Un éxito del gobierno de proximidad

El mandato de la Diputación de Barcelona iniciado en 2019 llega a su fin tras una trayectoria que puede calificarse de extraordinaria sin temor a exagerar. En enero de 2020 nos sorprendió la devastación del temporal Gloria, pero el confinamiento a causa de la pandemia, apenas dos meses más tarde, superó cualquier expectativa y nos obligó a transformar nuestra forma de operar de la noche a la mañana. El teletrabajo y la optimización de los recursos y soportes telemáticos se han consolidado como instrumentos vitales del servicio público.

Pero más allá de circunstancias excepcionales –la guerra de Ucrania y su impacto también lo han sido–, este mandato destaca porque hemos alcanzado el nivel de endeudamiento cero a la vez que batíamos récords de presupuesto y de inversión en el territorio.

Afinando y mejorando nuestro Catálogo de Servicios y mediante 22 programas transformadores, hemos atendido con éxito las demandas de los 311 ayuntamientos de la provincia para ofrecer los mejores servicios de proximidad a la ciudadanía. Y lo hemos logrado, además, con un equipo de gobierno de coalición que ha sabido aparcar las diferencias para concentrarse en un objetivo compartido: la cooperación local.

Apoyando a los ayuntamientos, a las personas y al territorio, hemos contribuido a impulsar la reactivación social y económica tras la crisis sanitaria.