ESPLUGUES
Sant Joan de Déu coloca mapas en las plantas de hospitalización para controlar el dolor en los pacientes
Una pantalla alerta a los profesionales, en tiempo real y mediante un semáforo, de qué enfermos presentan malestar y con qué intensidad
![[Img #56509]](https://elfar.cat/upload/images/10_2024/7358_aa.jpg)
Los profesionales del Hospital Sant Joan de Déu de Esplugues monitorizan y miden, varias veces al dÃa, el dolor de los pacientes ingresados con el objetivo de detectarlo y tratarlo cuanto antes mejor.
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"Controlando el dolor o minimizándolo se mitiga la ansiedad y el estrés que viven los niños y niñas ingresados y sus familias, y esto incide en su recuperación", explica la pediatra de la Unidad del Dolor del Hospital Sant Joan de Déu, Laura Monfort. "Varios estudios demuestran que un mejor control del dolor reduce los dÃas de ingreso de los pacientes en el hospital", añade.
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En cada planta de hospitalización se ha instalado un mapa del dolor. Se trata de una pantalla que refleja, en tiempo real y mediante un semáforo, qué pacientes presentan dolor y con qué intensidad: el color verde indica que no tienen, el naranja que presentan un dolor leve y el rojo que experimentan un dolor moderado o intenso.
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"La detección del dolor es compleja porque es muy subjetiva. En el ámbito de la pediatrÃa, además, presenta un añadido de complejidad porque tenemos niños que no hablan, sea debido a su edad o a causa de su enfermedad, y resulta difÃcil saber si tienen dolor y en qué intensidad. Por este motivo, evaluamos el dolor mediante unas escalas especialmente diseñadas y validadas para niños. En el caso de los bebés, por ejemplo, nos tenemos que guiar por la actitud y el llanto. Algunos niños son muy pequeños por conocer los números e interpretar una escala del 0 al 10. En el hospital disponemos de diferentes escalas para que las niñas y los niños se puedan expresar de acuerdo con sus capacidades", explica Monfort.
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Estas valoraciones se realizan de manera sistemática cada ocho horas a todos los pacientes ingresados y son introducidas en tiempo real en el sistema informático para que, por un lado, queden registradas en el historial clÃnico y, por otro, aparezcan en el mapa de la planta donde está ingresado el paciente para que los profesionales que lo atienden puedan tratar de controlar el dolor.
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Además, una enfermera especializada revisa una vez al dÃa el mapa de dolor de todas las plantas del hospital, que está centralizado en un centro de control llamado Córtex e identifica aquellos pacientes que tienen más dolor para optimizar el tratamiento.
Los profesionales del Hospital Sant Joan de Déu de Esplugues monitorizan y miden, varias veces al dÃa, el dolor de los pacientes ingresados con el objetivo de detectarlo y tratarlo cuanto antes mejor.
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"Controlando el dolor o minimizándolo se mitiga la ansiedad y el estrés que viven los niños y niñas ingresados y sus familias, y esto incide en su recuperación", explica la pediatra de la Unidad del Dolor del Hospital Sant Joan de Déu, Laura Monfort. "Varios estudios demuestran que un mejor control del dolor reduce los dÃas de ingreso de los pacientes en el hospital", añade.
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En cada planta de hospitalización se ha instalado un mapa del dolor. Se trata de una pantalla que refleja, en tiempo real y mediante un semáforo, qué pacientes presentan dolor y con qué intensidad: el color verde indica que no tienen, el naranja que presentan un dolor leve y el rojo que experimentan un dolor moderado o intenso.
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"La detección del dolor es compleja porque es muy subjetiva. En el ámbito de la pediatrÃa, además, presenta un añadido de complejidad porque tenemos niños que no hablan, sea debido a su edad o a causa de su enfermedad, y resulta difÃcil saber si tienen dolor y en qué intensidad. Por este motivo, evaluamos el dolor mediante unas escalas especialmente diseñadas y validadas para niños. En el caso de los bebés, por ejemplo, nos tenemos que guiar por la actitud y el llanto. Algunos niños son muy pequeños por conocer los números e interpretar una escala del 0 al 10. En el hospital disponemos de diferentes escalas para que las niñas y los niños se puedan expresar de acuerdo con sus capacidades", explica Monfort.
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Estas valoraciones se realizan de manera sistemática cada ocho horas a todos los pacientes ingresados y son introducidas en tiempo real en el sistema informático para que, por un lado, queden registradas en el historial clÃnico y, por otro, aparezcan en el mapa de la planta donde está ingresado el paciente para que los profesionales que lo atienden puedan tratar de controlar el dolor.
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Además, una enfermera especializada revisa una vez al dÃa el mapa de dolor de todas las plantas del hospital, que está centralizado en un centro de control llamado Córtex e identifica aquellos pacientes que tienen más dolor para optimizar el tratamiento.
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