L'HOSPITALET
El Supremo rechaza el recurso que presentaron Govern y Ayuntamiento por el PDU de la Gran Via
Su inadmisión cierra la puerta de esta vía judicial, y será el TSJC quien emita sentencia definitiva sobre el proyecto urbanístico, que se encuentra en fase de reformulación
![[Img #39139]](https://elfar.cat/upload/images/10_2021/6413_gran-via.jpg)
El Tribunal Supremo (TS) ha emitido veredicto de inadmisión a trámite del recurso de casación que presentaron el gobierno de L’Hospitalet y el departamento de Territori de la Generalitat a raíz de la anulación del PDU de la Gran Via, el proyecto urbanístico impulsado por ambas administraciones que ha de transformar un segundo tramo de la Gran Via desde la plaza Europa hasta el río Llobregat.
En noviembre de 2020 el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) declaró nulo de pleno derecho el Plan Director Urbanístico de la Gran Vía, al considerar que era el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) la que tenía que aprobar el proyecto y no el gobierno autonómico, y al cuestionar, además, la ubicación de zonas verdes en lugares de difícil acceso, en respuesta a los dos recursos que presentaron en 2017 los grupos municipales Canviem L’Hospitalet por un lado y ERC, la CUP-PA y la organización ecologista DEPANA por otro. Las partes implicadas, Ayuntamiento y Generalitat, presentaron recurso de casación contra la sentencia al TS.
La inadmisión del recurso de casación cierra la puerta de esta vía judicial devolviéndolo al TSJC para que emita sentencia definitiva sobre el proyecto urbanístico. Según explican fuentes municipales a ELFAR.CAT, el veredicto del TS “no discute el fondo del recurso ni cuestiones urbanísticas, sino la sala donde se dirimirá”. “El recurso de casación sigue vivo, en ningún momento se paraliza”, y por lo tanto “no hay resolución” en relación a los recursos presentados en 2017 contra el proyecto, aseguran.
Sin embargo, desde el actual grupo municipal L’Hospitalet En Comú Podem, consideran que esta inadmisión “es una victoria más de los movimientos sociales, vecinales y políticos que defienden los espacios naturales y en concreto Cal Trabal”, y aseguran que “se acaban las opciones para este proyecto urbanístico de carácter marcadamente especulativo”.
A la espera del nuevo PDU
El controvertido instrumento urbanístico impulsado por Generalitat y Ayuntamiento de L’Hospitalet para conseguir la superación de la barrera física que supone la Gran Via en estre tramo, el PDU Granvia-Llobregat, aprobado por el gobierno autonómico en marzo de 2017, se impulsó pese a las críticas de formaciones políticas y entidades ciudadanas y ecologistas que han cuestionado un proyecto que aseguran que no cuenta con el suficiente consenso, que califican de especulativo y que además consideran que pone en peligro el último reducto agrícola, el de Cal Trabal, en una ciudad con gran densidad de población y necesitada de pulmones verdes.
A punto de ponerse en marcha las primeras obras para las depresión de la Gran Via y de la urbanización del entorno, el proyecto recibió un revés judicial por las dos sentencias del TSJC que declararon nulo de pleno derecho el PDU.
Tras el varapalo judicial, Generalitat y Ayuntamiento anunciaron la presentación del recurso de casación a la vez que anunciaban su intención de reformular el proyecto e iniciar una nueva tramitación que implicará mayor participación y transparencia.
El pleno del pasado mes de junio aprobó por unanimidad crear una mesa de trabajo e iniciar un proceso participativo en el que grupos políticos, entidades vecinales, ecologistas, ciudadanas y agentes sociales y económicos acuerden un nuevo proyecto que incluirá criterios ambientales, sociales y de sostenibilidad.
En julio el Consorci per a la reforma de la Gran Via aprobó el avance del anteproyecto del nuevo PDU, que incorpora, según el gobierno municipal, el plan de participación y modificaciones del proyecto inicial que deberán recibir el visto bueno por parte de la administración local y de la autonómica.
Según ha asegurado el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de L'Hospitalet, Francesc J. Belver, a ELFAR.CAT, en el proceso participativo, pendiente de definir, "está previsto crear diferentes comisiones sectoriales en las que se tratarían aspectos como la movilidad o el impacto ambiental del proyecto y se debatirían las cuestiones planteadas por formaciones políticas y entidades así como las actualizaciones que hemos puesto sobre la mesa con el objetivo de conseguir el máximo consenso". También está prevista la creación de una comisión de seguimiento general del proceso.
Respecto a la posibilidad de abrir la participación a la ciudadanía en general, Belver no descarta mecanismos para hacerlo posible, aunque considera que "los debates asamblearios son poco rentables".
En cuanto a las actualizaciones que incorpora el avance del anteproyecto del nuevo PDU, Belver destaca la "reducción sustancial" de la edificabilidad prevista inicialmente en el sector 2, en el que se ubican los terrenos de Cal Trabal, en respuesta a una petición de los grupos políticos y que minimizaría notablemente el impacto en la zona agrícola. Buena parte de esta edificación, cerca de un 80%, se trasladaría al sector 1, más alejado de la zona verde.
También se incorporan cambios en la movilidad como la mejora de los accesos al Hospital de Bellvitge o al río Llobregat, esta última, otra de las reivindicaciones planteadas por formaciones políticas y entidades. El acceso al río mejorará a partir de la supresión del enlace automovilístico a la ronda de Dalt.
También se debatirá si en el nuevo PDU desaparecerá la edificabilidad prevista en el sector 3, de unos 75.000 m2 de techo, en el norte de Cal Trabal. Este sector, que hace frontera con el vecino municipio de Cornellà, está ocupado actualmente por un aparcamiento de camiones.
Además de la reducción de la edificabilidad respecto al proyecto inicial, el avance del anteproyecto del nuevo PDU también deberá lanzar una propuesta a debatir sobre el futuro de Cal Trabal. Si bien en un principio estaba prevista la creación de un gran parque urbano metropolitano en los actuales terrenos agrícolas, fuentes cercanas aseguran que el equipo de gobierno se mostraría favorable, en esta fase de reformulación del proyecto, a mantener la actual zona agrícola e incorporarla a los terrenos del Parc Agrari del Baix Llobregat.
Respecto al futuro de Cal Trabal, el nuevo PDU tendrá que tener en cuenta la posible catalogación de este espacio y del río Llobregat como Bé Cultural d'Interès Nacional (BCIN), después de que la Direcció General de Patrimoni Cultural de la Generalitat haya admitido a estudio la instancia presentada por el grupo Patrimoni de L'Hospitalet con el objetivo de preservar el valor paisajístico, histórico, medioambiental, educativo y arquitectónico de esta zona verde. El reconocimiento de la zona como BCIN supondría la obligatoriedad de mantener del uso agrícola de las tierras y el estado natural de la orilla del río sin que puedan ser modificadas por ningún proyecto urbanístico.
Patrimoni de L'Hospitalet está formado por diversas asociaciones y movimientos culturales que trabajan para la protección ambiental y patrimonial de L'Hospitalet.
La transformación del segundo tramo de la Gran Via, desde la plaza Europa hasta el río Llobregat es el proyecto urbanístico más ambicioso del municipio de cara a los próximos años, y para el equipo de gobierno es clave para el desarrollo del clúster biomédico que se quiere potenciar en el entorno hospitalario de Bellvitge. La tramitación urbanística y la aprobación del nuevo PDU está prevista de aquí a un año, en el otoño del 2022.
![[Img #39139]](https://elfar.cat/upload/images/10_2021/6413_gran-via.jpg)
El Tribunal Supremo (TS) ha emitido veredicto de inadmisión a trámite del recurso de casación que presentaron el gobierno de L’Hospitalet y el departamento de Territori de la Generalitat a raíz de la anulación del PDU de la Gran Via, el proyecto urbanístico impulsado por ambas administraciones que ha de transformar un segundo tramo de la Gran Via desde la plaza Europa hasta el río Llobregat.
En noviembre de 2020 el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) declaró nulo de pleno derecho el Plan Director Urbanístico de la Gran Vía, al considerar que era el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) la que tenía que aprobar el proyecto y no el gobierno autonómico, y al cuestionar, además, la ubicación de zonas verdes en lugares de difícil acceso, en respuesta a los dos recursos que presentaron en 2017 los grupos municipales Canviem L’Hospitalet por un lado y ERC, la CUP-PA y la organización ecologista DEPANA por otro. Las partes implicadas, Ayuntamiento y Generalitat, presentaron recurso de casación contra la sentencia al TS.
La inadmisión del recurso de casación cierra la puerta de esta vía judicial devolviéndolo al TSJC para que emita sentencia definitiva sobre el proyecto urbanístico. Según explican fuentes municipales a ELFAR.CAT, el veredicto del TS “no discute el fondo del recurso ni cuestiones urbanísticas, sino la sala donde se dirimirá”. “El recurso de casación sigue vivo, en ningún momento se paraliza”, y por lo tanto “no hay resolución” en relación a los recursos presentados en 2017 contra el proyecto, aseguran.
Sin embargo, desde el actual grupo municipal L’Hospitalet En Comú Podem, consideran que esta inadmisión “es una victoria más de los movimientos sociales, vecinales y políticos que defienden los espacios naturales y en concreto Cal Trabal”, y aseguran que “se acaban las opciones para este proyecto urbanístico de carácter marcadamente especulativo”.
A la espera del nuevo PDU
El controvertido instrumento urbanístico impulsado por Generalitat y Ayuntamiento de L’Hospitalet para conseguir la superación de la barrera física que supone la Gran Via en estre tramo, el PDU Granvia-Llobregat, aprobado por el gobierno autonómico en marzo de 2017, se impulsó pese a las críticas de formaciones políticas y entidades ciudadanas y ecologistas que han cuestionado un proyecto que aseguran que no cuenta con el suficiente consenso, que califican de especulativo y que además consideran que pone en peligro el último reducto agrícola, el de Cal Trabal, en una ciudad con gran densidad de población y necesitada de pulmones verdes.
A punto de ponerse en marcha las primeras obras para las depresión de la Gran Via y de la urbanización del entorno, el proyecto recibió un revés judicial por las dos sentencias del TSJC que declararon nulo de pleno derecho el PDU.
Tras el varapalo judicial, Generalitat y Ayuntamiento anunciaron la presentación del recurso de casación a la vez que anunciaban su intención de reformular el proyecto e iniciar una nueva tramitación que implicará mayor participación y transparencia.
El pleno del pasado mes de junio aprobó por unanimidad crear una mesa de trabajo e iniciar un proceso participativo en el que grupos políticos, entidades vecinales, ecologistas, ciudadanas y agentes sociales y económicos acuerden un nuevo proyecto que incluirá criterios ambientales, sociales y de sostenibilidad.
En julio el Consorci per a la reforma de la Gran Via aprobó el avance del anteproyecto del nuevo PDU, que incorpora, según el gobierno municipal, el plan de participación y modificaciones del proyecto inicial que deberán recibir el visto bueno por parte de la administración local y de la autonómica.
Según ha asegurado el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de L'Hospitalet, Francesc J. Belver, a ELFAR.CAT, en el proceso participativo, pendiente de definir, "está previsto crear diferentes comisiones sectoriales en las que se tratarían aspectos como la movilidad o el impacto ambiental del proyecto y se debatirían las cuestiones planteadas por formaciones políticas y entidades así como las actualizaciones que hemos puesto sobre la mesa con el objetivo de conseguir el máximo consenso". También está prevista la creación de una comisión de seguimiento general del proceso.
Respecto a la posibilidad de abrir la participación a la ciudadanía en general, Belver no descarta mecanismos para hacerlo posible, aunque considera que "los debates asamblearios son poco rentables".
En cuanto a las actualizaciones que incorpora el avance del anteproyecto del nuevo PDU, Belver destaca la "reducción sustancial" de la edificabilidad prevista inicialmente en el sector 2, en el que se ubican los terrenos de Cal Trabal, en respuesta a una petición de los grupos políticos y que minimizaría notablemente el impacto en la zona agrícola. Buena parte de esta edificación, cerca de un 80%, se trasladaría al sector 1, más alejado de la zona verde.
También se incorporan cambios en la movilidad como la mejora de los accesos al Hospital de Bellvitge o al río Llobregat, esta última, otra de las reivindicaciones planteadas por formaciones políticas y entidades. El acceso al río mejorará a partir de la supresión del enlace automovilístico a la ronda de Dalt.
También se debatirá si en el nuevo PDU desaparecerá la edificabilidad prevista en el sector 3, de unos 75.000 m2 de techo, en el norte de Cal Trabal. Este sector, que hace frontera con el vecino municipio de Cornellà, está ocupado actualmente por un aparcamiento de camiones.
Además de la reducción de la edificabilidad respecto al proyecto inicial, el avance del anteproyecto del nuevo PDU también deberá lanzar una propuesta a debatir sobre el futuro de Cal Trabal. Si bien en un principio estaba prevista la creación de un gran parque urbano metropolitano en los actuales terrenos agrícolas, fuentes cercanas aseguran que el equipo de gobierno se mostraría favorable, en esta fase de reformulación del proyecto, a mantener la actual zona agrícola e incorporarla a los terrenos del Parc Agrari del Baix Llobregat.
Respecto al futuro de Cal Trabal, el nuevo PDU tendrá que tener en cuenta la posible catalogación de este espacio y del río Llobregat como Bé Cultural d'Interès Nacional (BCIN), después de que la Direcció General de Patrimoni Cultural de la Generalitat haya admitido a estudio la instancia presentada por el grupo Patrimoni de L'Hospitalet con el objetivo de preservar el valor paisajístico, histórico, medioambiental, educativo y arquitectónico de esta zona verde. El reconocimiento de la zona como BCIN supondría la obligatoriedad de mantener del uso agrícola de las tierras y el estado natural de la orilla del río sin que puedan ser modificadas por ningún proyecto urbanístico.
Patrimoni de L'Hospitalet está formado por diversas asociaciones y movimientos culturales que trabajan para la protección ambiental y patrimonial de L'Hospitalet.
La transformación del segundo tramo de la Gran Via, desde la plaza Europa hasta el río Llobregat es el proyecto urbanístico más ambicioso del municipio de cara a los próximos años, y para el equipo de gobierno es clave para el desarrollo del clúster biomédico que se quiere potenciar en el entorno hospitalario de Bellvitge. La tramitación urbanística y la aprobación del nuevo PDU está prevista de aquí a un año, en el otoño del 2022.





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