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MARÍA JOSÉ ESPINOSA | 272
Viernes, 26 de Mayo de 2023
COMARCA

MUNICIPALES 28M · La duodécima legislatura entra en juego

Cerca de 800.000 ciudadanos del Baix Llobregat y L’Hospitalet están llamados a ejercer el derecho al voto este domingo en sus respectivos colegios electorales

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Las formaciones políticas de los 30 municipios del Baix Llobregat y L’Hospitalet fi­nalizan hoy la campaña electoral, con la vista puesta en la cita de este domingo 28 de mayo, a la que están llamados a las urnas un total de 799.623 ciudadanos del territorio. Durante estos últimos 15 días, los partidos han puesto en marcha toda su maquinaria para atraer el voto de los ciudadanos y aumentar la participación, que en los anteriores co­­micios se situó en el 62,74%.


Una contienda electoral, celebrada en mayo de 2019, en la que el PSC afianzó su hegemonía en la comarca, obteniendo nueve mayorías absolutas. Los socialistas recibieron 128.966 votos, lo que suponía el 34,19% del total, un alto porcentaje que les convirtió nuevamente en la primera fuerza en el territorio. Y ese es, precisamente, el gran reto que tienen por delante: lograr que el Baix Llobregat siga siendo su gran bastión.

 

Con 200 concejales, fueron primera formación política en un total de 15 municipios de la comarca, pero lo más importante es que recuperaron muchas de las mayorías absolutas perdidas en los comicios del año 2015. Éste fue el caso de Cornellà, Esplugues, Gavà, Sant Boi y Viladecans. Mientras, en Sant Joan Despí y Vallirana volvieron a revalidar esa mayoría absoluta que ya ostentaban en anteriores legislaturas.

 

A estos municipios hay que añadir Abrera que, bajo el liderazgo de Jesús Naharro, obtuvo 11 concejales. No obstante, pese a no necesitar alcanzar ningún acuerdo de gobierno, los socialistas decidieron reeditar el pacto que mantenían desde 2015 con ERC, por lo que los dos concejales republicanos se incorporaron al gobierno local.

 

El PSC también fue la formación más votada en Cervelló (quedándose a uno de la mayoría absoluta); Esparreguera (donde ganó tres concejales); Molins de Rei (con dos más); Sant Andreu de la Barca (a uno de la mayoría absoluta); Sant Feliu (con dos regidores más), Sant Just Desvern (con uno más) y Sant Vicenç dels Horts. En esta última población -donde el líder de ERC, Oriol Junqueras, fue alcalde-, los socialistas, de la mano de Miguel Comino, consiguieron desbancar de la primera plaza a los republicanos, logrando ocho concejales y liderando así el Ayuntamiento durante estos últimos cuatro años.

 

La formación socialista también fue segunda fuerza política en otro gran número de localidades del territorio como Castelldefels, El Prat, Castellví de Rosanes, Corbera, Martorell, Olesa de Montserrat, Pallejà, El Papiol, Sant Climent, Sant Esteve Sesrovires y Collbató.

 

En L'Hospitalet, la candidatura encabezada por Núria Marín logró sumar 43.696 votos, lo que representaba el 43,35% del total de los sufragios. Con 14 concejales, la socialista Marín recuperaba de esta manera la mayoría absoluta en el consistorio de la segunda ciudad de Catalunya.

 

ERC también es­pera seguir sumando más apoyos en el territorio. En los comicios de 2019 obtuvo 67.553 votos (29.822 más que cuatro años antes y 48.539 más que en 2011) y sumó 118 concejales (46 más que en 2015), situándose como segunda fuerza política en el Baix Llobregat.

 

Sus mejores resultados se dieron en Collbató, donde gracias a sus seis regidores obtuvo la mayoría absoluta; y también fueron primera fuerza en Corbera, El Papiol, Sant Esteve Sesrovires y Santa Coloma de Cervelló. Su mayor desilusión, sin embargo, se vivió en Sant Vicenç dels Horts, donde la candidatura encabezada por Maite Aymerich pasó de la primera a la segunda posición.

 

Los republicanos también ocuparon la segunda posición en Abrera, Begues, Cervelló, Cornellà, Esparreguera, Esplugues, Gavà, Sant Andreu de la Barca, Sant Boi, Sant Joan Despí, Torrelles, Vallirana y Viladecans. En todas estas localidades mejoró sustancialmente los resultados obtenidos en 2015.

 

También lo hicieron en otras como Castellví de Rosanes, donde logró irrumpir en el consistorio con dos concejales, situándose como tercera fuerza política. La misma posición ocuparon en Molins de Rei, Olesa de Montserrat, Pallejà, La Palma, El Prat, Sant Climent, Sant Feliu y Sant Just Desvern.

 

En L’Hospitalet, ERC también se alzó con la segunda plaza, al lograr cinco regidores (tres más que en las anteriores elecciones), gracias a las 16.342 papeletas obtenidas.

 

En líneas generales, los republicanos esperan revalidar –y superar- los excelentes resultados obtenidos en las pasadas elecciones municipales, y seguir liderando el espacio soberanista tanto en el Baix Llo­bre­gat como en L’Hospitalet, en detrimento de las candidaturas que se presentan bajo el paraguas de Junts, las cuales en 2019 vivieron una de sus mayores desilusiones, al dejarse por el camino 14 concejales.

 

Martorell (donde sumó cuatro regidores), Begues, Castellví de Rosanes y Sant Climent fueron los únicos municipios en los que los antiguos convergentes se situaron como primera fuerza. No obstante, únicamente en la capital del Baix Nord lograron la mayoría absoluta. En el resto de localidades tuvieron que tejer complicidades para gobernar en sus respectivos ayuntamientos.

 

Esta formación fue segunda fuerza en Molins de Rei, La Palma y Sant Just Desvern y se quedó fuera de los consistorios de Cervelló, Pallejà, El Prat, Sant Andreu de la Barca, Sant Boi, Sant Esteve Sesrovires, Sant Vicenç dels Horts y L’Hospitalet, donde perdieron los concejales que tenían en el anterior mandato bajo las siglas de CiU o PDeCAT. Tampoco lograron obtener ninguna representación en Abrera, Cornellà y Viladecans.

 

Reponerse del descalabro político de las pasadas elecciones es su mayor desafío, aunque en esta ocasión se enfrentan en algunas poblaciones a Ara Pacte Local. La plataforma municipalista creada por el PDeCAT y Ara Catalunya se presenta en Molins de Rei, Esplugues, Sant Feliu, Sant Joan Despí, Viladecans, Gavà, Cornellà, El Prat, Castelldefels y L’Hospitalet.

 

Las ‘enteses’ de izquierdas fueron la tercera fuerza

 

En los comicios de 2019, las históricas siglas de ICV-EUiA desaparecieron y se integraron en candidaturas creadas bajo el paraguas de los comunes o de Podemos. Todas ellas sumaron 56.553 votos y 77 concejales.

 

Uno de los focos mediáticos estaba, sin duda, en El Prat, donde por primera vez, y tras ganar ocho elecciones municipales consecutivas, no se presentaba el histórico Lluís Tejedor, alcalde desde 1982. Su sucesor, Lluís Mijoler, logró conservar este gran feudo para la formación, ya que sumó 11 concejales, los mismos con los que contaba en el anterior mandato.

 

En la capital del Baix Llobregat, el otro gran bastión tradicional de los ecosocialistas, la formación Sant Feliu en Comú-En Comú Guanyem, capitaneada por Lídia Muñoz, que tomó el relevo de Jordi San José, no corrió la misma suerte, y se situó en segunda posición, cediéndole la victoria al PSC. No obstante, el pacto al que llegaron con ERC se tradujo en un reparto de la alcaldía: tres años para los comunes y uno para los republicanos.

 

Una de las grandes enteses de la comarca, La Palma Sempre-En Comú Guanyem, también fue la vencedora en los comicios de 2019; pero no sucedió lo mismo con la candidatura Progrés-En Comú Guanyem, en Santa Coloma de Cervelló, donde fue desplazada a la segunda posición, a favor de ERC. Sin embargo, ambas formaciones alcanzaron un pacto de gobierno que incluía un reparto de alcaldía a mitad de la legislatura.

 

En Pallejà, los comunes también lograron ser la primera fuerza; mientras que en Castelldefels, Esplugues y Martorell ocuparon la tercera plaza; y en L’Hospitalet se situaron como cuarta fuerza política.

 

En esta contienda electoral, Catalunya en Comú y Podem Catalunya han decidido concurrir de manera conjunta, bajo la denominación de En Comú-Podem, como ya sucede en el Parlament de Catalunya y en el Congreso de los Diputados.

 

En 2019 estas dos opciones se presentaron por separado en muchos municipios de la comarca, con la consecuente dispersión del voto y pérdida de posibles concejales. Podemos hizo listas al margen de los comunes en localidades como Gavà, Viladecans, El Prat, Cornellà, Sant Joan Despí, Cervelló, Molins de Rei, Sant Andreu de la Barca, Martorell o Sant Esteve Sesrovires.

 

En aquellas elecciones, En Comú recibió 45.408 votos (un 12,04% del total) y 66 concejales; mientras que Podemos obtuvo 11.145 votos (2,97% del total) y 11 regidores.

 

Ciudadanos fue una de las formaciones revelación de los comicios de 2015, ya que de un concejal que tenía en 2011 en la comarca pasó a 37. Y en la pasada convocatoria de 2019, lograron sumar 36.645 votos, lo que representaba el 9,71% del total de los sufragios y 46 concejales.

 

El partido naranja no logró la segunda posición en ningún municipio del Baix Llobregat, pero sí fue tercera fuerza en Cervelló, Cornellà, Gavà (aunque en este municipio perdió dos regidores), Sant Andreu de la Barca, Sant Boi, Sant Joan Despí, Sant Vicenç dels Horts y Viladecans.

 

La buena noticia para la formación fue que lograron entrar por primera vez en los consistorios de Begues, Collbató, Sant Esteve Sesrovires, Martorell y Corbera, con un regidor en cada uno de ellos; mientras que en Olesa de Montserrat lo hizo por la puerta grande, con tres concejales.

 

No sucedió lo mismo en Castellví de Rosanes, La Palma, Sant Climent y Torrelles, donde pese a presentar candidatura no lograron obtener representación en los plenos. Sí lo hizo en L’Hospitalet, situándose como tercera fuerza y manteniendo los cuatro regidores que tenía durante el mandato anterior, aunque se dejó por el camino 425 apoyos.

 

En estas elecciones, todo apunta a que perderá buena parte de la representación en los ayuntamientos del territorio. Durante la presente legislatura han sido muchos los regidores que han ido abandonando la formación de Inés Arrimadas, pasando a figurar como no adscritos en los plenos. Y muchos de ellos se han sumado a la candidatura de Valents, una nueva formación de la derecha españolista, que hereda los restos del partido que fundó el exprimer ministro francés Manuel Valls, y que quiere competir por los espacios de PSC, Ciudadanos, PP y VOX. Valents presenta candidaturas en L’Hospitalet y en otras 12 ciudades de la comarca: Esplugues, Sant Feliu, Sant Joan Despí, Sant Vicenç dels Horts, Sant Esteve Sesrovires, Viladecans, Gavà, Sant Boi, Cornellà, El Prat, Castelldefels y Corbera.

 

El PP se redujo a la mínima expresión

 

En 2019, las urnas castigaron duramente al PP, que pasó de 28.194 votos en 2015 a 20.659. Esta pérdida de apoyos y de concejales (22 menos) lo situaron como octava fuerza política, mientras que hace 12 años ostentaban la cuarta posición.

 

De los 10 concejales con los que se quedó, ocho de ellos han estado en Castelldefels. En esta ciudad, los populares volvieron a ser, una vez más, la fuerza más votada, con 7.904 sufragios (el 29,28% del total), pero un acuerdo de gobierno entre PSC, Movem-En Comú Podem y ERC volvió a impedir que el popular Manu Reyes se hiciera con la vara de mando y fuera investida alcaldesa la socialista Maria Miranda.

 

El PP se quedó sin representación en Abrera, Begues, Corbera, Cornellà, Esparreguera, Martorell, Olesa de Montserrat, El Prat, Sant Andreu de la Barca, Sant Boi, Sant Feliu, Sant Joan Despí, Sant Just Desvern, Santa Coloma de Cervelló y Viladecans.

 

Mientras, en Esplugues y Gavà pasó de tener de dos a un representante en los plenos. Y en L’Hospitalet perdió dos, quedándose tan solo con uno.

 

Los sondeos para este domingo no auguran buenos resultados para los populares, que se enfrentan al desafío de VOX, que amenaza con relegarlo a un papel mucho más secundario aún.


De hecho, la formación de Santiago Abascal tiene grandes expectativas en estos comicios, ya que en los anteriores no consiguió tener representación en ninguno de los 10 municipios en los que se presentó. Sólo consiguió 4.729 sufragios, el 1,25% del total. En esta ocasión, VOX concurre en L’Hospitalet y en 23 poblaciones del Baix Llobregat. Únicamente no se presentan en El Papiol, La Palma, Sant Climent, Torrelles, Sant Esteve Sesrovires, Collbató y Olesa de Montserrat.

 

Por su parte, las listas de Candidatura d’Unitat Popular (CUP) obtuvieron 11.145 apoyos, 906 papeletas más que cuatro años antes. Aún así, la izquierda alternativa independentista ha contado en esta legislatura con dos concejales menos (pasó de 16 a 14), que han estado repartidos en los plenos de Begues, Olesa, El Papiol, Sant Just Desvern y Sant Esteve Sesrovires (donde entraron por vez primera), así como en Corbera, Esparreguera y Molins de Rei.

 

Por el contrario, no consiguieron tener representación en Gavà, Cornellà y El Prat; mientras que en Esplugues perdieron el único concejal con el que contaban, lo mismo que ocurrió en L'Hospitalet.

 

Habrá que ver si en esta nueva convocatoria vuelven a resurgir, aunque sólo se presentan en ocho municipios: L’Hospitalet, Begues, Cornellà, Corbera, Esparreguera, El Papiol, Sant Boi y Sant Just Desvern.

 

Dos candidaturas municipalistas ganaron en Olesa y Torrelles

 

El Bloc Olesà, encabezado por Miquel Riera, volvió a ganar las elecciones en Olesa de Montserrat, aunque perdió la mayoría absoluta que ostentaba, al pasar de doce a ocho regidores.

 

Mientras, la otra candidatura municipalista vencedora en los comicios de hace cuatro años fue la de Compromís i Acord per Torrelles (CAT), encabezada por Ignaci Llorente, aunque también perdió la mayoría absoluta, al pasar de siete a cinco concejales.

 

Tanto el Bloc Olesà (que en esta ocasión se presenta en coalición con la CUP) como CAT han gobernado con el apoyo de Junts per Catalunya. En el caso de Torrelles, el acuerdo alcanzado con los nacionalistas comportó en mayo de 2022 un relevo en la alcaldía y durante este último año el alcalde ha sido Eduard García, cabeza de lista de Junts.

 

El PSC, fuerza hegemónica en el Baix Llobregat

 

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Los ayuntamientos iniciaron la le­gislatura sin grandes sorpresas, salvo en contadas excepciones. Únicamente en tres de los 30 municipios del Baix Llobregat no ha gobernado la lista más votada por los ciudadanos. Nuevamente en Castelldefels, el PP de Manuel Reyes, que fue la fuerza más respaldada en los pasados comicios, con el 29,3% de los votos y ocho concejales, volvió a ser desbancado de la alcaldía. Un acuerdo alcanzado entre PSC, Movem-En Comú Podem y ERC situó a la socialista Maria Miranda como alcaldesa de la ciudad. En junio de 2019, Junts se incorporaba al equipo de gobierno y en mayo de 2010; los comunes decidían abandonarlo tras la crisis interna que se produjo por la expulsión de una regidora.

 

En Sant Feliu tampoco encabezó el Ayuntamiento de la capital del Baix Llobregat la candidatura que obtuvo más apoyos, que en este caso fue el PSC liderado por Lourdes Borrell, que sumó el 23,7% de los sufragios, lo que se tradujo en cinco concejales, dos más que en las elecciones de 2015. El pacto al que llegaron En Comú Podem-En Comú Guanyem con ERC se tradujo en un reparto de la alcaldía: tres años para Lídia Muñoz, cabeza de lista de los comunes y un año para el republicano Oriol Bossa.

 

Por su parte, Sant Esteve Sesrovires volvió a tener un alcalde del PSC, que en los pasados comicios obtuvo cuatro concejales. Ha sido Enric Carbonell, quien recibió el apoyo en su investidura de ARAses, Ciudadanos y En Comú Podem (todas ellas con un regidor). De esta manera, la fuerza más votada, ERC (capitaneada por Maria del Carme Rallo), con cinco concejales, se quedó fuera del gobierno municipal. Los dos regidores de ARAses se incorporaron al equipo de gobierno en enero de 2020 y en junio de ese mismo año lo hizo el concejal de Ciudadanos.


El PSC mantuvo su papel claramente predominante en la comarca y comenzó el nuevo mandato ostentando 16 de las 30 alcaldías del Baix Llobregat y la de L’Hospitalet.

 

En Sant Joan Despí, Esplugues, Cornellà, Sant Boi, Viladecans, Gavà Vallirana, Abrera y L’Hospitalet lo han hecho con mayorías absolutas; aunque en muchos casos abrieron la puerta del consistorio a otras fuerzas políticas como, por ejemplo, en Sant Joan Despí, Cornellà, Viladecans y Sant Boi, donde han gobernado con los comunes; o en Abrera, donde lo han hecho con ERC.

 

En Sant Andreu de la Barca, los socialistas han mantenido la alcaldía estos cuatro años gracias al pacto alcanzado con Ciudadanos; lo mismo que en Cervelló, donde el consistorio ha estado liderado por José Ignacio Aparicio gracias al apoyo de la formación naranja.

 

En Sant Just Desvern, el PSC ha ostentando la alcaldía tras el acuerdo al que llegaron con Movem Sant Just-En Comú. Ambos partidos sumaron ocho concejales y han gobernado en minoría porque la mayoría en este consistorio está en nueve. Una sintonía que también se dio en Esparreguera, donde el PSC de Eduard Rivas (con nueve regidores) contó desde el inicio con el apoyo de los comunes. Además, ambas formaciones rubricaron en diciembre de 2021 un acuerdo de gobernanza con Junts.

 

Dos de los cambios más importantes con respecto a la anterior legislatura se produjeron en Molins de Rei y Sant Vicenç dels Horts. En el primer municipio, el PSC de Xavi Paz, que fue la lista más votada en los comicios del 26M, con siete concejales, se alzó con la vara de mando. Pese a que todo apuntaba a que podría volverse a reeditar un gobierno tripartito liderado por Ramon Sánchez, alcaldable de Junts per Molins (la segunda lista más votada), ERC y la CUP, esto finalmente no fue posible tras la decisión de los anticapitalistas de permanecer en la oposición; un hecho que provocó las críticas de los republicanos. El PSC gobernó en minoría hasta el mes de marzo de 2020, cuando rubricó un acuerdo con JxCat.

 

Sant Vicenç dels Horts también dejó de estar en manos de los republicanos y ha tenido estos cuatro años un alcalde socialista. Se trata de Miguel Comino, cuya candidatura obtuvo un total de ocho concejales, los mismos que Junts per Sant Vicenç-ERC. De hecho, únicamente les separaron 66 votos de diferencia. Pero el apoyo de Ciudadanos durante el pleno de investidura le valieron al socialista para hacerse con la vara de mando.

 

En enero de 2020, los tres concejales del partido naranja entraron a formar parte del gobierno municipal. Sin embargo, el pacto se rompió a raíz de la expulsión de una concejal del grupo municipal de Cs, que pasó a ser no adscrita. A través de un comunicado, la formación naranja anunciaba su disconformidad con la decisión del alcalde de mantener las competencias a dicha regidora, por lo que los otros dos concejales de Ciudadanos decidieron dimitir de sus cargos de gobierno, dejándolo nuevamente en minoría.

 

Las fuerzas bajo el paraguas de los comunes han tenido el poder en cinco alcaldías. A parte de Sant Feliu, también han mantenido El Prat, su principal feudo, donde han vuelto a contar con el PSC como socios de gobierno.

 

Asimismo, también han gobernado en Santa Coloma de Cervelló tras el pacto de gobierno alcanzado con Col·laborem-ERC, en el que acordaron un reparto de alcaldía. De esta manera, durante los dos primeros años de mandato el consistorio estuvo liderado por Anna Martínez, cabeza de lista de la candidatura Progrés-ECG, y los dos últimos por el republicano Jordi Bartolomé, que obtuvo el mayor respaldo en las urnas.

 

Los comunes también han seguido al frente del consistorio de Pallejà, con el apoyo del Partit pel Desenvolupament de Fontpineda; y del de La Palma de Cervelló, donde alcanzaron un acuerdo de gobernabilidad con el PSC en febrero de 2021.

 

Junts per Catalunya, mientras, ha ostentando otras cuatro alcaldías del territorio: ha seguido manteniendo el poder en su principal bastión, Martorell, de la mano de Xavier Fonollosa; y también ha gobernado en Begues, con Mercè Esteve al frente.

 

En Sant Climent, donde el alcalde ha sido Isidre Sierra, JuntsxCat acordó en junio de 2020 un pacto de gobierno con ERC; y en Castellví de Rosanes, el alcalde ha sido Adrià Camino gracias al acuerdo alcanzado con el PSC. 

 

ERC, por su parte, pese a que se situó como segunda fuerza política en número de concejales en el Baix Llobregat, tan sólo ha liderado cuatro ayuntamientos de la comarca: Collbató, Corbera (con el apoyo de la CUP), El Papiol (gracias al acuerdo de gobierno que reeditaron con JxCat) y Santa Coloma de Cervelló (la última mitad del mandato tras el reparto de alcaldía con Progrés).

 

 

 

 

 

 

 

 

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