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Miércoles, 14 de Diciembre de 2022
L'HOSPITALET

Luz verde al nuevo plan urbanístico para el clúster biomédico en la Gran Via

Será aprobado de forma inicial este jueves por la Generalitat, que lo defiende como "un proyecto estratégico de país"

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El nuevo plan director urbanístico (PDU) que facilitará el desarrollo del clúster de investigación biomédica en el eje de la Gran Via  de L’Hospitalet, será aprobado de forma inicial este jueves por la Generalitat. Se dará así luz verde a un controvertido proyecto que ha pasado por un proceso de reformulación en los últimos dos años y que ha incluido la participación ciudadana. El anterior PDU, que recibió críticas desde diferentes sectores que lo calificaron de especulativo y poco respetuoso con el medio ambiente, fue anulado finalmente por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), al considerar que no era la Generalitat la administración competente para su aprobación, sino el Área Metropolitana de Barcelona (AMB).

 

Como paso previo para justificar y facilitar la aprobación del nuevo Plan director urbanístico Biopol-Granvia, que afecta a 96 hectáreas del término municipal de L’Hospitalet, la Generalitat escenificó el martes su apoyo al BioClúster de Innovación y Salud que se desarrollará en su ámbito, y que define como “un proyecto estratégico de país”.

 

La iniciativa, liderada por el Ayuntamiento de L’Hospitalet y en la que se integran también el Ayuntamiento de Esplugues, el Hospital Universitario de Bellvitge (HUB), el Institut d’Investigació Biomèdia de Bellvitge (IDIBELL), el Institut Català d’Oncologia (ICO), el Hospital Sant Joan de Déu de Esplugues y la Universitat de Barcelona (UB), pretende promover en el entorno de la Gran Via un hub biosanitario centrado en la innovación y el conocimiento que atraiga laboratorios y nuevas empresas de biomedicina.

 

Este proyecto estratégico es defendido tanto por la Generalitat como por el Ayuntamiento de L’Hospitalet por su gran impacto económico, ya que estiman que la nueva economía que se desarrollará a través de este hub facturará más de 7.000 millones de euros, lo que supondrá el 1,86% del PIB anual de Catalunya, además de facilitar la creación de unos 50.000 puestos de trabajo.

 

Para permitir la implantación del clúster biomédico, Generalitat y Ayuntamiento impulsan el nuevo PDU que se aprueba este jueves y que establece la directrices urbanísticas para la integración de las nueva actividad económica en el eje de la Gran Via, que será transformada desde la plaza Europa hasta el río Llobregat mejorando la permeabilidad entre los actuales equipamientos públicos con su semicobertura, facilitando la accesibilidad de un lado al otro de este eje viario y mejorando y reordenando los accesos al área metropolitana de Barcelona.

 

Otros objetivos del nuevo plan serán la preservación de Cal Trabal como parque estratégico y conector con el río Llobregat, conectar las actuales zonas verdes de L’Hospitalet con la nueva red de espacios libres que creará el PDU y con Cal Trabal y rehabilitar las masías catalogadas de Cal Trabal, Cal Masover Nou y la Torre Gran, esta última incorporada en el nuevo planeamiento, para convertirlas en equipamientos municipales.

 

El plan también incorpora estrategias en el marco de la actual crisis climática como la ampliación de la cobertura verde, la permeabilidad para facilitar la recarga de los acuíferos y la preservación del carácter agrícola de Cal Trabal, que inicialmente se pretendía convertir en un gran parque metropolitano.

 

Según Fran Belver, teniente de alcalde de Planificación Estratégica del Ayuntamiento de L’Hospitalet, el nuevo plan urbanístico “cumplirá con toda la normativa de impacto ambiental, tanto durante la ejecución de las obras como cuando entre en funcionamiento todo el sector, teniendo siempre en cuenta que estamos en una zona deltaica”.

 

El nuevo PDU preservará también el actual carácter agrícola de Cal Trabal, una de las principales reivindicaciones que se plantearon desde plataformas ciudadanas, entidades y formaciones políticas con la presentación del proyecto inicial. Según Belver, las actuales explotaciones agrarias convivirán con el uso ciudadano ya que los caminos entre los campos de cultivo, que facilitarán el acceso ciudadano al río Llobregat, pasarán a ser públicos. “Tendremos que ver cómo compatibilizamos el uso ciudadano de este espacio sin afectar a los agricultores”, explica. El nuevo planeamiento contempla un sistema de concesión con los propietarios de las parcelas privadas que, una vez dejen de ser utilizadas como explotaciones agrarias, pasarán a ser propiedad municipal y a reconvertirse en zonas verdes.

 

El nuevo PDU abarca una superficie de 95,86 hectáreas del término municipal. De éstas, 11,3 hectáreas, el 11,8% del total, se califican como suelo de actividad económica destinada al Biopol, y se concentran fuera de Cal Trabal, mayoritariamente en el sur de la Gran Via, por detrás de las instalaciones del Hospital Duran i Reynals.  En este espacio se podrán edificar 556.418 metros cuadrados de techo de actividad económica, mayoritariamente del sector terciario, permitiendo usos como laboratorios, oficinas, centros de enseñanza, residencia de estudiantes, hoteles y uso comercial en los bajos de las edificaciones.

 

Cal Trabal, con 25,41 hectáreas, ocupará el 26,5% de la superficie del ámbito que comprende el nuevo PDU, y otras 24,59 hectáreas (el 25,7% de la superficie total) serán también espacios libres y se distribuirán como parques urbanos por todo el ámbito del PDU.

 

También se resolverán los accesos al río Llobregat por los dos lados de la Gran Via, aprovechando estructuras existentes y pasos viarios que quedarán sin uso para crear recorridos cívicos y un sistema de pasarelas para conectar los espacios libres situados a los lados de las infraestructuras viarias.

 

El sistema viario ocupará el 22% de la superficie del ámbito. Además de la semicobertura de la Gran Via y de la continuidad de la calle Ciències como nuevo eje vertebrador, el nuevo PDU propone la reordenación de las paradas y los recorridos de las líneas de autobús y la creación de una nueva boca de metro en la parada del Hospital de Bellvitge.

 

Los equipamientos ocuparán un 6% de la superficie total, más de seis hectáreas, y se incluye la rehabilitación de las masías catalogadas de Cal Trabal, Cal Masover Nou y la Torre Gran.

 

Inicio de obras en 2024

 

Una vez aprobado inicialmente este jueves, el nuevo PDU se someterá a información pública para la presentación de alegaciones. La aprobación definitiva por parte de la Generalitat está prevista en el segundo trimestre de 2023. Posteriormente, se iniciará el proceso de licitación de la obra, que tendrá un coste aproximado de 229 millones de euros que gestionará el Consorci per a la Reforma de la Gran Via, formando por el Ayuntamiento de L'Hospitalet y Generalitat, y que incluirá, entre otros aspectos, el soterramiento de la Gran Via y de las líneas eléctricas, la urbanización del entorno y la nueva boca de metro. Según Belver, el inicio de las obras de urbanización se podría empezar a visualizar el primer semestre de 2024 y durarían entre 36 y 40 meses, para permitir posteriormente la instalación de los diferentes usos, tal y como pasó en el entorno de la plaza Europa.

 

Belver destaca la importancia para la ciudad de un proyecto como el PDU  Biopol-Granvia y el clúster que se implantará en el sector. “Será un centro referente de investigación en el ámbito oncológico, que tanto preocupa a los ciudadanos, y pondrá en valor los centros de referencia que ya tenemos en la ciudad, creando un ecosistema de salud muy importante del que se podrán beneficiar todos los ciudadanos de Catalunya”, asegura.

 

No Més Blocs anuncia una campaña de “alegaciones masivas”

 

Pero el nuevo PDU, pese a los cambios realizados para mejorar el proyecto y las incorporaciones realizadas a petición de entidades y formaciones políticas, sigue generando rechazo por parte de algunos sectores como la plataforma ciudadana No Més Blocs, que ya ha anunciado una campaña de “alegaciones masivas” y de recaudación de fondos para financiar la paralización del proyecto por vía judicial.

 

Desde la entidad consideran que se utiliza el concepto de Biopol para maquillar una operación urbanística “puramente especulativa” que supondrá un gran impacto sobre el acuífero del Delta además de un aumento de las emisiones de gases contaminantes, y alertan de que la creación de un parque urbano como Cal Trabal dentro de un nudo viario, va contra los pronunciamientos anteriores del TSJC, que hacían alusión al incumplimiento de la funcionalidad de las zonas verdes, y podría suponer una nueva anulación del plan.

 

La plataforma remarca que Cal Trabal no será parque, sino explotaciones agrícolas no funcionales como espacios libres según la jurisprudencia, y que las zonas verdes de nueva creación se ubican dentro del nudo viario del Llobregat, en rotondas o en isletas, con lo cual tampoco serían funcionales. Por otro lado recuerdan que también se recalifica como zona verde el aparcamiento del tanatorio municipal.

 

La plataforma cree que una alternativa para la ubicación del Biopol sería la zona industrial del casco urbano, muy próxima al Hospital de Bellvitge e incluida en el Plan de Renovación de Áreas Industriales de L’Hospitalet.

 

Formaciones políticas como L'Hospitalet En Comú Podem coinciden con la plataforma vecinal en la utilización del clúster biomédico como "herramienta de marketing para justificar un proyecto urbanístico especulativo con una gran afectación en el territorio".

 

Consideran que los 556.418 m2 de techo total "claramente excesivos" y que en la previsión de usos admitidos, "más allá de la residencia de estudiantes, sería de suma importancia contemplar servicios dotacionales, especialmente para personas mayores".

 

La formación política también alerta de los riesgos para el medio ambiente, como "la pérdida de patrimonio e identidad agrícola, la reducción de fauna y su habitat, alteración del paisaje y su estructura natural, riesgo químico por establecimientos industriales y riesgo por transporte de mercancías peligrosas por carretera". El proyecto del PDU Biopol Granvia "va en dirección contraria a la lucha contra el cambio climático que debería ser una prioridad para todas las administraciones", explican.

 

L'Hospitalet En Comú Podem sí ha expresado su satisfacción por la preservación de la zona de Can Trabal y las conexiones verdes que se proponen para establecer corredores verdes. "Esto deberá complementarse con la zona ZEPA que propone el Departamento de Acción Climática, pendiente de aprobación", aseguran.

 

 

                                                                                                                   

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