CORNELLÀ
El edificio Pisa se consolida como una promoción de vivienda pública pionera en innovación y sostenibilidad
El bloque de pisos, impulsado por el IMPSOL, ha ganado el premio FAD de opinión 2021 en la categoría de Arquitectura
![[Img #38247]](https://elfar.cat/upload/images/07_2021/1840_335_pisa-01-copia.jpg)
La promoción de vivienda de protección oficial PISA de Cornellà, diseñada por el estudio Peris + Toral Arquitectes, ha ganado el premio FAD de opinión en la categoría de Arquitectura organizado por el ArquinAD.
Además, el edificio PISA también ha sido finalista en las categorías de Dirección de la ejecución de la obra e Innovación en la construcción en la 18ª edición de los premios Catalunya Construcció del Colegio de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación de Barcelona.
"El modelo actual de vivienda pública del IMPSOL tiene una identidad propia, en la que el diseño y la construcción de los edificios se basan en tres ejes principales: sostenibilidad, innovación e inclusividad, respondiendo a un nuevo modelo de vivienda flexible que se adapta a las nuevas maneras de vivir y a una sociedad cada vez más dinámica y cambiante", explican desde el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) en un comunicado.
El edificio PISA consta de 85 viviendas de protección oficial, de las que 67 son de tres dormitorios y 18 de dos dormitorios. La planta baja se ha destinado a un equipamiento de más de 1.000 m2 repartidos en dos plantas y un local comercial de 557 m2.
Una de las particularidades más relevantes de la promoción es la innovación. Destaca el sistema constructivo prefabricado con estructura de madera, convirtiéndose en el primero del IMPSOL con estas características. "La industrialización del proceso constructivo implica una optimización del tiempo de ejecución y una disminución de los residuos generados en obra", señalan desde el AMB. La madera es de producción nacional y el proveedor ha sido la empresa vasca Egoin.
![[Img #38248]](https://elfar.cat/upload/images/07_2021/3775_3798_pisa-02-copia.jpg)
También destaca por su sostenibilidad, ya que el edificio reduce la huella ecológica y minimiza las emisiones de CO2 y la demanda energética posterior de los futuros habitantes. Estas estrategias ambientales le han permitido obtener una calificación energética A. Entre las medidas sostenibles destacan la incorporación de materiales reciclados y reciclables, sanos y saludables, como la estructura de madera, que cumple con todos los requerimientos técnicos de seguridad, estabilidad, resistencia al fuego y los sismos, y acústica; la reducción de la demanda energética en las viviendas gracias al aumento de aislamientos, que a la vez permiten la ventilación cruzada; el uso de instalaciones de alta eficiencia energética mediante el sistema de aerotermia para calefacción y producción de agua caliente, o la producción de electricidad con placas fotovoltaicas para los servicios comunitarios.
Otro de los aspectos más importantes del edificio es la inclusividad, ya que las viviendas se han diseñado teniendo en cuenta tanto el modelo tradicional de familia como las nuevas maneras de vivir, que rompen las jerarquías espaciales y los repartos de roles y poder tradicionales.
Una de sus singularidades es la flexibilización de los usos. La eliminación de los pasillos y la existencia de estancias más diáfanas implican que todas las piezas de la vivienda tienen dimensiones similares, de manera que los espacios no tienen una función asignada, sino que pueden convertirse en una habitación, una oficina o un comedor, por ejemplo. Además, la calidad espacial y la amplitud de las estancias permiten que todas las actividades puedan ser efectuadas por dos personas al mismo tiempo, "y de esta manera se ponen en valor las tareas domésticas como los cuidados, la alimentación o el reciclaje", remarcan desde el organismo metropolitano.
Aparte de la innovación, la sostenibilidad y la inclusividad, la promoción del IMPSOL también pretende una integración paisajística que mejora la calidad urbana.
![[Img #38247]](https://elfar.cat/upload/images/07_2021/1840_335_pisa-01-copia.jpg)
La promoción de vivienda de protección oficial PISA de Cornellà, diseñada por el estudio Peris + Toral Arquitectes, ha ganado el premio FAD de opinión en la categoría de Arquitectura organizado por el ArquinAD.
Además, el edificio PISA también ha sido finalista en las categorías de Dirección de la ejecución de la obra e Innovación en la construcción en la 18ª edición de los premios Catalunya Construcció del Colegio de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación de Barcelona.
"El modelo actual de vivienda pública del IMPSOL tiene una identidad propia, en la que el diseño y la construcción de los edificios se basan en tres ejes principales: sostenibilidad, innovación e inclusividad, respondiendo a un nuevo modelo de vivienda flexible que se adapta a las nuevas maneras de vivir y a una sociedad cada vez más dinámica y cambiante", explican desde el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) en un comunicado.
El edificio PISA consta de 85 viviendas de protección oficial, de las que 67 son de tres dormitorios y 18 de dos dormitorios. La planta baja se ha destinado a un equipamiento de más de 1.000 m2 repartidos en dos plantas y un local comercial de 557 m2.
Una de las particularidades más relevantes de la promoción es la innovación. Destaca el sistema constructivo prefabricado con estructura de madera, convirtiéndose en el primero del IMPSOL con estas características. "La industrialización del proceso constructivo implica una optimización del tiempo de ejecución y una disminución de los residuos generados en obra", señalan desde el AMB. La madera es de producción nacional y el proveedor ha sido la empresa vasca Egoin.
![[Img #38248]](https://elfar.cat/upload/images/07_2021/3775_3798_pisa-02-copia.jpg)
También destaca por su sostenibilidad, ya que el edificio reduce la huella ecológica y minimiza las emisiones de CO2 y la demanda energética posterior de los futuros habitantes. Estas estrategias ambientales le han permitido obtener una calificación energética A. Entre las medidas sostenibles destacan la incorporación de materiales reciclados y reciclables, sanos y saludables, como la estructura de madera, que cumple con todos los requerimientos técnicos de seguridad, estabilidad, resistencia al fuego y los sismos, y acústica; la reducción de la demanda energética en las viviendas gracias al aumento de aislamientos, que a la vez permiten la ventilación cruzada; el uso de instalaciones de alta eficiencia energética mediante el sistema de aerotermia para calefacción y producción de agua caliente, o la producción de electricidad con placas fotovoltaicas para los servicios comunitarios.
Otro de los aspectos más importantes del edificio es la inclusividad, ya que las viviendas se han diseñado teniendo en cuenta tanto el modelo tradicional de familia como las nuevas maneras de vivir, que rompen las jerarquías espaciales y los repartos de roles y poder tradicionales.
Una de sus singularidades es la flexibilización de los usos. La eliminación de los pasillos y la existencia de estancias más diáfanas implican que todas las piezas de la vivienda tienen dimensiones similares, de manera que los espacios no tienen una función asignada, sino que pueden convertirse en una habitación, una oficina o un comedor, por ejemplo. Además, la calidad espacial y la amplitud de las estancias permiten que todas las actividades puedan ser efectuadas por dos personas al mismo tiempo, "y de esta manera se ponen en valor las tareas domésticas como los cuidados, la alimentación o el reciclaje", remarcan desde el organismo metropolitano.






















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