EL PRAT
La ciudad declara la emergencia climática
El pleno aprueba un documento que recoge la estrategia de transición energética del municipio para los próximos años, con 140 medidas que van desde la defensa de los Espacios Naturales del Delta al impulso de un nuevo modelo de movilidad, gestión de residuos y consumo energético
![[Img #33223]](https://elfar.cat/upload/images/09_2020/9461_13-elprat-copia.jpg)
El Ayuntamiento de El Prat ha aprobado la Declaración de Emergencia Climática, dando así el pistoletazo de salida a una ambiciosa estrategia para promover la transición energética en la ciudad, que contempla un amplio abanico de medidas, relacionadas con la movilidad y las infraestructuras; el modelo energético; el crecimiento económico sostenible; el consumo y la gestión de los residuos; la alimentación; la sensibilización social y cultural en materia ambiental; la protección de los Espacios naturales del Delta y del Parque Agrario del Baix Llobregat, el uso eficiente del agua y la calidad del aire y ambiental para la mejora de la salud.
La declaración, además, también tiene en cuenta la ubicación estratégica de El Prat entre dos grandes infraestructuras, como son el aeropuerto y el puerto, y su impacto ambiental. Y vuelve a expresar el rotundo rechazo del consistorio a la ampliación del aeródromo barcelonés propuesta por Aena.
Ante el impacto socioeconómico del COVID-19, la estrategia de transición energética es también uno de los principales ejes para la recuperación del municipio. De hecho, así queda contemplado en Acuerdo de Ciudad para la reconstrucción de El Prat, presentado el pasado mes de julio junto con agentes sociales. “La pandemia ha puesto de manifiesto la necesidad de repensar el espacio urbano y promover modelos de ciudad más sostenible”, remarcan desde el consistorio. “Y esto pasa por fomentar más y mejores espacios verdes, la eficiencia energética o el abastecimiento de productos desde la proximidad”, apuntan las mismas fuentes. Así mismo, la crisis del coronavirus también ha evidenciado la importancia de fomentar un modelo de crecimiento económico y unos modos de transporte más sostenibles, al reflejar los efectos positivos de la reducción de la emisión de gases contaminantes derivados de la reducción del tráfico o de los niveles de actividad de determinados sectores.
Los contenidos de la declaración se dividen en diferentes ejes de actuación, como el cambio de modelo energético. En esta materia, se pondrá en marcha próximamente una nueva Oficina de Energía para apoyar y asesorar a familias en situación vulnerable y a la población en general, además de comercios y empresas.
Otra de las principales medidas será fomentar las instalaciones de autoconsumo con energía fotovoltaica, con la que uno o más hogares se autoabastecen de energía eléctrica a un precio más económico. Para facilitar su instalación se prevén varias bonificaciones fiscales.
Además, se promoverán las Comunidades Ciudadanas de Energía, que funcionarán como espacios de autoconsumo y servicios energéticos compartidos; y se pondrá en marcha un mapa energético, que mostrará el nivel de consumo (eléctrico y térmico) de los edificios de El Prat; así como el desarrollo de una ordenanza energética, para garantizar que tanto los nuevos edificios como aquellos donde se hagan grandes rehabilitaciones sean de consumo casi nulo.
En los propios edificios municipales, concretamente en una veintena, también se fomentará el autoconsumo compartido de energía fotovoltaica, con el apoyo de fondos europeos Feder. A través del autoconsumo compartido, cuando se generen excedentes de energía fotovoltaica en uno de estos edificios, se podrán derivar a otros que lo necesiten. En total, se instalará 1 megavatio de energía fotovoltaica.
Otra de las medidas pioneras en este ámbito será la articulación del primer barrio de emisiones cero del área metropolitana de Barcelona en el sector Seda-Paperera de El Prat.
La segunda línea de acción va encaminada a adaptar el modelo urbano y consolidar los espacios naturales protegidos. Con este objetivo, se impulsará un corredor verde de sur a norte y de este a oeste de la ciudad, que conectará los espacios verdes entre ellos y con los espacios naturales protegidos y el Parque Agrario. También se quieren articular tres nodos de biodiversidad y reservas de naturaleza como parte esencial de la infraestructura verde urbana. Por otra parte, se proponen nuevas estrategias de gestión, de forma compartida con otros municipios, del Parque Agrario como principal espacio de producción agrícola del área metropolitana-, los espacios naturales protegidos del delta del Llobregat y para la protección del litoral.
El tercer eje de actuación es el cambio de modelo de la movilidad e infraestructuras. Aquí se plantean medidas como ampliar el ámbito urbano de las Zonas 30, la sustitución de los coches de la administración local por vehículos eléctricos y fomentar su uso compartido siempre que sea posible. Así mismo, los concejales y el personal municipal se comprometen a no utilizarán el avión en desplazamientos de menos de 1.000 km siempre que haya alternativa ferroviaria.
Economía justa y sostenible
El cambio de modelo económico -por uno más justo y sostenible- también queda contemplado en la declaración. Y se hará mediante diferentes instrumentos como, por ejemplo, la elaboración de una instrucción de contratación pública y compra con criterios bajos en carbono, o profundizando en la compra pública verde y social del Ayuntamiento. También se incorporarán criterios de responsabilidad ambiental en las nuevas concesiones que otorgue el consistorio y se hará uso de la fiscalidad social y climática, generando incentivos económicos para aquellos comportamientos más sostenibles.
Otro de los puntos importantes es facilitar un modelo de ciudad que haga un consumo crítico y responsable y avance hacia un modelo de economía circular. Una de las medidas más destacadas es el desarrollo de la Estrategia de residuo cero, impulsando el uso de material reciclable y reutilizable en fiestas y eventos u otras actividades.
Cuidar el agua, la salud, el bienestar y la calidad ambiental también forman parte de la estrategia local. En este sentido, para potenciar un uso más eficiente de los recursos hídricos, se aprobará una ordenanza que obligue a la utilización de aguas pluviales, freáticas o regeneradas en nuevos edificios, zonas de nueva urbanización y grandes rehabilitaciones. Otras medidas son elaborar el Plan de Calidad del Aire y activar seis equipamientos municipales como refugios climáticos, espacios con una temperatura de confort donde la ciudadanía pueda protegerse de condiciones climáticas extremas.
Por último, se aboga por un cambio de modelo de alimentación y otro cultural. Para disminuir la generación de emisiones del sistema alimentario de la ciudad y promover dietas más saludables y bajas en carbono, se apuesta por la producción agroecológica local, aumentar la oferta y el acceso a los productos de proximidad y reducir el consumo de proteína animal y alimentos ultraprocesados. Con este objetivo, se trabajará especialmente en escuelas y espacios municipales. Otra medida pasar por colaborar con el futuro mercado mayorista de alimentos frescos ecológicos y de producción integrada en Mercabarna, que potencie la venta de este tipo de productos e impulse la participación de los agricultores locales.
Con respecto al cambio de modelo cultural, el documento también plantea acciones para sensibilizar e involucrar a la ciudadanía en la transición energética, especialmente en el mundo educativo y dirigidas a los más jóvenes. Por ello, el programa municipal Interseccions, que promueve el trabajo en red de agentes sociales, culturales y educativos, incorporará acciones en materia de medio ambiente. Así mismo, en las bases de subvenciones del Ayuntamiento, se incorporará la responsabilidad ambiental como criterio de valoración en los proyectos presentados por las entidades, para fomentar su corresponsabilización en la materia.
Mesa del cambio climático
Una vez aprobada esta declaración, se constituirá próximamente la Mesa del Cambio Climático, en la que participarán los diferentes actores sociales, políticos, institucionales y económicos de la ciudad involucrados en esta materia, incluyendo también una representación del aeropuerto y del puerto de Barcelona.
La Declaración de Emergencia Climática se aprobó en el pleno municipal del 9 de septiembre con el voto favorable de todos los grupos municipales, excepto Ciudadanos, que se abstuvo.
![[Img #33223]](https://elfar.cat/upload/images/09_2020/9461_13-elprat-copia.jpg)
El Ayuntamiento de El Prat ha aprobado la Declaración de Emergencia Climática, dando así el pistoletazo de salida a una ambiciosa estrategia para promover la transición energética en la ciudad, que contempla un amplio abanico de medidas, relacionadas con la movilidad y las infraestructuras; el modelo energético; el crecimiento económico sostenible; el consumo y la gestión de los residuos; la alimentación; la sensibilización social y cultural en materia ambiental; la protección de los Espacios naturales del Delta y del Parque Agrario del Baix Llobregat, el uso eficiente del agua y la calidad del aire y ambiental para la mejora de la salud.
La declaración, además, también tiene en cuenta la ubicación estratégica de El Prat entre dos grandes infraestructuras, como son el aeropuerto y el puerto, y su impacto ambiental. Y vuelve a expresar el rotundo rechazo del consistorio a la ampliación del aeródromo barcelonés propuesta por Aena.
Ante el impacto socioeconómico del COVID-19, la estrategia de transición energética es también uno de los principales ejes para la recuperación del municipio. De hecho, así queda contemplado en Acuerdo de Ciudad para la reconstrucción de El Prat, presentado el pasado mes de julio junto con agentes sociales. “La pandemia ha puesto de manifiesto la necesidad de repensar el espacio urbano y promover modelos de ciudad más sostenible”, remarcan desde el consistorio. “Y esto pasa por fomentar más y mejores espacios verdes, la eficiencia energética o el abastecimiento de productos desde la proximidad”, apuntan las mismas fuentes. Así mismo, la crisis del coronavirus también ha evidenciado la importancia de fomentar un modelo de crecimiento económico y unos modos de transporte más sostenibles, al reflejar los efectos positivos de la reducción de la emisión de gases contaminantes derivados de la reducción del tráfico o de los niveles de actividad de determinados sectores.
Los contenidos de la declaración se dividen en diferentes ejes de actuación, como el cambio de modelo energético. En esta materia, se pondrá en marcha próximamente una nueva Oficina de Energía para apoyar y asesorar a familias en situación vulnerable y a la población en general, además de comercios y empresas.
Otra de las principales medidas será fomentar las instalaciones de autoconsumo con energía fotovoltaica, con la que uno o más hogares se autoabastecen de energía eléctrica a un precio más económico. Para facilitar su instalación se prevén varias bonificaciones fiscales.
Además, se promoverán las Comunidades Ciudadanas de Energía, que funcionarán como espacios de autoconsumo y servicios energéticos compartidos; y se pondrá en marcha un mapa energético, que mostrará el nivel de consumo (eléctrico y térmico) de los edificios de El Prat; así como el desarrollo de una ordenanza energética, para garantizar que tanto los nuevos edificios como aquellos donde se hagan grandes rehabilitaciones sean de consumo casi nulo.
En los propios edificios municipales, concretamente en una veintena, también se fomentará el autoconsumo compartido de energía fotovoltaica, con el apoyo de fondos europeos Feder. A través del autoconsumo compartido, cuando se generen excedentes de energía fotovoltaica en uno de estos edificios, se podrán derivar a otros que lo necesiten. En total, se instalará 1 megavatio de energía fotovoltaica.
Otra de las medidas pioneras en este ámbito será la articulación del primer barrio de emisiones cero del área metropolitana de Barcelona en el sector Seda-Paperera de El Prat.
La segunda línea de acción va encaminada a adaptar el modelo urbano y consolidar los espacios naturales protegidos. Con este objetivo, se impulsará un corredor verde de sur a norte y de este a oeste de la ciudad, que conectará los espacios verdes entre ellos y con los espacios naturales protegidos y el Parque Agrario. También se quieren articular tres nodos de biodiversidad y reservas de naturaleza como parte esencial de la infraestructura verde urbana. Por otra parte, se proponen nuevas estrategias de gestión, de forma compartida con otros municipios, del Parque Agrario como principal espacio de producción agrícola del área metropolitana-, los espacios naturales protegidos del delta del Llobregat y para la protección del litoral.
El tercer eje de actuación es el cambio de modelo de la movilidad e infraestructuras. Aquí se plantean medidas como ampliar el ámbito urbano de las Zonas 30, la sustitución de los coches de la administración local por vehículos eléctricos y fomentar su uso compartido siempre que sea posible. Así mismo, los concejales y el personal municipal se comprometen a no utilizarán el avión en desplazamientos de menos de 1.000 km siempre que haya alternativa ferroviaria.
Economía justa y sostenible
El cambio de modelo económico -por uno más justo y sostenible- también queda contemplado en la declaración. Y se hará mediante diferentes instrumentos como, por ejemplo, la elaboración de una instrucción de contratación pública y compra con criterios bajos en carbono, o profundizando en la compra pública verde y social del Ayuntamiento. También se incorporarán criterios de responsabilidad ambiental en las nuevas concesiones que otorgue el consistorio y se hará uso de la fiscalidad social y climática, generando incentivos económicos para aquellos comportamientos más sostenibles.
Otro de los puntos importantes es facilitar un modelo de ciudad que haga un consumo crítico y responsable y avance hacia un modelo de economía circular. Una de las medidas más destacadas es el desarrollo de la Estrategia de residuo cero, impulsando el uso de material reciclable y reutilizable en fiestas y eventos u otras actividades.
Cuidar el agua, la salud, el bienestar y la calidad ambiental también forman parte de la estrategia local. En este sentido, para potenciar un uso más eficiente de los recursos hídricos, se aprobará una ordenanza que obligue a la utilización de aguas pluviales, freáticas o regeneradas en nuevos edificios, zonas de nueva urbanización y grandes rehabilitaciones. Otras medidas son elaborar el Plan de Calidad del Aire y activar seis equipamientos municipales como refugios climáticos, espacios con una temperatura de confort donde la ciudadanía pueda protegerse de condiciones climáticas extremas.
Por último, se aboga por un cambio de modelo de alimentación y otro cultural. Para disminuir la generación de emisiones del sistema alimentario de la ciudad y promover dietas más saludables y bajas en carbono, se apuesta por la producción agroecológica local, aumentar la oferta y el acceso a los productos de proximidad y reducir el consumo de proteína animal y alimentos ultraprocesados. Con este objetivo, se trabajará especialmente en escuelas y espacios municipales. Otra medida pasar por colaborar con el futuro mercado mayorista de alimentos frescos ecológicos y de producción integrada en Mercabarna, que potencie la venta de este tipo de productos e impulse la participación de los agricultores locales.
Con respecto al cambio de modelo cultural, el documento también plantea acciones para sensibilizar e involucrar a la ciudadanía en la transición energética, especialmente en el mundo educativo y dirigidas a los más jóvenes. Por ello, el programa municipal Interseccions, que promueve el trabajo en red de agentes sociales, culturales y educativos, incorporará acciones en materia de medio ambiente. Así mismo, en las bases de subvenciones del Ayuntamiento, se incorporará la responsabilidad ambiental como criterio de valoración en los proyectos presentados por las entidades, para fomentar su corresponsabilización en la materia.
Mesa del cambio climático
Una vez aprobada esta declaración, se constituirá próximamente la Mesa del Cambio Climático, en la que participarán los diferentes actores sociales, políticos, institucionales y económicos de la ciudad involucrados en esta materia, incluyendo también una representación del aeropuerto y del puerto de Barcelona.
La Declaración de Emergencia Climática se aprobó en el pleno municipal del 9 de septiembre con el voto favorable de todos los grupos municipales, excepto Ciudadanos, que se abstuvo.





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