El trastero de Barcelona

La zona Delta del Baix Llobregat estaba llamada a ser una ciudad jardín. En una reciente visita al Museo Reina Sofía tuve la oportunidad de descubrir la iniciativa proyectada para esta zona de la comarca. Una zona de baños, de reposo y de viviendas idílicas. Todo ello respetando, según el proyecto, el paisaje y las zonas naturales. Este espacio estaba llamado a ser la zona de reposo del área metropolitana.

El barrio de La Florida de L’Hospitalet también se proyectó con la misma finalidad. La guerra, la postguerra y la llegada masiva de inmigración al área de Barcelona, que dejó patente la necesidad de viviendas para las personas que llegaban de otros puntos de España, imposibilitó el desarrollo de estas ideas iniciales favoreciendo la masificación de estas zonas y su crecimiento desestructurado con un déficit patente de servicios y equipamientos.

La proximidad a Barcelona jugó, en esta ocasión, en contra de estos proyectos y del desarrollo de ciudades jardín y de reposo, inicialmente proyectadas.

El trabajo de la ciudadanía y de los gobiernos municipales consiguieron revertir la situación y crear barrios con servicios, equipamientos y recursos y con sus déficits estructurales y características intrínsecas.

De todos ellos nos sentimos orgullosos los que formamos parte de estos barrios, que han sabido adaptarse a las situaciones que en cada momento han tenido y a los que se han visto expuestos.

Curioso que el proyecto pensado para la zona Delta dedicase especial interés en preservar la zona natural, un debate que todavía sigue abierto.