Empoderamiento femenino, una cuestión de todos

Un año más celebramos el Día Internacional de la Mujer y un año más asistimos a los actos que en distintos lugares e instituciones se organizan.

La igualdad entre hombres y mujeres, poco a poco mejora. En los distintos ámbitos de la vida humana, vemos cómo la mujer alcanza responsabilidades hasta ahora impensables por el mero hecho de ser mujer. La mujer, cada vez más, toma las riendas de su vida y decide, fuera de limitaciones culturales, qué quiere hacer, cómo quiere ser. Es así y es un gran paso, pero no suficiente.

La mujer tiene que ser y actuar con total independencia a sus circunstancias personales, sociales, económicas, laborales, familiares. La dependencia siempre ha sido un impedimento para la igualdad. Por ello es tan importante que todos trabajemos para el empoderamiento femenino, que es un proceso por el cual las mujeres, estando en desventaja por distintas barreras, adquieren o refuerzan sus capacidades, estrategias y protagonismo, para alcanzar una vida autónoma, que les permita participar de los recursos, reconocimiento y toma de decisiones en todos los ámbitos de su vida.

El empoderamiento femenino es muy importante para el desarrollo armónico y completo de todas las esferas de la vida de las personas. Debemos conseguir, entre todos, que podamos ver el reflejo de lo que nos caracteriza como mujeres, en todos los ambientes que nos rodean. El empoderamiento no solo beneficia a las mujeres, beneficia a todos.

Las mujeres no debemos ser solo ejecutoras, también debemos ser autoras de las decisiones. Estar en los puestos de responsabilidad, donde se deciden las estrategias. Impregnar de nuestra cultura y valores los ámbitos sociales, culturales, deportivos, laborales, económicos, científicos, políticos, tecnológicos... Solo así lograremos una sociedad más justa y equitativa y por ello mejor.