El emblema de la capital del ‘cinturón rojo’ estrena nueva imagen

Cornellà fue el escenario principal de buena parte de los acontecimientos que conforman la historia del movimiento obrero en el Baix Llobregat de los años 60 y 70 del siglo pasado. En la ciudad, convertida en capital del llamado cinturón rojo, se articuló un poderoso movimiento laboral y social que se enfrentó al poder franquista establecido.

Uno de los edificios más emblemáticos del municipio, y que simboliza a la perfección la lucha obrera contra la dictadura, es el local que actualmente acoge la sede comarcal de CCOO. Fue inaugurado en el año 1968 y su primer inquilino fue la Organización Sindical Española, que agrupaba en su interior a trabajadores, técnicos y empresarios dentro de una misma estructura. Conocida comúnmente como Sindicato Vertical, existió en España entre 1940 y 1977, durante el período de la dictadura franquista, y fue un engranaje fundamental del régimen.

Pero en septiembre de 1979, el edificio fue okupado por los miembros de CCOO. Y a partir de aquel momento, el sindicato inició diversas modificaciones estructurales, “adecuando el espacio a la actividad necesaria para dar cobertura al asesoramiento, la formación, a reuniones y asambleas, a la gestión interna y a la organización de actividades reivindicativas, culturales y lúdicas”, recuerda el secretario general de CCOO del Baix Llobregat, Josep Maria Romero.

El local se convirtió entonces en un importante referente de las luchas obreras contra la dictadura franquista; y entre sus cuatro paredes se organizaron grandes movilizaciones sociopolíticas como, por ejemplo, la mítica huelga protagonizada por los trabajadores de la empresa Laforsa de Cornellà, así como un sinfín de luchas de carácter sociopolítico de la comarca.

Ahora, el emblemático edificio, propiedad del Ministerio de Trabajo y Economía Social, estrena nueva imagen tras las obras llevadas a cabo entre los meses de julio y diciembre. Con un coste de 300.000 euros, sufragados por el sindicato con sus propios recursos a partir de las cuotas de las cerca de 29.000 personas afiliadas en la Unión Intercomarcal de CCOO del Baix Llobregat, Alt Penedès, Anoia y Garraf, el local presenta un aspecto mucho más moderno.

Los trabajos han consistido, principalmente, en la actualización de la fachada y de parte de sus laterales, incorporando elementos de protección de la radiación social. “Además, también se ha intervenido en el vestíbulo y las zonas adyacentes, ganando nuevos espacios y haciéndolos más funcionales”, remarca Romero, quien añade que la actuación realizada en la vía pública ha sido asumida por el Ayuntamiento de Cornellà, que ha invertido 40.000 euros en la urbanización de la zona exterior (que llevará el nombre de Antonio García, trabajador de Siemens y miembro de la generación fundadora de CCOO del Baix Llobregat), la mejora de la escalera de acceso y la colocación de rampas que facilitan la accesibilidad.

En esta línea de transformación del espacio, el sindicato puso a disposición de jóvenes artistas, especializados en pintar murales de gran formato en el Baix Llobregat, su fachada posterior, en la calle Costa Brava. El resultado ha sido la elaboración de un gran mural, obra de la santfeliuense Anna Repullo y que lleva por título Treball Digne. “Es una reivindicación al pasado, presente y futuro, y una manera de expresar la diversidad de la clase trabajadora que ha construido la identidad de Cornellà y del Baix Llobregat”, señalan desde CCOO.

La ambiciosa rehabilitación integral a la que se ha sometido el edificio fue inaugurada ayer martes, 14 de diciembre, en un acto que congregó a más de 200 personas y que contó con la participación del periodista cornellanense Jordi Èvole y las intervenciones del alcalde de Cornellà, Antonio Balmón, la presidenta del Consell Comarcal del Baix Llobregat, Eva Martínez, el secretario general de CCOO de Catalunya, Javier Pacheco, y el secretario general de CCOO Baix Llobregat, Alt Penedès, Anoia y Garraf, Josep Maria Romero.

El 14D es una fecha cargada de simbolismo para el movimiento sindical por la exitosa huelga general que se llevó a cabo en 1988. Con más de un 90% de seguimiento, pararon casi ocho millones de trabajadores, por lo que se considera la huelga más masiva hasta la fecha.

Convocada por las dos principales centrales sindicales (Comisiones Obreras y Unión General de Trabajadores), se convirtió en una movilización general del descontento con la política económica del gobierno socialista de Felipe González.

El país fue paralizado durante 24 horas, obligando al ejecutivo central a negociar con los sindicatos. Incluso la señal de Televisión Española, dirigida entonces por Pilar Miró, fue cortada por los trabajadores. Una imagen que se convirtió en uno de los principales símbolos del paro general.

La reforma que el Gobierno tenía previsto implantar en el mercado laboral y que, según los sindicatos, abarataba el despido e introducía los contratos temporales para los jóvenes trabajadores, fue retirada y se incrementó el gasto social. Respecto al efecto político, al año siguiente el PSOE perdía la mayoría absoluta que ostentaba desde 1982, obteniendo 175 diputados.