OPINIÓN
EDITORIAL. Buenas expectativas para el sector turístico
MARÍA JOSÉ ESPINOSA. Directora ELFAR.CAT
![[Img #43667]](https://elfar.cat/upload/images/07_2022/4277_maria-jose.jpg)
Una larga y dura travesía por el desierto. Así podríamos definir el trayecto del sector turístico en estos dos largos y devastadores años de pandemia. Ha sido uno de los grandes damnificados por las medidas impuestas para intentar frenar los contagios, teniendo que sufrir el cierre de los negocios en determinados periodos o la reducción de horarios y de aforos.
Pero da la impresión de que ese arduo viaje está llegando a su fin. O por lo menos eso es lo que parece a la vista, principalmente, de los buenos datos que se registraron en la pasada Semana Santa. Concretamente, el Baix Llobregat fue la comarca catalana con mayor ocupación de las plazas hoteleras en oferta. Sin duda, una excelente noticia para nuestro territorio, ya que el sector turístico es uno de sus principales motores económicos.
Y las previsiones para este verano, al que algunos ya se atreven a denominar como el de la recuperación, auguran grandes presagios. Las causas que podrían explicar las buenas perspectivas turísticas de este año son la eliminación de las restricciones de viajes, la posible llegada de turistas que antes se decidían por países que están más cerca del escenario bélico y las ganas de volver a hacer las maletas tras dos años de pesadilla. Está claro que la severidad de la pandemia ha hecho que estemos ávidos de ocio y desconexión.
Ojalá estas buenas expectativas no queden ensombrecidas por la séptima ola del COVID-19, impulsada por las nuevas variantes de Ómicron, y por el incierto contexto económico en el que desafortunadamente nos encontramos inmersos. Los altos niveles de inflación, que están reduciendo la capacidad adquisitiva de los hogares, el desabastecimiento de las materias primas y la crisis energética (con el encarecimiento del transporte por la subida de los combustibles como principal protagonista), son a día de hoy las grandes amenazas para el sector.
Por eso, es imprescindible que las administraciones públicas continúen realizando esfuerzos para lograr la tan ansiada recuperación. Y eso es, precisamente, lo que sigue haciendo el Consorci de Turisme del Baix Llobregat que trabaja para potenciar nuestra comarca como destino de proximidad seguro y dar a conocer los grandes atractivos que atesora.
No olvidemos que estamos ante un territorio lleno de contrastes y que, por sus características, ofrece una amplia oferta de turismo. Y con el objetivo de que no pase desapercibida, se ha vuelto a poner en marcha por tercer año consecutivo la campaña promocional Som el teu estiu, que en líneas generales busca incrementar la notoriedad y posicionamiento del Baix Llobregat y atraer así a los visitantes.
Nuestro territorio puede presumir de una riqueza de incalculable valor. No únicamente destacan los 15 kilómetros de playas, estandartes turísticos por excelencia en la época prepandémica, sino también sus parques naturales, como el de Collserola o Montserrat, los singulares espacios del Delta del Llobregat, las colonias industriales o su amplio legado modernista. Además, cuenta con interesantes propuestas gastronómicas y con un gran número de opciones lúdicas y culturales.
Todo ello, en su conjunto, dota a la comarca de una identidad y personalidad propia, algo imprescindible para convertirse en una referencia turística de calidad y elegirla como destino a la hora de disfrutar del mes vacacional por excelencia.
Pero al margen de las campañas promocionales que se llevan a cabo, y que es necesario mantener, también es urgente avanzar hacia una reconversión del modelo turístico, que lo haga más sostenible medioambiental y socialmente. El entorno poscovid es mucho más exigente y competitivo, por lo que ese valor añadido es la mejor manera de volvernos a consolidar como la gran potencia que somos.
Los fondos europeos nos brindan una oportunidad única para lograr este objetivo. Por eso, los municipios de la zona Delta, conjuntamente con el Consell Comarcal y el Consorci de Turisme, han presentado un ambicioso plan para promover un turismo sostenible, el cual aspira a conseguir más de ocho millones de euros de los Next Generation.
El proyecto engloba una docena de acciones agrupadas en cuatro ejes programáticos: transición verde, eficiencia energética, transición digital y competitividad. Sin duda, ése es el camino a seguir: trabajar de manera coordinada y abrir nuevas ventanas de oportunidad a las empresas del sector, grandes generadoras de riqueza y empleo.
Una larga y dura travesía por el desierto. Así podríamos definir el trayecto del sector turístico en estos dos largos y devastadores años de pandemia. Ha sido uno de los grandes damnificados por las medidas impuestas para intentar frenar los contagios, teniendo que sufrir el cierre de los negocios en determinados periodos o la reducción de horarios y de aforos.
Pero da la impresión de que ese arduo viaje está llegando a su fin. O por lo menos eso es lo que parece a la vista, principalmente, de los buenos datos que se registraron en la pasada Semana Santa. Concretamente, el Baix Llobregat fue la comarca catalana con mayor ocupación de las plazas hoteleras en oferta. Sin duda, una excelente noticia para nuestro territorio, ya que el sector turístico es uno de sus principales motores económicos.
Y las previsiones para este verano, al que algunos ya se atreven a denominar como el de la recuperación, auguran grandes presagios. Las causas que podrían explicar las buenas perspectivas turísticas de este año son la eliminación de las restricciones de viajes, la posible llegada de turistas que antes se decidían por países que están más cerca del escenario bélico y las ganas de volver a hacer las maletas tras dos años de pesadilla. Está claro que la severidad de la pandemia ha hecho que estemos ávidos de ocio y desconexión.
Ojalá estas buenas expectativas no queden ensombrecidas por la séptima ola del COVID-19, impulsada por las nuevas variantes de Ómicron, y por el incierto contexto económico en el que desafortunadamente nos encontramos inmersos. Los altos niveles de inflación, que están reduciendo la capacidad adquisitiva de los hogares, el desabastecimiento de las materias primas y la crisis energética (con el encarecimiento del transporte por la subida de los combustibles como principal protagonista), son a día de hoy las grandes amenazas para el sector.
Por eso, es imprescindible que las administraciones públicas continúen realizando esfuerzos para lograr la tan ansiada recuperación. Y eso es, precisamente, lo que sigue haciendo el Consorci de Turisme del Baix Llobregat que trabaja para potenciar nuestra comarca como destino de proximidad seguro y dar a conocer los grandes atractivos que atesora.
No olvidemos que estamos ante un territorio lleno de contrastes y que, por sus características, ofrece una amplia oferta de turismo. Y con el objetivo de que no pase desapercibida, se ha vuelto a poner en marcha por tercer año consecutivo la campaña promocional Som el teu estiu, que en líneas generales busca incrementar la notoriedad y posicionamiento del Baix Llobregat y atraer así a los visitantes.
Nuestro territorio puede presumir de una riqueza de incalculable valor. No únicamente destacan los 15 kilómetros de playas, estandartes turísticos por excelencia en la época prepandémica, sino también sus parques naturales, como el de Collserola o Montserrat, los singulares espacios del Delta del Llobregat, las colonias industriales o su amplio legado modernista. Además, cuenta con interesantes propuestas gastronómicas y con un gran número de opciones lúdicas y culturales.
Todo ello, en su conjunto, dota a la comarca de una identidad y personalidad propia, algo imprescindible para convertirse en una referencia turística de calidad y elegirla como destino a la hora de disfrutar del mes vacacional por excelencia.
Pero al margen de las campañas promocionales que se llevan a cabo, y que es necesario mantener, también es urgente avanzar hacia una reconversión del modelo turístico, que lo haga más sostenible medioambiental y socialmente. El entorno poscovid es mucho más exigente y competitivo, por lo que ese valor añadido es la mejor manera de volvernos a consolidar como la gran potencia que somos.
Los fondos europeos nos brindan una oportunidad única para lograr este objetivo. Por eso, los municipios de la zona Delta, conjuntamente con el Consell Comarcal y el Consorci de Turisme, han presentado un ambicioso plan para promover un turismo sostenible, el cual aspira a conseguir más de ocho millones de euros de los Next Generation.
El proyecto engloba una docena de acciones agrupadas en cuatro ejes programáticos: transición verde, eficiencia energética, transición digital y competitividad. Sin duda, ése es el camino a seguir: trabajar de manera coordinada y abrir nuevas ventanas de oportunidad a las empresas del sector, grandes generadoras de riqueza y empleo.
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