OPINIÓN
Nueva oportunidad para restablecer el diálogo sobre la zona ZEPA
CARLES RUIZ. Alcalde de Viladecans
![[Img #47635]](https://elfar.cat/upload/images/04_2023/7438_carlesruiz.jpg)
El Parlament de Catalunya ha rechazado el plan de la Generalitat para la ampliación de las zonas de protección natural del Delta del Llobregat. Hacía tiempo que desde los municipios más afectados habíamos advertido que no era ni adecuado ni suficiente y por este motivo habíamos pedido formalmente una mesa de diálogo con todos los agentes implicados. El plan de la conselleria de Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural consistía, básicamente, en triplicar el espacio reservado a la zona ZEPA (Zona de Protección de Aves) para responder al requerimiento de Europa, que nos había acusado de tener abandonada la zona natural del Delta.
Una iniciativa de este calado no puede llevarse a cabo sin tener en cuenta al resto de agentes que intervienen en el territorio. Ni los ayuntamientos ni los agricultores propietarios de los terrenos fueron consultados para tomar una decisión que ponía en peligro la actividad agrícola de una zona que supone el 70% de la huerta del Parc Agrari, un 30% de la superficie hortícola de Cataluña.
Porque este incremento de las ZEPA, además, hubiese supuesto la reducción de la zona agrícola, lo que contradice las necesidades que tenemos en materia alimentaria. La pandemia del COVID vino a confirmarnos que es esencial contar con productos alimentarios de proximidad para abastecer, sobre todo, a las ciudades más pobladas. Barcelona y su zona metropolitana tienen la suerte de contar con el Parc Agrari del Llobregat, que es una verdadera despensa. Nuestros productos hortofrutícolas son muy valorados y debe asegurarse su pervivencia, con apoyo desde las administraciones, la universidad y los círculos de comercialización. Por eso, los ayuntamientos de Gavà, Sant Boi y Viladecans no nos conformamos con la supervivencia de nuestros campos de cultivo. Queremos que mejore su productividad y, por lo tanto, crezca el sector, se garantice su persistencia y se creen puestos de trabajo.
Creemos que la agricultura es también un patrimonio natural y somos fervientes defensores de la convivencia de esta actividad con los espacios protegidos del Delta. No son incompatibles, son complementarios. Las nuevas tecnologías pueden, por ejemplo, mejorar el trabajo tradicional. En Europa ya funcionan numerosos parques agrícolas que están aplicando la innovación para mejorar los productos e incrementar la productividad en el entorno de ciudades con el apoyo tanto del sector público como del privado. Queremos sumarnos. La Generalitat debería sumarse y seguiremos insistiendo.
En definitiva, la Comisión Europea no había pedido que se triplicara el espacio natural protegido sino que mejorara la gestión del existente. Si la Generalitat no ha sido capaz de proteger convenientemente la zona actual ¿sería capaz de hacerse cargo del triple de espacio? En este sentido, cabría hacer una reflexión sobre el papel del Consorcio de los Espacios Naturales del Delta como órgano gestor responsable, para evitar que siga recayendo la responsabilidad en los ayuntamientos.
Esperamos que el proyecto sea retirado, para poder iniciar así un proceso de consulta y diálogo con todos los agentes del territorio acorde a la magnitud y la importancia de nuestro Parc Agrari y de la zona natural del Delta. Por eso volvemos a tender la mano a la consellera Teresa Jordà.
El Parlament de Catalunya ha rechazado el plan de la Generalitat para la ampliación de las zonas de protección natural del Delta del Llobregat. Hacía tiempo que desde los municipios más afectados habíamos advertido que no era ni adecuado ni suficiente y por este motivo habíamos pedido formalmente una mesa de diálogo con todos los agentes implicados. El plan de la conselleria de Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural consistía, básicamente, en triplicar el espacio reservado a la zona ZEPA (Zona de Protección de Aves) para responder al requerimiento de Europa, que nos había acusado de tener abandonada la zona natural del Delta.
Una iniciativa de este calado no puede llevarse a cabo sin tener en cuenta al resto de agentes que intervienen en el territorio. Ni los ayuntamientos ni los agricultores propietarios de los terrenos fueron consultados para tomar una decisión que ponía en peligro la actividad agrícola de una zona que supone el 70% de la huerta del Parc Agrari, un 30% de la superficie hortícola de Cataluña.
Porque este incremento de las ZEPA, además, hubiese supuesto la reducción de la zona agrícola, lo que contradice las necesidades que tenemos en materia alimentaria. La pandemia del COVID vino a confirmarnos que es esencial contar con productos alimentarios de proximidad para abastecer, sobre todo, a las ciudades más pobladas. Barcelona y su zona metropolitana tienen la suerte de contar con el Parc Agrari del Llobregat, que es una verdadera despensa. Nuestros productos hortofrutícolas son muy valorados y debe asegurarse su pervivencia, con apoyo desde las administraciones, la universidad y los círculos de comercialización. Por eso, los ayuntamientos de Gavà, Sant Boi y Viladecans no nos conformamos con la supervivencia de nuestros campos de cultivo. Queremos que mejore su productividad y, por lo tanto, crezca el sector, se garantice su persistencia y se creen puestos de trabajo.
Creemos que la agricultura es también un patrimonio natural y somos fervientes defensores de la convivencia de esta actividad con los espacios protegidos del Delta. No son incompatibles, son complementarios. Las nuevas tecnologías pueden, por ejemplo, mejorar el trabajo tradicional. En Europa ya funcionan numerosos parques agrícolas que están aplicando la innovación para mejorar los productos e incrementar la productividad en el entorno de ciudades con el apoyo tanto del sector público como del privado. Queremos sumarnos. La Generalitat debería sumarse y seguiremos insistiendo.
En definitiva, la Comisión Europea no había pedido que se triplicara el espacio natural protegido sino que mejorara la gestión del existente. Si la Generalitat no ha sido capaz de proteger convenientemente la zona actual ¿sería capaz de hacerse cargo del triple de espacio? En este sentido, cabría hacer una reflexión sobre el papel del Consorcio de los Espacios Naturales del Delta como órgano gestor responsable, para evitar que siga recayendo la responsabilidad en los ayuntamientos.
Esperamos que el proyecto sea retirado, para poder iniciar así un proceso de consulta y diálogo con todos los agentes del territorio acorde a la magnitud y la importancia de nuestro Parc Agrari y de la zona natural del Delta. Por eso volvemos a tender la mano a la consellera Teresa Jordà.
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