Bellvitge muestra en una exposición la superación de personas con trasplantes hepáticos

La exposición Cicatrices recoge en el vestíbulo de Consultas Externas del Hospital Universitario de Bellvitge (HUB) una decena de retratos de personas trasplantadas de hígado que transmiten alegria, junto con otras fotografías en las que muestran la cicatriz, resaltada con pintura de pan de oro, de su intervención como símbolo de superación, fortaleza y celebración de la nueva vida que les abrió el trasplante. La exposición puede verse hasta el 22 de mayo.

La muestra se inspira en una técnica japonesa de cinco siglos de antigüedad: el kintsugi (carpintería de oro), que consiste en reparar piezas de cerámica rotas con un barniz espolvoreado con oro. De esta forma, la reparación no está escondida, sino más bien todo lo contrario, se exhibe dorada como muestra del pasado de la pieza, otorgando valor a las imperfecciones y convirtiéndose en un símbolo de la superación de las adversidades. "Con esta voluntad, las personas trasplantadas que han participado en el proyecto han resaltado sus cicatrices con pintura de pan de oro para mostrar el orgullo y la alegría que sienten por su resiliencia", explican desde el HUB.

Impulsada por la Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos, la exposición fue inaugurada ayer martes, 16 de mayo, con la presencia de diferentes pacientes con trasplante de riñón.

Una de ellas es Montserrat Collado, trasplantada en el Hospital de Bellvitge en 1986. Estos 37 años la convierten en la persona con el trasplante de hígado más longevo de todo el Estado. Aún recuerda el dibujo a bolígrafo de la cicatriz en su historia clínica hace casi cuatro décadas y declaraba que ha aprendido “a darle las gracias" a esta cicatriz, que para ella "es vida”. Además de Collado, también forma parte de la exposición otra paciente del HUB, Isabel Campos, trasplantada en el año 2021.