las chicas las cantan contentas y orgullosas, igual que nosotras con la tabla de planchar.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.34