El Ayuntamiento destinará un millón de euros a atender las necesidades emocionales y sociales de jóvenes y adolescentes

La pandemia ha provocado un fuerte impacto emocional en la sociedad y, especialmente, en los jóvenes y adolescentes, una etapa vital en el desarrollo del ser humano. La situación tan excepcional que estamos viviendo desde que se declaró la emergencia sanitaria no solo ha afectado a sus estudios sino que también ha originado que experimenten sentimientos de incertidumbre, angustia o nerviosismo.

Aunque no todo ha sido negativo en estos duros meses. El confinamiento, por ejemplo, también les ha servido para disponer de más tiempo para conocerse a ellos mismos y poder reflexionar. Así lo reconocieron ayer algunos jóvenes de Sant Boi en el acto de presentación del Plan de Choque que se ha diseñado para atender las necesidades de este colectivo y que cuenta con una dotación económica de un millón de euros.

Se trata de un proyecto colectivo de ciudad, en cuya elaboración han participado el Ayuntamiento, la Diputación de Barcelona, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), la Generalitat de Catalunya y las entidades locales que trabajan en proyectos sociales y de ocio con adolescentes y jóvenes.

Desde el consistorio resaltan que es un plan pionero, “porque aborda por primera vez la gestión pública de los efectos que la emergencia sanitaria está ocasionando en esta etapa de la vida”; y un plan innovador, “tanto por su carácter integral como poner énfasis en la gestión de las emociones y de salud mental y por la original concepción del espacio público como sujeto educativo y promotor de hábitos saludables”.

El Plan de Choque prioriza el acompañamiento psicológico y emocional, la intervención directa en el espacio público, la necesidad de romper estigmas y el uso saludable de las tecnologías.

Para llevar a cabo las acciones recogidas en el documento, el Ayuntamiento está favoreciendo la contratación de personas jóvenes de la ciudad que se encargarán de la prestación de los diferentes servicios. “Así se genera nuevo empleo juvenil y a la vez se promueve, gracias a la relación entre iguales, un marco de confianza útil para mejorar el impacto de los proyectos”, señalan fuentes municipales.

Concretamente, se han contratado tres nuevos psicólogos para acompañar a los jóvenes en riesgo, que podrán asistir a cinco sesiones gratuitas; integradores sociales para facilitar la mejora de las relaciones de grupo y afectivas, agentes de salud para promover hábitos y conductas saludables y profesores para que lleven a cabo actividades de apoyo al estudio.

“Los adolescentes han de tener un papel protagonista en la definición de las políticas que les afectan directamente”, destacaba la alcaldesa de la ciudad, Lluïsa Moret, durante el acto de presentación. En este sentido, la edil apuntaba que el objetivo es “poner en el centro una etapa de la vida trascendente, donde se toman decisiones que marcan el presente y el futuro”.

Moret, quien quiso loar el compromiso de los jóvenes con la ciudad y sus ganas de tirar adelante, también aseguraba que se trata de un documento vivo y activo. “Es un marco de referencia en el que se han de incorporar nuevos elementos a medida que se identifiquen nuevas necesidades”, señalaba.

Acompañamiento psicológico y emocional

Uno de los proyectos más relevantes es el bautizado como Omplint Espais, que el próximo curso escolar ofrecerá a los institutos un amplio catálogo de cursos y talleres interactivos orientados a reforzar la gestión de las emociones, como la autoestima, el duelo, el abordaje del conflicto o las conductas autolesivas, por ejemplo.

Desde el consistorio aseguran que más de un centenar de adolescentes participan ya este verano en actividades vinculadas a la gestión de las emociones, en el marco de un programa municipal de apoyo al estudio.

Además, pueden pedir hora en los servicios que ofrece el Ayuntamiento para proporcionar atención psicológica individualizada, y las entidades vinculadas a los centros abiertos también cuentan con un servicio de asesoramiento y acompañamiento. “El objetivo es abordar de forma integral en toda la ciudad, en espacios formales e informales, la mejora de la gestión de las emociones, identificando de forma anticipada a aquellos adolescentes y jóvenes que puedan necesitar atención especializada”, apuntan las mismas fuentes.

Atención socioeducativa a pie de calle

En el marco del Plan de Choque, el Ayuntamiento de Sant Boi desarrolla acciones de apoyo psicológico e integración social a pie de calle en puntos del espacio público que se han identificado como lugares de reunión habituales de los jóvenes, “trasladando la atención a sus necesidades a sus entornos-refugio y apostando por convertirlos en espacios de desarrollo integral”, explican desde el consistorio.

Otro de los proyectos previstos es la futura creación de un nuevo espacio público al aire libre para la práctica deportiva saludable, igualitaria y accesible (que incluiría un circuito de parkour), diseñado y construido por adolescentes y jóvenes de la ciudad de acuerdo con sus puntos de vista, necesidades e intereses.

Esta iniciativa contará con financiación de la Fundació Aigües de Barcelona (Agbar). Un nuevo ejemplo de colaboración público-privada que la alcaldesa Moret quiso resaltar.

Acceso y uso de las tecnologías

Este nuevo proyecto de ciudad también propone acciones para facilitar el acceso de las familias con adolescentes a la tecnología, indispensable para el seguimiento de las clases y la realización de las tareas escolares, combatir la brecha digital y prevenir un uso abusivo de las pantallas, de Internet y de consumos digitales inadecuados como la pornografía, los juegos en red o las apuestas.

Asimismo, se incluyen actuaciones para promover la igualdad de oportunidades, por ejemplo las ayudas extraordinarias que se han concedido durante la emergencia sanitaria para hacer frente a los gastos del curso escolar, a familias con niños y adolescentes menores de 16 años, o también directamente a jóvenes que se han visto afectados por las consecuencias sociales y económicas de la pandemia.