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MARÍA JOSÉ ESPINOSA | 514
Viernes, 28 de Abril de 2023
COMARCA

El Baix Llobregat promueve una vejez digna

Combatir la existente brecha digital o la soledad no deseada son algunos de los objetivos de las innumerables iniciativas que se impulsan desde la comarca para ayudar a las personas mayores

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El Baix Llobregat se encuentra inmerso en la elaboración de un plan estratégico que tiene como principal finalidad promover las políticas públicas que se desarrollarán los próximos años desde los ayuntamientos y el Consell Comarcal dirigidas a las personas mayores.


Durante el primer semestre del pasado año se llevó a cabo la primera parte del plan, consistente en la diagnosis de la situación actual del colectivo en la comarca. Esta fase contempló una exhaustiva recogida de datos y el desarrollo de un proceso participativo.


Todos los indicadores de la diagnosis realizada señalan a una mayor longevidad de la población del Baix Llobregat y, por este motivo, se presta especial atención a los recursos actualmente existentes en el territorio. Una de las principales conclusiones es que la ratio de plazas residenciales y de centros de día es inferior a la recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el caso de las residencias, la comarca tiene una ratio de plazas por cada 100 habitantes (mayor de 65 años) del 4,3, lo que significa 0,7 puntos menos que lo recomendado por la OMS. Y respecto a las plazas de centro de día, la ratio es del 1,5, mientras que la OMS considera que lo óptimo sería una ratio del 2.

 

Desde el Consell Comarcal se está trabajando en la elaboración de un plan estratégico que será presentado a mediados de este año


Un dato positivo es que todos los municipios cuentan con servicios para personas mayores con dependencia y también para personas mayores más activas que van encaminados a promocionar un buen estado de salud físico y mental. Asimismo, también son bastante mayoritarios los programas de reformas en las viviendas o ayudas técnicas, además de todos aquellos que buscan mejorar el bienestar emocional. Sin embargo, son minoritarios otros servicios específicos de salud o alimentación, como podología, fisioterapia, apoyo psicológico, comedores o catering.


La diagnosis remarca cuáles son las principales problemáticas del colectivo. Entre ellas se encuentran el aislamiento y la soledad no deseada; una atención sanitaria inadecuada; la vulnerabilidad alimentaria; la falta de alternativas residenciales para envejecer de manera comunitaria; el maltrato; la poca adaptación del urbanismo a las personas mayores; el sentimiento de inseguridad; el trato poco sensible de las entidades bancarias, la falta de participación intergeneracional en las entidades o la brecha digital.


Ahora, a partir de los resultados obtenidos en la diagnosis, se está trabajando en el plan de acción, que incluirá las líneas estratégicas de las políticas dirigidas a las personas mayores en la comarca, así como las actuaciones específicas que se propondrán. Desde el Consell Comarcal señalan que la previsión es que el nuevo plan estratégico sea presentado a mediados de este año.

 

La ratio de plazas residenciales y de centros de día en la comarca es inferior a la recomendada por la Organización Mundial de la Salud


Un plan transversal que vendrá a reforzar las iniciativas municipales que desde hace tiempo llevan a cabo un gran número de ayuntamientos del Baix Llobregat para apoyar al colectivo y mejorar su calidad de vida.


Muchas de ellas se centran en combatir la brecha digital en un contexto donde Internet se ha vuelto básico para realizar trámites tan rutinarios como hacer gestiones bancarias o contactar con tu médico de familia.


En L’Hospitalet (ciudad que acoge desde el miércoles el Saló de la Gent Gran de Catalunya), el Ayuntamiento y la fundación Mobile World Capital Barcelona están impulsando varios programas para acercar el mundo digital a las personas mayores. Uno de ellos es el denominado Endolla’t, que pretende llegar a 1.000 vecinos a través de más de 40 sesiones formativas impartidas por voluntarios séniors y profesionales. “Queremos tener una ciudad capacitada tecnológicamente, en la que todas las personas tengan autonomía”, ambiciona la alcaldesa de la ciudad, Núria Marín, quien asegura que el objetivo es que “nadie se quede en el camino”. Según un reciente estudio, el 45,5% de las personas mayores de 75 años residente en L’Hospitalet no dispone de Internet en casa.


En esta misma línea, desde julio de 2021, L’Hospitalet desarrolla el proyecto municipal E-senior para estudiar soluciones tecnológicas que se ajusten a las necesidades de los más mayores. Esta iniciativa analiza, a través de las visitas a domicilio a personas de más de 75 años que viven solas y que tienen reconocido un grado de dependencia, qué dispositivos o qué tecnología les sería útil para poder mantener cierto grado de autonomía y que puedan vivir en sus hogares en las mejores condiciones.


Asimismo, Torre Barrina mantiene desde hace tiempo una programación estable de talleres y actividades para facilitar el uso de las nuevas tecnologías entre el colectivo. Desde el consistorio aseguran que la demanda ha ido creciendo considerablemente, por lo que se ha pasado de ofertar talleres mensuales a semanales.

 

L’Hospitalet está diseñando la Carta de Drets de la Gent Gran, que incidirá en ámbitos como la inclusión digital o la atención social y sanitaria

 

Por otra parte, L’Hospitalet está elaborando, a partir de un proceso participativo, la Carta de Drets de la Gent Gran, que incidirá no sólo en el ámbito de la inclusión digital sino en otros como la atención social o sanitaria, la protección como consumidores, la  accesibilidad en el hogar y en el espacio público, la movilidad adaptada o las pensiones. “Hemos de devolverles todo los que nos han dado y esta carta formalizará nuestro compromiso con ellos”, declara Marín.


Sant Joan Despí también impulsó el pasado verano una interesante iniciativa para evitar la brecha digital: No te quedes atrás. Durante el mes de julio, un equipo de jóvenes contratados en el marco de un programa ocupacional asesoró directamente a las personas mayores en las calles, plazas y parques de la ciudad sobre el uso de los móviles. La acción tuvo continuidad en octubre con talleres orientados a enseñarles a realizar trámites online y a utilizar otros dispositivos tecnológicos como los ordenadores o portátiles.

 

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Precisamente, potenciar las actividades de aprendizaje digital es uno de los objetivos recogidos en la Diagnosis de la Participación Sociocultural de la Personas Mayores, un documento presentado el pasado mes de marzo y que servirá como base para la elaboración del futuro Plan Municipal por un Envejecimiento Saludable. “Se trata de un plan necesario para adaptar las políticas públicas a las transformaciones sociales, a la evolución de las actividades vinculadas a la participación sociocultural y a las nuevas generaciones de personas mayores”, remarcan desde el Ayuntamiento de Sant Joan Despí.


Evitar la soledad no deseada es otro de los grandes retos. Viladecans, por ejemplo, cuenta desde hace poco tiempo con un Plan municipal de Actuación Transversal contra la Solitud, que incluye todo tipo de actividades pensadas para detectar, combatir y prevenir la soledad en diferentes colectivos, entre ellos la gente mayor. “El plan quiere poner en funcionamiento coordinadamente todas las herramientas de las que dispone la ciudad para garantizar que se conserven las relaciones personales y la red vecinal, para conseguir que ninguna persona se sienta sola”, explican desde el consistorio. “Estas herramientas son la acción municipal, pero también la de las entidades y las que pueda ofrecer la ciudadanía, especialmente el voluntariado”, apuntan las mismas fuentes.

 

En total, el programa municipal propone 25 acciones destinadas a conseguir este objetivo, como la realización de talleres; actividades intergeneracionales; formación especializada para profesionales; mentoría; compartir vivienda; el voluntariado comunitario; detección de situaciones de vulnerabilidad; salud emocional, campañas para combatir la brecha digital, los desayunos en compañía (donde los mayores comparten una comida al día y un tiempo con otras personas) o la Mesa de la Salud Mental y Comunitaria.


Viladecans cuenta desde hace unos meses con un Plan de Actuación Transversal contra la Solitud


El alcalde de Viladecans, Carles Ruiz, manifiesta que lo que se pretende es “trabajar con el conjunto de la ciudad, con las asociaciones y con las comunidades vecinales, para generar redes en torno a las personas que pueden sufrir situaciones de soledad y apoyarles y ayudarles a que, de alguna manera, puedan disfrutar y tener acceso a muchos servicios que, de otra forma, les quedan lejos”.


El edil cree que las acciones incluidas en el plan “servirán incluso para poder avanzarnos a situaciones de riesgo por enfermedad o pobreza, y así poder intervenir porque tenemos una red que nos ayuda a identificar estos problemas”. Por este motivo, considera que “es un hito muy importante para el municipio ser de los primeros de España que tenga un plan contra la soledad”.


Desde el Fòrum G3 Gent Gran Gavà también se impulsa una iniciativa que persigue esta finalidad. A través de la Comisión de Voluntariado, y gestionado por la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Gavà (FAGA), se ha establecido un servicio de voluntariado de acompañamiento e inclusión en la vida activa de la ciudad para las personas en situación de soledad no deseada, estableciendo relaciones de calidad.

 

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También en L’Hospitalet se llevan a cabo actividades para evitar el aislamiento de los mayores como Vamos de concierto, Paseemos por el barrio o Conectados por Whatsapp, así como el programa Gesguard de acompañamiento a personas en situación de soledad y que potencia las relaciones de apoyo y ayuda mutua.


Mientras, en Sant Joan Despí, el Centre Cirerers de la Gent Gran dispone de un comedor y alberga los servicios de podología y peluquería a precios reducidos. El comedor, además de velar por una correcta alimentación de los usuarios, es un espacio de encuentro al que acuden personas que en su mayoría viven solas. A estos servicios se accede a través de un carnet municipal.

 

Y en el caso de El Prat destaca el proyecto comunitario Antenes, promovido por el Servicio de Acción Social del Ayuntamiento y desarrollado con la colaboración de los vecinos, comercios, profesionales de diversos servicios públicos, personas voluntarias y entidades locales. La finalidad es detectar situaciones de soledad no deseada o de mucha fragilidad para que la persona pueda contactar con los profesionales adecuados que les ayuden a rehacer nuevos vínculos con la comunidad.


La ciudad pratense cuenta, además, con un plan local que tiene como principal objetivo adecuar las políticas que inciden sobre la calidad de vida de las personas mayores a los nuevos retos sociales y demográficos, así como a los nuevos modelos de atención social.


Sus acciones son transversales y tienen en cuenta las necesidades en diferentes ámbitos como el sociosanitario, el ocio, la salud o el bienestar. Se estructura en cinco líneas estratégicas, siendo la primera de ellas la promoción y la defensa de la calidad de vida. Los objetivos son favorecer el acceso a los servicios de promoción de la salud y las prácticas saludables; mantener y mejorar la calidad de vida en el domicilio habitual; promover la inclusión de las personas mayores en los servicios y actividades de la ciudad; dar apoyo a las personas cuidadoras familiares, así como a las familias que dependen de las personas mayores, y atender a quienes tengan un grado de dependencia con necesidades de alojamiento alternativo al propio hogar.


En este sentido, este año comenzará a construirse la nueva residencia asistida y centro de día en el Eixample Sud. Con una superficie total cercana a los 3.000 metros cuadrados, tendrá capacidad para acoger a 130 personas en el caso de la residencia y a 30 en el centro de día. El presupuesto total del proyecto asciende a 15,5 millones de euros.


Desde el consistorio explican que el proyecto se ha diseñado “con el objetivo de promover al máximo la autonomía de las personas mayores y ha partido de un modelo de atención centrado en la persona, para favorecer el bienestar y la independencia de cada uno de sus usuarios y usuarias”. Por este motivo, la residencia se ha organizado en nueve unidades de convivencia (de 14 habitaciones cada una), de forma que cada persona mayor dispondrá de su propio espacio y, al mismo tiempo, podrá disfrutar de zonas comunes donde interrelacionarse con el resto de usuarios.


Favorecer y dar apoyo a los proyectos de vida personales es la segunda línea estratégica del plan local de El Prat. En este punto se aboga por promover la autonomía de los mayores, fomentando su acceso a las actividades sociales y culturales o al voluntariado; y facilitarles las gestiones legales, como pueden ser aquellas referentes al testamento vital o la redacción de documentos de últimas voluntades.


Las personas mayores, protagonistas es el título del tercer eje estratégico, y tiene como misión valorar la función social del colectivo, promoviendo su participación y fomentando una imagen positiva de la vejez, entendida como un proceso y no como una etapa.

 

Realizar acciones de sensibilización dirigidas al conjunto de la ciudadanía para evitar la discriminación y los abusos entre las personas mayores o promover la capacitación y cuidado de los profesionales del sector son algunas de las acciones de la cuarta línea estratégica. Por último, se aboga por mejorar el acceso a la información por parte de las personas mayores y orientarles mejor hacia los servicios de salud.


El Prat también dispone de una red para abordar casos de malos tratos, formada por representantes de los diferentes servicios y entidades que trabajan para y por este colectivo: servicios sociales, salud, centros residenciales, justicia, cuerpos de seguridad, entidades de ocio y farmacias, entre otros.


Por su parte, el Ayuntamiento de Sant Joan Despí, con la colaboración de la Diputación de Barcelona, inició el año pasado el proyecto Cares (término que en inglés significa cuidados), para prevenir y detectar casos de soledad no deseada entre las personas mayores.


Para dar respuesta a esta realidad se habilitó el número de teléfono 692 167 239, al que pueden dirigirse las personas que se encuentran en esta situación. A partir de esta llamada, una profesional atiende la demanda y ofrece soporte y recursos en función de las necesidades.


Además, el consistorio trabaja en la creación de una red social que ayude a la detección de casos, contando con la complicidad de sectores cercanos al día a día de la ciudadanía, como puede ser el comercio.


El proyecto de obra social comunitaria Bon Veïnatge del Ayuntamiento de Martorell entró a formar parte a mediados del pasado año de la Red Mundial de Ciudades y Comunidades Amigables de la OMS. El organismo reconocía así el programa dentro de su web y red de puntos de intercambio de conocimientos para apoyar y ayudar a las personas mayores a nivel planetario. Bon Veïnatge mejora el bienestar y la autonomía de las personas mayores, facilitando hasta que sea posible el vivir en el hogar propio gracias a un seguimiento que detecta posibles anomalías y vulnerabilidades”, explican desde el consistorio.


El objetivo del programa es movilizar a la comunidad para reducir el número de personas en situación de aislamiento y ayudar a las que quieren quedarse en casa tanto como sea posible, apoyando la mejora de su bienestar. “Se promueve un envejecimiento saludable y activo, en un lugar adecuado y que permita el desarrollo personal y la conservación de autonomía, salud y dignidad”, remarcan las mismas fuentes.


Para hacerlo posible, se impulsa un trabajo comunitario en red, que consiste en facilitar el contacto y la identificación de las personas mayores que puedan necesitar ayuda y apoyo -sea por su situación cognitiva y personal o por su condición física- y conectarlas con una red de servicios establecidos en la comunidad, formada por personas, comercios, entidades e instituciones.

 

En Sant Feliu, profesionales de la atención primaria y el proyecto A-porta de la Confederación de Asociaciones Vecinales de Catalunya (CONFAVC) colaboran desde hace unos meses para detectar casos de personas que viven en soledad no deseada en el municipio y ayudarlas a mejorar su bienestar emocional. Gracias a esta colaboración, se ha creado un grupo de apoyo con gente de edad avanzada que se reúne semanalmente con un psicológo. Junto a él trabajan la autoconciencia, técnicas para relajarse y hablan de cómo ha ido la semana, pero sobre todo de cómo se han sentido. En muchos casos, se trata de personas mayores que han perdido a sus hijos o a su pareja y no tienen una red social consolidada que las proteja.


A través de las sesiones se intenta que los participantes, la mayoría de ellos mujeres, creen vínculo y puedan hacerse compañía teniendo en cuenta que son vecinos con situaciones similares.

 

Plan de choque contra el edadismo en Sant Boi

 

Sant Boi se encuentra inmersa en la elaboración de un plan de choque dirigido a las personas de entre 55 y 75 años con el fin de atender sus necesidades específicas y diseñar estrategias para combatir el edadismo. “Se pretende, por encima de todo, poner en valor su talento y su experiencia y canalizar sus aportaciones en beneficio de la comunidad en todos los ámbitos de la vida de la ciudad”, señalan fuentes municipales.

 

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Además, dispone del Programa Municipal de la Gent Gran, que ofrece a las personas que forman parte de este colectivo una amplia gama de equipamientos, servicios, actividades, cursos y talleres. Uno de los servicios con más éxito es el Carnet de la Gent Gran, documento que permite disfrutar de descuentos y ventajas en comercios locales, centros deportivos, sesiones de cine y otros espectáculos de cultura y ocio.


En cuanto a los cursos y talleres, gran parte de la oferta incluida en este programa está dedicada, con el nombre de Cibergran, a proporcionar conocimientos iniciales o básicos sobre el uso de ordenadores, tabletas y smartphones, ya que uno de los objetivos principales es acompañar a las personas que por su edad tienen menos fácil acceder al mundo digital y moverse con fluidez.


Sant Boi ha puesto en marcha el Espai eSTIC, un servicio de acompañamiento digital dirigido a personas mayores de 55 años


En este contexto, en febrero se puso en marcha –en fase de prueba piloto- el Espai eSTIC, un servicio de acompañamiento digital dirigido a mayores de 55 años que proporciona soporte individual para resolver dudas sobre el uso de las herramientas digitales en relación con necesidades básicas de la vida cotidiana, como crear una cuenta de correo electrónico, conectarse a una red wifi o pedir hora en el CAP.


El punto de voluntariado, los comedores sociales, los espacios lúdicos y de salud y un coro de música son otras iniciativas que forman parte del Programa Municipal de la Gent Gran de Sant Boi.

 

La Diputación ofrece múltiples recursos para favorecer al colectivo

 

La Diputación de Barcelona también ofrece apoyo a los ayuntamientos desde diferentes frentes con el objetivo de facilitar el bienestar físico y emocional de las personas mayores. El programa más importante es el Servicio Local de Teleasistencia, una herramienta de atención domiciliaria que garantiza la seguridad y da tranquilidad y acompañamiento a las personas que pueden estar en situación de riesgo por factores de edad, fragilidad, soledad, discapacidad y/o dependencia, las 24 horas del día y los 365 días al año, detectando situaciones de emergencia (como pueden ser olas de calor, de frío o incendios) y dando respuesta inmediata a las mismas. Actualmente, se presta a más de 100.000 personas (73% mujeres y 27% hombres)  con la colaboración de los ayuntamientos de la provincia.


Enmarcado en este servicio se encuentra el programa Parlem de…, que consiste en realizar llamadas preventivas y proactivas. Cada mes se identifican una serie de temáticas por áreas y, en función de las características de la persona usuaria, los riesgos a los que esté más expuesta, sus intereses o bien cómo se desarrolle la conversación, el personal teleoperador propone un tema, introduce consejos y recomendaciones, y también le invita a explicar sus vivencias. “La finalidad de estas campañas es fomentar la autonomía personal y favorecer el empoderamiento de las personas mayores, así como incorporar hábitos de vida saludable, incrementar su participación social y crear vínculos con la comunidad”, aseguran desde la corporación.

 

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Además, el Servicio Local de Teleasistencia cuenta desde el año 2016 con un protocolo de prevención, detección y actuación ante la sospecha de malos tratos a personas mayores. En términos globales, desde su puesta en funcionamiento y hasta el año 2021, se han valorado cerca de 2.300 casos de posible riesgo de maltrato, siendo el más habitual el psicológico, seguido del físico y el económico.


Otros recursos que ofrece la corporación son el servicio Respir de estancias residenciales temporales para personas mayores; la oferta formativa en la Escola de la Dona en relación al envejecimiento activo; los grupos de apoyo emocional y de ayuda mutua, o el programa para arreglar viviendas, con obras de mejora en baños, cocinas o estancias del hogar para garantizar la accesibilidad y calidad en los domicilios.

 

La Diputación de Barcelona destinará 39,4 millones de euros este 2023 para apoyar a las personas mayores que quieren seguir residiendo en el domicilio a lo largo de su vejez, impulsando servicios de proximidad en los ámbitos de la atención domiciliaria y la mejora de la accesibilidad en los hogares, así como el apoyo a las personas cuidadoras no profesionales.


“El objetivo es mejorar la prevención, la seguridad, el cuidado y el bienestar tanto en las personas mayores como en su entorno cuidador, especialmente las que sufren situaciones de riesgo como el deterioro cognitivo, la pobreza, la enfermedad mental o el impacto de la soledad extrema, entre otros, y garantizar una óptima calidad de vida y de estancia en sus hogares durante la vejez”, remarcan desde el organismo provincial.


Una de las principales líneas de apoyo es la digitalización del Servicio Local de Teleasistencia y la incorporación de tecnologías de cuidados en el 60% de los hogares, con una financiación global de mandato de 57,6 millones de euros. Según explica la diputada de Igualdad y Sostenibilidad Social, Lluïsa Moret, en este proceso de digitalización “se incorporarán elementos que nos permitirán ser proactivos y prevenir situaciones de riesgo de personas que están solas o con dificultades para ser autónomas”.


De hecho, la Diputación de Barcelona impulsa proyectos pioneros para avanzar en la tecnología de cuidados, como el nuevo sistema de monitorización Todo en un sensor. Se trata de un paquete de sensores de temperatura, humedad y presencia, entre otros, que en un solo dispositivo monitoriza movimientos, aceleración o humedad sin grabar ni sonido ni video, siendo cero invasivo. “Toda la información recogida permite detectar cambios de comportamiento como posibles indicadores de situaciones de riesgo, posibilitando la intervención rápida en caso de necesidad”, apuntan desde el organismo provincial. La previsión es tener 9.000 sensores en 3.000 hogares en el año 2024.

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