Viernes, 19 de Septiembre de 2025

Actualizada

Viernes, 19 de Septiembre de 2025 a las 00:07:12 horas

| 695
Jueves, 23 de Abril de 2020
OPINIÓN

El chándal con zapatos

RAÚL MONTILLA. Periodista

[Img #30944]El domingo fue el primer día que me puse chándal desde hace mucho. Está siendo un confinamiento de muchas primeras cosas, también por lo del chándal en domingo y eso que soy de la generación en la que era habitual o por lo menos no era raro vestirlo o verlo llevar con zapatos. Será la edad o simplemente cosas del barrio.

 

Quién nos iba a decir que tendríamos que limpiar con un trapo mojado en una disolución de lejía los envases de los yogures, que aprenderíamos el tipo de mascarillas que hay en el mundo…

 

Un confinamiento en el que he vuelto al Rioja –siempre te tendré igualmente conmigo Montsant- y en el que he regresado a la novela siempre pendiente de escribir: la que tiene como escenario principal el Barranco (mi calle), Can Serra, el Torras i Bages y muchos bancos (los de sentarse, comer pipas, hablar pero también hacer botellón y fumar algún porro).

 

Un retiro obligado en el que hacer videoconferencias se ha vuelto lo habitual. Hacía décadas que no hablaba tanto con mis padres. Qué dolorosas que deben ser las pérdidas de estos días en las que no puede haber una despedida.

 

Esta crisis sanitaria han evidenciado los recortes en sanidad, lo débil que es todavía el estado de bienestar y a la vez necesario: las desigualdades campan como vergüenzas de una sociedad que se creía madura, pero que tiene demasiado que aprender empezando por la humildad. Cuánto queda por hacer en las políticas destinadas a los más mayores. La dejación pública –sí, es dejación- del que han sido objeto algunas residencias de ancianos ha sido criminal.

 

La administración local, las ciudades, han vuelto a dar la cara. Los ayuntamientos siempre en la primera línea de batalla, en la trinchera, incluso en las pandemias mundiales. Los que saben dicen que el futuro es el de las ciudades-estado…Será así o no será.

 

Quizás en un año lo habremos olvidado todo: los mismos que nos dicen que es cuestión de semanas sumergirnos en la Gran Depresión, aseguran que el 2021 o el 2022, viviremos unos felices años veinte.

 

Espero que no olvidemos, que aprendamos. ¿El qué? Todo. Empezando por poner en valor al propio ser humano. Vista o no chándal con zapatos.

Comentarios Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.179

Todavía no hay comentarios

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.