Esplugues es... feminista y punto

En estos días hemos dado la última vuelta a la programación para conmemorar el 8 de Marzo, Día Internacional de las Mujeres, y también a la nueva campaña de ciudad, Esplugues y Punto. A primera vista no lo parece, pero una cosa tiene muchísimo que ver con la otra.

No hay una sola manera de ser mujer. Para algunas es no tener que renunciar a la maternidad por una cerrera profesional. Para otras es elegir no tener hijos y poder dedicarse a una carrera profesional, sin que nadie las cuestione por ello ni se las tache de ambiciosas y frías.

Ser mujer debería ser pasear por la calle con tranquilidad. Aunque sea de noche, aunque no haya luz y en esa calle no sea vea un alma, y aunque sea volviendo de fiesta y sola. Es cobrar lo mismo que tu compañero por el mismo trabajo. La brecha salarial de género -que sí, existe- es del 18,72% para 2023. También es amar, relacionarse, vestirse o definirse como una quiera y con quien una quiera. Es poder expresar opiniones y que se tengan en cuenta, sin paternalismos ni mainsplaining. Es respeto, como cantaba Aretha Franklin, y es libertad, pero de la de verdad.

Pienso en esto y en que tampoco hay una sola palabra que pueda definir lo que es Esplugues. Es Esplugues y punto, porque es muchas cosas, pero todas hablan de tolerancia, de respeto, de diversidad.

Somos el municipio más pequeño del Baix Llobregat en superficie, pero también uno de los más densos. En nuestros 4,6 km² se concentran realidades muy diferentes, pero tenemos en común una cosa: Esplugues y punto. Nadie puede negar que tenemos un máster en tolerancia y cohesión. Por eso, no puede ser de otra manera: Esplugues es… feminista y punto.