ESPLUGUES
La UPC i CARNET pondrán a prueba en Esplugues un prototipo de vehículo autónomo de entrega de mercancías
Circula a un máximo de 20 km/h, tiene unas medidas de 170 cm x 110 cm x 100 cm, lleva seis ruedas y puede subir o bajar escalones de hasta 20 cm de altura.
![[Img #42007]](https://elfar.cat/upload/images/03_2022/6145_reunio-socis-industrials-carnet-rectorat-add-web.jpg)
Un equipo de la Universitat Politècnica de Catalunya y CARNET (el hub de investigación sobre la movilidad del futuro), coordinados por el Instituto de Robótica e Informática Industrial (IRI), han diseñado y fabricado un prototipo de robot autónomo de entrega para automatizar la logística de última milla. El vehículo se pondrá a prueba la primera semana de junio en Esplugues. También lo hará en Hamburgo (Alemania) y Debrecen (Hungría).
Desde la UPC explican que el objetivo del proyecto ADD es analizar cómo los dispositivos de entrega autónomos pueden mejorar la distribución urbana de bienes en su conjunto, cuantificar los impactos potenciales y hacer pruebas en entornos reales de ciudad. El vehículo autónomo circula a un máximo de 20 km/h, tiene unas medidas de 170 cm x 110 cm x 100 cm, lleva seis ruedas y puede subir o bajar escalones de hasta 20 cm de altura.
"La distribución de productos en las áreas metropolitanas ha aumentado en los últimos años en valores absolutos, frecuencias y requisitos de calidad", remarcan las mismas fuentes, tras añadir que en el futuro, el crecimiento del comercio electrónico y las nuevas características de las cadenas de suministro (justo a tiempo, stock cero, entrega en franjas temporales cada vez más ajustadas) "también presionarán todavía más la distribución física de mercancías en las zonas urbanas concurridas".
Desde la perspectiva de la ciudad, "la distribución urbana de bienes genera varios efectos negativos, empeorando la habitabilidad de las zonas urbanas en términos de congestión, calidad del aire, molestias acústicas, uso del suelo público y deterioro del pavimento", señalan desde la UPC.
Los episodios de congestión urbana, la escasez de plazas de aparcamiento de carga y descarga de vehículos comerciales y la normativa local hacen que la gestión de la distribución urbana de mercancías tenga un coste muy elevado para las empresas logísticas. Se estima que los costes de la última milla (el último tramo de la cadena de suministro entre el centro de distribución y el cliente final) representan hasta un 40% de los costes totales de transporte o más del 20% de la polución en las ciudades.
"El despliegue de vehículos autónomos comportaría una reasignación importante de los costes del transportista y haría el servicio más económico y eficiente que con vehículos convencionales", aseguran desde la UPC. De hecho, estos vehículos pueden funcionar en horas bajas o, incluso, en periodo nocturno, cuando hay menos congestión. En este sentido, muchas empresas ya están introduciendo en el mercado robots autónomos de entrega (ADD, por las siglas en inglés de Autonomous Delivery Device) con el objetivo de reducir los costes de operaciones.
El proyecto del ADD empezó en 2017 con el estudio Logistic Service, desarrollado por la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos de Barcelona (ETSECCPB) de la UPC, donde se conceptualizó el servicio logístico con ADD, se identificaron las necesidades del vehículo y se analizaron las potencialidades e impactos de los robots autónomos. En el año 2019 se llevaron a cabo diferentes estudios sobre los segundos usos que pueden tener estos vehículos. Se concluyó que el ADD, adicionalmente a las tareas de reparto, podría analizar la calidad del pavimento o del aire gracias a los datos que provienen de los sensores del vehículo, conjuntamente con un algoritmo de visión por ordenador.
![[Img #42007]](https://elfar.cat/upload/images/03_2022/6145_reunio-socis-industrials-carnet-rectorat-add-web.jpg)
Un equipo de la Universitat Politècnica de Catalunya y CARNET (el hub de investigación sobre la movilidad del futuro), coordinados por el Instituto de Robótica e Informática Industrial (IRI), han diseñado y fabricado un prototipo de robot autónomo de entrega para automatizar la logística de última milla. El vehículo se pondrá a prueba la primera semana de junio en Esplugues. También lo hará en Hamburgo (Alemania) y Debrecen (Hungría).
Desde la UPC explican que el objetivo del proyecto ADD es analizar cómo los dispositivos de entrega autónomos pueden mejorar la distribución urbana de bienes en su conjunto, cuantificar los impactos potenciales y hacer pruebas en entornos reales de ciudad. El vehículo autónomo circula a un máximo de 20 km/h, tiene unas medidas de 170 cm x 110 cm x 100 cm, lleva seis ruedas y puede subir o bajar escalones de hasta 20 cm de altura.
"La distribución de productos en las áreas metropolitanas ha aumentado en los últimos años en valores absolutos, frecuencias y requisitos de calidad", remarcan las mismas fuentes, tras añadir que en el futuro, el crecimiento del comercio electrónico y las nuevas características de las cadenas de suministro (justo a tiempo, stock cero, entrega en franjas temporales cada vez más ajustadas) "también presionarán todavía más la distribución física de mercancías en las zonas urbanas concurridas".
Desde la perspectiva de la ciudad, "la distribución urbana de bienes genera varios efectos negativos, empeorando la habitabilidad de las zonas urbanas en términos de congestión, calidad del aire, molestias acústicas, uso del suelo público y deterioro del pavimento", señalan desde la UPC.
Los episodios de congestión urbana, la escasez de plazas de aparcamiento de carga y descarga de vehículos comerciales y la normativa local hacen que la gestión de la distribución urbana de mercancías tenga un coste muy elevado para las empresas logísticas. Se estima que los costes de la última milla (el último tramo de la cadena de suministro entre el centro de distribución y el cliente final) representan hasta un 40% de los costes totales de transporte o más del 20% de la polución en las ciudades.
"El despliegue de vehículos autónomos comportaría una reasignación importante de los costes del transportista y haría el servicio más económico y eficiente que con vehículos convencionales", aseguran desde la UPC. De hecho, estos vehículos pueden funcionar en horas bajas o, incluso, en periodo nocturno, cuando hay menos congestión. En este sentido, muchas empresas ya están introduciendo en el mercado robots autónomos de entrega (ADD, por las siglas en inglés de Autonomous Delivery Device) con el objetivo de reducir los costes de operaciones.
El proyecto del ADD empezó en 2017 con el estudio Logistic Service, desarrollado por la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos de Barcelona (ETSECCPB) de la UPC, donde se conceptualizó el servicio logístico con ADD, se identificaron las necesidades del vehículo y se analizaron las potencialidades e impactos de los robots autónomos. En el año 2019 se llevaron a cabo diferentes estudios sobre los segundos usos que pueden tener estos vehículos. Se concluyó que el ADD, adicionalmente a las tareas de reparto, podría analizar la calidad del pavimento o del aire gracias a los datos que provienen de los sensores del vehículo, conjuntamente con un algoritmo de visión por ordenador.





















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