EL PRAT
La Policía Nacional detiene en el aeropuerto a un fugitivo reclamado por Países Bajos por estafar y robar a personas mayores
El arrestado habría cometido más de 100 estafas mediante este método y se enfrenta a una pena de hasta ocho años de prisión
![[Img #57517]](https://elfar.cat/upload/images/12_2024/3219_aa.jpg)
Agentes de la Policía Nacional han detenido en el aeropuerto de El Prat a un fugitivo reclamado por los Países Bajos por estafar y robar a personas mayores. El arrestado habría cometido más de 100 estafas mediante este método enfrentándose a una pena de hasta ocho años de prisión. Sobre el reclamado constaba una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) emitida por el país neerlandés por delitos de pertenencia a organización criminal, robo, estafa y blanqueo de capitales.
Los hechos por los que se le reclama ocurrieron entre los meses de mayo y noviembre del presente año cuando el fugitivo, como miembro de una organización criminal, contactaba con sus víctimas telefónicamente desde un locutorio instalado en su domicilio.
En este primer contacto se hacía pasar por policía y seleccionaba a sus víctimas entre personas de avanzada edad o vulnerables. Posteriormente se personaba en sus domicilios, momento que aprovechaba para sustraer todo lo que hubiese de valor.
El prófugo, además de su participación activa en la actividad delictiva de la organización criminal, ocupaba un papel relevante dentro de la misma.
Agentes de la Policía Nacional han detenido en el aeropuerto de El Prat a un fugitivo reclamado por los Países Bajos por estafar y robar a personas mayores. El arrestado habría cometido más de 100 estafas mediante este método enfrentándose a una pena de hasta ocho años de prisión. Sobre el reclamado constaba una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) emitida por el país neerlandés por delitos de pertenencia a organización criminal, robo, estafa y blanqueo de capitales.
Los hechos por los que se le reclama ocurrieron entre los meses de mayo y noviembre del presente año cuando el fugitivo, como miembro de una organización criminal, contactaba con sus víctimas telefónicamente desde un locutorio instalado en su domicilio.
En este primer contacto se hacía pasar por policía y seleccionaba a sus víctimas entre personas de avanzada edad o vulnerables. Posteriormente se personaba en sus domicilios, momento que aprovechaba para sustraer todo lo que hubiese de valor.
El prófugo, además de su participación activa en la actividad delictiva de la organización criminal, ocupaba un papel relevante dentro de la misma.
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