El Ayuntamiento destina 300.000 euros a reactivar el comercio local

 

El Ayuntamiento de Cornellà, a través de la empresa municipal de Promoción Social, Urbana y Económica (Procornellà) trabaja en una nueva iniciativa para incentivar el comercio de proximidad y ayudar a los establecimientos a paliar los efectos provocados por la crisis del COVID-19. Se trata de poner en circulación tarjetas monedero por un valor de 100 euros cada una, de los cuales el consumidor aportará el 70% de su valor y el consistorio el 30% restante.

 

"La propuesta es en sí misma también un empuje para los compradores, incentivándolos económicamente para que hagan sus compras en los establecimientos adheridos", aseguran fuentes municipales. En estos momentos, el proyecto está en fase de adhesión de establecimientos que tienen de tiempo hasta el 31 de julio para sumarse a la iniciativa.

El nuevo proyecto ve la luz en el marco del documento aprobado por el consistorio cornellanense y que recoge todo un conjunto de medidas sociales, fiscales y de movilidad para hacer frente a las consecuencias del coronavirus en la ciudad.

 

Se pueden adherir todo tipo de comercios y establecimientos de Cornellà como restaurantes, pequeñas tiendas de alimentación, de moda, droguerías, librerías, ferreterías, mercerías, zapaterías... Quedan excluidas grandes superficies comerciales, grandes cadenas, franquicias y los establecimientos que tengan más de diez trabajadores. "El objetivo es beneficiar al comercio de proximidad, el comercio local que llena de vida las calles, la ciudad", explican desde el consistorio. Los consumidores podrán consultar en el portal web www.compracornella.cat el listado de los establecimientos que participan en la campaña.

Según la previsión, a partir del 1 de septiembre, el ciudadano de Cornellà podrá adquirir su tarjeta monedero a través del portal web y recogerla en cualquiera de los cuatro puntos que habilitarán distribuidos por la ciudad. Solo se podrá adquirir una tarjeta por DNI con mayoría de edad.

El proyecto cuenta con una dotación económica por parte del consistorio de 300.000 euros que se estima que se traduzcan en ventas por valor de un millón de euros en establecimientos del municipio. Desde el Ayuntamiento "se quiere ayudar a los comerciantes a paliar esta crisis económica pidiendo a la ciudadanía su implicación para recuperar la confianza y fortalecer la economía local", remarcan.