OPINIÓN
La alternativa a reducir emisiones es el transporte público
CARLES RUIZ. Alcalde de Viladecans
![[Img #40408]](https://elfar.cat/upload/images/12_2021/1729_carlesruiz.jpg)
La movilidad es el elemento más contaminante en las áreas metropolitanas. Por eso, las autoridades europeas están obligando a las principales ciudades a crear Zonas de Bajas Emisiones. En Barcelona, muchos de los vehículos del actual parque móvil, por su antigüedad, ya han sufrido limitaciones para entrar en la zona delimitada por las rondas, y las normativas anti polución obligarán a que esta área vaya ampliándose en los próximos años. La sociedad se enfrenta a la amenaza del cambio climático y debe asumir el reto de realizar una transición energética que conlleve la reducción de emisiones.
Muchas personas se ven obligadas a usar vehículo privado al no existir una alternativa de transporte público que permita acceder a sus lugares de trabajo, estudio o necesidades cotidianas. En el caso de las ciudades del Delta, estamos viviendo un momento muy importante e ilusionante, con la conversión de la carretera C-245 en una vía urbana en la que prevalecerá el paso de los autobuses, que serán de gran capacidad y frecuencia de paso. La otra gran noticia es la decisión del gobierno de recuperar el proyecto del Metro del Delta.
Históricamente, el plan de crear una nueva línea ferroviaria soterrada que uniera el nudo de comunicaciones de Cornellà con Castelldefels no ha avanzado con la rapidez necesaria. Concebido primero como una prolongación de las líneas de metro de Barcelona y más tarde como un ramal de Cercanías, el proyecto siempre ha recibido el apoyo popular pero se ha visto frenado por la lentitud en tomar decisiones de los gobiernos competentes. El gobierno autonómico, que recogió la idea propuesta por los ayuntamientos hace veinte años, presentó un plan de construcción de la línea 12 pero renunció a ello una década más tarde. El Estado planteó entonces ampliar la R3 de Cercanías de Renfe, pero la crisis económica paralizó el proyecto en el momento de iniciar su redacción.
La ciudadanía de Cornellà, Sant Boi, Viladecans, Gavà y Castelldefels ha ido viendo cómo otros proyectos de mejora de infraestructuras iban priorizándose, sobre todo con inversiones millonarias en líneas de metro, algunas de las cuales han resultado poco menos que un fracaso. Los 357.000 habitantes de estas ciudades, más los de los municipios más pequeños cercanos, han ido comprobando que las administraciones encargadas de dotarles de buen transporte público no consideraban importante el fuerte crecimiento que han experimentado en las últimas décadas, tanto demográfico como económico.
La decisión del Ministerio de Transportes, que dirige la exalcaldesa de Gavà Raquel Sánchez, de reiniciar el proyecto es, por fin, una buena noticia. La dotación de más de 1,8 millones de euros para la redacción del proyecto es el primer paso necesario para contar, en los próximos años, con una nueva línea de ferrocarril que cruzará las ciudades del Delta por su núcleo urbano bajo tierra. El nuevo transporte complementará perfectamente a la línea de autobús de gran capacidad en carril reservado que se está delimitando en la carretera C-245 que nos une. Con el tiempo, llegará al centro de Barcelona, abriendo una nueva entrada ferroviaria a la capital catalana.
La mejora del transporte público facilitará la movilidad interior en todas las ciudades, a la vez que servirá de polo de atracción para que acuda más actividad económica a unas ciudades que están entre las más dinámicas de Catalunya. Los nuevos puestos de trabajo en la ciudad eliminarán trayectos y la congestión cotidiana de las horas punta. La reducción del automóvil privado ayudará a mejorar la calidad del aire y a que descienda el ruido ambiental. La calidad de vida aumentará. Esperemos que el estudio se complete en 2022 y que en los próximos años podamos ver nacer el Metro del Delta.
La movilidad es el elemento más contaminante en las áreas metropolitanas. Por eso, las autoridades europeas están obligando a las principales ciudades a crear Zonas de Bajas Emisiones. En Barcelona, muchos de los vehículos del actual parque móvil, por su antigüedad, ya han sufrido limitaciones para entrar en la zona delimitada por las rondas, y las normativas anti polución obligarán a que esta área vaya ampliándose en los próximos años. La sociedad se enfrenta a la amenaza del cambio climático y debe asumir el reto de realizar una transición energética que conlleve la reducción de emisiones.
Muchas personas se ven obligadas a usar vehículo privado al no existir una alternativa de transporte público que permita acceder a sus lugares de trabajo, estudio o necesidades cotidianas. En el caso de las ciudades del Delta, estamos viviendo un momento muy importante e ilusionante, con la conversión de la carretera C-245 en una vía urbana en la que prevalecerá el paso de los autobuses, que serán de gran capacidad y frecuencia de paso. La otra gran noticia es la decisión del gobierno de recuperar el proyecto del Metro del Delta.
Históricamente, el plan de crear una nueva línea ferroviaria soterrada que uniera el nudo de comunicaciones de Cornellà con Castelldefels no ha avanzado con la rapidez necesaria. Concebido primero como una prolongación de las líneas de metro de Barcelona y más tarde como un ramal de Cercanías, el proyecto siempre ha recibido el apoyo popular pero se ha visto frenado por la lentitud en tomar decisiones de los gobiernos competentes. El gobierno autonómico, que recogió la idea propuesta por los ayuntamientos hace veinte años, presentó un plan de construcción de la línea 12 pero renunció a ello una década más tarde. El Estado planteó entonces ampliar la R3 de Cercanías de Renfe, pero la crisis económica paralizó el proyecto en el momento de iniciar su redacción.
La ciudadanía de Cornellà, Sant Boi, Viladecans, Gavà y Castelldefels ha ido viendo cómo otros proyectos de mejora de infraestructuras iban priorizándose, sobre todo con inversiones millonarias en líneas de metro, algunas de las cuales han resultado poco menos que un fracaso. Los 357.000 habitantes de estas ciudades, más los de los municipios más pequeños cercanos, han ido comprobando que las administraciones encargadas de dotarles de buen transporte público no consideraban importante el fuerte crecimiento que han experimentado en las últimas décadas, tanto demográfico como económico.
La decisión del Ministerio de Transportes, que dirige la exalcaldesa de Gavà Raquel Sánchez, de reiniciar el proyecto es, por fin, una buena noticia. La dotación de más de 1,8 millones de euros para la redacción del proyecto es el primer paso necesario para contar, en los próximos años, con una nueva línea de ferrocarril que cruzará las ciudades del Delta por su núcleo urbano bajo tierra. El nuevo transporte complementará perfectamente a la línea de autobús de gran capacidad en carril reservado que se está delimitando en la carretera C-245 que nos une. Con el tiempo, llegará al centro de Barcelona, abriendo una nueva entrada ferroviaria a la capital catalana.
La mejora del transporte público facilitará la movilidad interior en todas las ciudades, a la vez que servirá de polo de atracción para que acuda más actividad económica a unas ciudades que están entre las más dinámicas de Catalunya. Los nuevos puestos de trabajo en la ciudad eliminarán trayectos y la congestión cotidiana de las horas punta. La reducción del automóvil privado ayudará a mejorar la calidad del aire y a que descienda el ruido ambiental. La calidad de vida aumentará. Esperemos que el estudio se complete en 2022 y que en los próximos años podamos ver nacer el Metro del Delta.
Luis | Viernes, 24 de Diciembre de 2021 a las 14:49:08 horas
Sr. alcalde de Viladecans, preocúpese de que toda la población de Viladecans pueda disponer de transporte público porque la gran mayoría de vecinos de Albarrosa deben utilizar su vehículo por la lejanía del transporte público
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