Se reactiva la campaña municipal sobre la obligación de censar a los perros con chip y patrón de ADN

El Ayuntamiento de Cornellà acaba de reanudar la campaña informativa para recordar a los propietarios de perros la normativa que les obliga a identificar a los animales con chip y por patrón de ADN, que se puso en marcha a finales de 2021. Esta tarea pedagógica, con la colaboración de la Guardia Urbana y del Departamento de Salud Pública, la realizan los equipos de educadores cívicos que recorren espacios públicos de la ciudad durante las tardes de lunes a viernes, y también los serenos, durante las noches.

Cornellà dispone de un registro censal canino municipal para tener identificados a todos los perros, tal y como se recoge en la Ordenanza Municipal de Convivencia Ciudadana. La actualización de 2021 indica que debe ser tanto por microchip homologado como por patrón de ADN. “El objetivo de esta iniciativa es doble: por un lado, preservar el bienestar del animal y reducir el maltrato y la tasa de abandonos y, por otro, contribuir a solucionar problemas de salubridad, limpieza urbana y convivencia ciudadana”, explican desde el consistorio

Por ejemplo, en el caso de las heces que se encuentren en la calle, con el sistema CAN-ID se puede identificar con gran precisión al animal al que pertenecen. Una vez reconocida la persona propietaria, puede ser sancionada. “Y este sistema de identificación también protege al perro, ya que además de contribuir a rebajar los abandonos, facilita la localización del animal en caso de pérdida o robo”, apuntan las mismas fuentes. Varias clínicas veterinarias de Cornellà y de municipios del entorno están suscritas a la iniciativa y ofrecen la prueba de ADN necesaria para el registro por un precio fijado de 40 euros.

El Ayuntamiento de Cornellà ha impuesto cerca de 600 sanciones durante el año 2023 por distintas infracciones relacionadas con la tenencia de animales de compañía. Fuentes municipales aseguran que las más cuantiosas corresponden a multas vinculadas a la Ley 10/1999 respecto a la tenencia de perros potencialmente peligrosos, con importes de 300 a 3.001 euros.

En este apartado, han sido un total de 282 sanciones de enero a noviembre de 2023, y entre las infracciones más destacadas se encuentran el hecho de llevar al perro sin bozal, circular sin licencia, no tener seguro o no tener censado al perro o no identificarlo con chip.

Y respecto a las infracciones a la Ordenanza Municipal de Convivencia Ciudadana en cuanto a los animales, se han impuesto un total de 310 sanciones en el mismo período, que oscilan entre los 90 y 850 euros. De ellas, más del 80% corresponden a llevar al perro sin correa por la vía pública y el resto están relacionadas con no censar a los animales o no recoger las heces que depositan en el espacio público.