OPINIÓN
8M: La desigualdad persiste en el mercado laboral
VICKY CASTELLANOS NÚÑEZ. Consellera de Feminismes i Gent Gran del Consell Comarcal del Baix Llobregat
![[Img #58726]](https://elfar.cat/upload/images/03_2025/8012_vicky-castellanos-copia.jpg)
Pues sí, los datos de nuestra comarca, que pueden ser un claro ejemplo de cualquier otro territorio, indican que la situación de las mujeres sigue siendo más precaria y, por lo tanto, seguimos siendo las más perjudicadas.
Aunque la afiliación a la Seguridad Social sigue incrementándose porcentualmente, continúa habiendo menos mujeres afiliadas (-7%) con respecto a los hombres. Dato que aumenta con la edad: entre las personas menores de 30 años hay una diferencia de género inferior al 4%, pero entre las mayores de 55 años se supera el 13%. A mayor edad, mayor dificultad para salir del paro.
La desigualdad persiste, entre otras cosas, porque aunque se haya reducido relativamente la brecha de género en cuanto al número de personas contratadas, la tasa de actividad femenina ha disminuido, y la de los hombres ha crecido.
La feminización del paro ha crecido: el 58,8% de las personas en situación de paro son mujeres, con un aumento en el desempleo de muy larga duración.
Seguimos siendo las más perjudicadas porque un 20% de las mujeres que trabajan lo hace a tiempo parcial, mientras que entre los hombres este porcentaje es del 8%.
Nuestra sociedad continuará siendo desigual mientras que mayoritariamente (90%) sean las mujeres las que tengan que pedir una excedencia para el cuidado de un familiar, o mientras que la mayoría de las excedencias por cuidado de los hijos e hijas (43,8%) sean exclusivamente solicitadas por las madres. Y sí, cada vez más hombres se suman al carro de los cuidados, pero continúa siendo un número muy inferior con respecto a la implicación de las mujeres.
La persistente brecha salarial y en las pensiones tampoco contribuye a la igualdad, especialmente alta (35,5%) en los salarios más bajos. Y ni que hablar de la brecha de pensiones, que es más grande que la salarial: en 2023 los hombres percibieron pensiones un 39% más altas que las de las mujeres.
Quedan grandes desafíos para acabar con la desigualdad laboral entre mujeres y hombres: el paro femenino, la temporalidad, la brecha salarial, la carga de los cuidados… Queda mucha reivindicación, mucha lucha... Quedan muchos 8M.
Pues sí, los datos de nuestra comarca, que pueden ser un claro ejemplo de cualquier otro territorio, indican que la situación de las mujeres sigue siendo más precaria y, por lo tanto, seguimos siendo las más perjudicadas.
Aunque la afiliación a la Seguridad Social sigue incrementándose porcentualmente, continúa habiendo menos mujeres afiliadas (-7%) con respecto a los hombres. Dato que aumenta con la edad: entre las personas menores de 30 años hay una diferencia de género inferior al 4%, pero entre las mayores de 55 años se supera el 13%. A mayor edad, mayor dificultad para salir del paro.
La desigualdad persiste, entre otras cosas, porque aunque se haya reducido relativamente la brecha de género en cuanto al número de personas contratadas, la tasa de actividad femenina ha disminuido, y la de los hombres ha crecido.
La feminización del paro ha crecido: el 58,8% de las personas en situación de paro son mujeres, con un aumento en el desempleo de muy larga duración.
Seguimos siendo las más perjudicadas porque un 20% de las mujeres que trabajan lo hace a tiempo parcial, mientras que entre los hombres este porcentaje es del 8%.
Nuestra sociedad continuará siendo desigual mientras que mayoritariamente (90%) sean las mujeres las que tengan que pedir una excedencia para el cuidado de un familiar, o mientras que la mayoría de las excedencias por cuidado de los hijos e hijas (43,8%) sean exclusivamente solicitadas por las madres. Y sí, cada vez más hombres se suman al carro de los cuidados, pero continúa siendo un número muy inferior con respecto a la implicación de las mujeres.
La persistente brecha salarial y en las pensiones tampoco contribuye a la igualdad, especialmente alta (35,5%) en los salarios más bajos. Y ni que hablar de la brecha de pensiones, que es más grande que la salarial: en 2023 los hombres percibieron pensiones un 39% más altas que las de las mujeres.
Quedan grandes desafíos para acabar con la desigualdad laboral entre mujeres y hombres: el paro femenino, la temporalidad, la brecha salarial, la carga de los cuidados… Queda mucha reivindicación, mucha lucha... Quedan muchos 8M.
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