El barrio de Sant Ildefons encara nuevos proyectos de mejora

En plena época del desarrollismo franquista, en 1958, el Ministerio de Vivienda iniciaba la construcción de altos y estrechos bloques de viviendas protegidas en la conocida entonces como Ciudad Satélite, que empezó a recibir un gran número de personas procedentes de otros puntos de España. Así comenzaba a labrarse la historia del popular barrio de Sant Ildefons, en Cornellà, que en el año 2005, con la puesta en marcha de un plan integral, emprendía un proceso de mejora que prosigue a día de hoy.

De hecho, el Ayuntamiento de Cornellà ha ampliado recientemente el Plan Director Comunitario para el barrio con el objetivo de dar continuidad e impulsar nuevos proyectos durante la próxima década. Entre ellos, la rehabilitación de viviendas y las políticas destinadas a garantizar la cohesión social, el bienestar, el progreso económico, la convivencia cultural y educativa, la seguridad y la transformación del paisaje y el entorno urbano.

Los planes y programas desarrollados por el consistorio en los últimos años, como el citado plan integral o la ley de barrios -una iniciativa que inició el socialista Pasqual Maragall cuando fue presidente de la Generalitat, y que continuó José Montilla, durante el gobierno tripartito-, han contribuido, sin duda, a la mejora del espacio público, y han generado un crecimiento en equipamientos educativos, culturales y deportivos (como un pabellón, una guardería y una biblioteca), a la vez que han favorecido la convivencia y la integración en el barrio.

El impulso que se pretende dar ahora al Plan Director Comunitario pone el foco de atención en las personas, sobre todo en aquellas que han requerido de medidas de protección social a consecuencia de la crisis provocada por el coronavirus. Por este motivo, se desarrollarán diversas actuaciones englobadas en cuatro líneas estratégicas que pretenden proteger a los colectivos más vulnerables y ayudar a mejorar la calidad de vida de los vecinos.

La primera de ellas es la rehabilitación de viviendas. Sant Ildefons cuenta con una población de 26.000 habitantes y un parque de 10.495 viviendas, la mayoría de las cuales tienen más de 50 años. Por ello, el plan incide en la rehabilitación extensiva, como la reparación de fachadas, la mejora del aislamiento, la incorporación de ventanas adicionales, la eliminación de filtraciones, la actualización de las instalaciones de agua y electricidad o el incremento de la eficiencia energética. En definitiva, garantizar unos estándares de calidad, accesibilidad y confort en los característicos bloques del barrio.

La implementación de las acciones se lleva a cabo a través de la Oficina Local d’Habitatge, que da asistencia tanto en temas de rehabilitación, como en la promoción o alquiler de viviendas asequibles.

En segundo lugar, el Plan Director Comunitario también contempla programas específicos de ocupación. De hecho, según informan desde el consistorio, desde finales de 2020 se ha contratado a 318 personas residentes en Sant Ildefons, mediante programas municipales como Treball als barris o los Planes Locales de Empleo.

Además, se impulsarán planes educativos; se trabajará en la promoción  del deporte y la cultura, así como en la creación de espacios de diálogo multicultural; y se dará continuidad a programas como el Pla de l’Entorn, los Patis Oberts o la jaula deportiva de la plaza de Sant Ildefons.

La apuesta por potenciar la cohesión y el civismo con educadores de calle y destinando más recursos a programas educativos es la tercera línea de actuación que quiere desarrollar el Ayuntamiento de Cornellà. Destaca, en este sentido, el papel del centro cívico del barrio y el del espacio público como lugar de encuentro y de visibilización de los proyectos colectivos. Asimismo, se trabajará en la resolución de los conflictos que se produzcan mediante los servicios de mediación.

Otro de los ejes estratégicos es la mejora del entorno urbano, lo cual contempla diversas actuaciones, como pacificar el tráfico y la movilidad en arterias con elevados flujos de peatones; suprimir las torres eléctricas; regular la luminosidad mediante sensores, incrementar la señalización y reforzar la seguridad con una unidad especial de la Guardia Urbana.