OPINIÓN
Cruel regreso a la realidad
PATRICIA ALIU. Periodista
![[Img #55761]](https://elfar.cat/upload/images/08_2024/2790_aa.jpg)
Ya están aquí los últimos coletazos de la temporada estival, y el síndrome postvacacional –para quienes lo puedan sentir– no es lo único que enfrentamos en esta nueva vuelta a lo cotidiano. Hay cuestiones sociales que no desaparecen mientras disfrutamos del descanso veraniego ni tampoco cuando volvemos. No se pueden olvidar y, a veces, el calor y el paso de las horas, que pueden llegar a angustiar, las recrudece y las agrava.
Las parejas pasan más tiempo juntas y este se convierte en losa y cárcel, en asfixia y depresión en hogares con agresor. Además, no sólo los adultos sufren, sino que en el mismo barco a la deriva también puede haber niños y adolescentes que padezcan maltratos, muerte o ambas cosas. Es lo que llamamos violencia “vicaria”. La más injusta de las violencias. ¿Qué culpa tiene la o el menor de haber nacido donde le ha tocado en desgracia? ¡Ninguna! En España, diez menores han sido asesinados en crímenes vicarios este 2024, la peor cifra de la historia (63 desde 2013).
En Catalunya, un total de diez mujeres han sido asesinadas víctimas de la violencia de género en lo que va de año, según el último balance del Ministerio de Igualdad. En lugar de ir en descenso, aumenta. Más asesinatos que otros años, como en el conjunto de 2019, en que nueve mujeres fueron víctimas de esta violencia en la comunidad, frente a ocho en 2018, ocho en 2017 y seis en 2016. El último caso ha sido el doble crimen perpetrado este agosto en Barcelona por un comisario jubilado, que ha matado a su pareja actual y a su exmujer para suicidarse después.
En cuatro de los diez casos de este 2024 en España constaban denuncias por violencia de género contra los agresores. Según los datos, la peor cifra histórica anual era de 2015, cuando fueron asesinados nueve pequeños. Desde 2019, el Ministerio del Interior evalúa el riesgo al que están expuestos los menores hijos de mujeres víctimas de violencia de género y ha detectado a 5.198 niños y niñas en riesgo de sufrir violencia vicaria. Más concretamente, en julio de este año, había 1.643 menores en riesgo de ser directamente agredidos por los padres o las parejas o exparejas de sus madres: ocho, en riesgo extremo (con grave riesgo para su vida); 202, alto y 1.433, medio.
Esperemos que estas cifras tristes no se incrementen desde ahora y en el próximo período vacacional de diciembre. Crucemos los dedos y recordemos el teléfono que puede salvar vidas: 016. Funciona las 24 horas del día, las llamadas son gratuitas y no dejan huella en la factura.
Ya están aquí los últimos coletazos de la temporada estival, y el síndrome postvacacional –para quienes lo puedan sentir– no es lo único que enfrentamos en esta nueva vuelta a lo cotidiano. Hay cuestiones sociales que no desaparecen mientras disfrutamos del descanso veraniego ni tampoco cuando volvemos. No se pueden olvidar y, a veces, el calor y el paso de las horas, que pueden llegar a angustiar, las recrudece y las agrava.
Las parejas pasan más tiempo juntas y este se convierte en losa y cárcel, en asfixia y depresión en hogares con agresor. Además, no sólo los adultos sufren, sino que en el mismo barco a la deriva también puede haber niños y adolescentes que padezcan maltratos, muerte o ambas cosas. Es lo que llamamos violencia “vicaria”. La más injusta de las violencias. ¿Qué culpa tiene la o el menor de haber nacido donde le ha tocado en desgracia? ¡Ninguna! En España, diez menores han sido asesinados en crímenes vicarios este 2024, la peor cifra de la historia (63 desde 2013).
En Catalunya, un total de diez mujeres han sido asesinadas víctimas de la violencia de género en lo que va de año, según el último balance del Ministerio de Igualdad. En lugar de ir en descenso, aumenta. Más asesinatos que otros años, como en el conjunto de 2019, en que nueve mujeres fueron víctimas de esta violencia en la comunidad, frente a ocho en 2018, ocho en 2017 y seis en 2016. El último caso ha sido el doble crimen perpetrado este agosto en Barcelona por un comisario jubilado, que ha matado a su pareja actual y a su exmujer para suicidarse después.
En cuatro de los diez casos de este 2024 en España constaban denuncias por violencia de género contra los agresores. Según los datos, la peor cifra histórica anual era de 2015, cuando fueron asesinados nueve pequeños. Desde 2019, el Ministerio del Interior evalúa el riesgo al que están expuestos los menores hijos de mujeres víctimas de violencia de género y ha detectado a 5.198 niños y niñas en riesgo de sufrir violencia vicaria. Más concretamente, en julio de este año, había 1.643 menores en riesgo de ser directamente agredidos por los padres o las parejas o exparejas de sus madres: ocho, en riesgo extremo (con grave riesgo para su vida); 202, alto y 1.433, medio.
Esperemos que estas cifras tristes no se incrementen desde ahora y en el próximo período vacacional de diciembre. Crucemos los dedos y recordemos el teléfono que puede salvar vidas: 016. Funciona las 24 horas del día, las llamadas son gratuitas y no dejan huella en la factura.
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